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Este tipo de almacenamiento de residuos sólidos urbanos consiste básicamente en piletones enterrados donde la gente puede tirar sus residuos evitando la exposición al sol, a las plagas y la generación de malos olores en las grandes ciudades. Conoce más acá.

La gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) es sin dudas uno de los principales desafíos de la sociedad moderna. Con una sobreproducción de basura ocasionada por el consumo desmedido y la falta de separación en orígen, las grandes ciudades se han visto afectadas por la suciedad, los olores y las plagas que genera la acumulación en los cestos tradicionales. 

En ese sentido, los contenedores soterrados han surgido como una de las alternativas para mejorar esta situación y así reducir los niveles de contaminación urbana, sobre todo en las zonas céntricas y urbanas que acumulan la mayor cantidad de porcentaje de estos residuos. 

De esta manera, la intención es que los residuos sean arrojados en una especie de “urna”, para ser almacenados en un depósito que se encuentra bajo tierra, lejos de la exposición solar para así evitar la generación de malos olores y plagas cerca de los vecinos. 

Además, su capacidad de almacenamiento es hasta un 60% superior a la de los cestos ya conocidos ya que permite además fraccionar los espacios entre las distintas opciones de cestos, diferenciando en algunas ocasiones entre los orgánicos y los no orgánicos y también los reciclables. 

Esto además ocupa una menor cantidad del espacio público, creando ciudades más limpias, organizadas y conscientes de sus residuos sólidos urbanos. Esta tecnología comenzó a impulsarse en España en la década de 1990 y ha sido tal el éxito que se ha replicado en las grandes ciudades del mundo. 

BENEFICIOS Y CARACTERÍSTICAS DE LOS CONTENEDORES

La continuidad de los contenedores soterrados en todo el mundo ha permitido diversos beneficios tanto para las ciudades como para sus ciudadanos. Entre ellos se ha conseguido un almacenamiento purificado e higienizado de los residuos, generando espacios limpios para los habitantes. 

Por otra parte, al estar enterrados, se evita la exposición al sol, lo que evita la generación de malos olores. Además, al ser adaptables a todo tipo de ciudades también ofrecen la oportunidad de disminuir el trabajo para su disposición final. 

Dentro de los contenedores soterrados más comunes a lo largo y ancho de todo el mundo están los que tienen plataforma, es decir que el contenedor se sitúa dentro de un foso cubierto por una plataforma transitable donde se ubica un buzón a través del cual el usuario deposita el residuo.

Por otro lado están los que no tienen plataforma, que se encuentran parcialmente enterrados, dejando una parte fuera y expuesta. Claramente la instalación de uno u otro dependerá de la cantidad de espacio de la ciudad, tanto por encima de la superficie como por abajo, ya que muchas veces los caños y rocas duras imposibilitan su instalación. 

ALGUNOS EJEMPLOS EN EL MUNDO 

Si bien este tipo de iniciativas comenzó a implementarse en la década de 1990, su popularidad se dio durante los últimos años debido a la necesidad de gestionar de manera inteligente los residuos y así evitar quedar bajo una pila de basura. 

Aquí presentamos algunos de los ejemplos conocidos en ciudades diversas, con proyectos en los últimos años asociados a este tipo de recolección de residuos son: 

  • Córdoba (Argentina): Como parte del plan ambiental que desarrolla la ciudad, desde la ciudad han implementado contenedores soterrados que dividen entre los secos y húmedos para así reducir el impacto de la basura y poder darle lugar a la separación de los residuos y su posterior reciclaje, fomentando la Economía Circular.
  • Madrid (España): Sin dudas uno de los planes más ambiciosos en este sentido es el del ayuntamiento de Madrid, que ha instalado en el último tiempo unos 28 contenedores soterrados en todo el territorio para así reducir la contaminación de la zona céntrica y sus alrededores. 
  • Bogotá (Colombia): Fue la primera ciudad colombiana en conseguir este hito, desde el ayuntamiento de Bogotá instalaron unos 30 contenedores soterrados capaces de almacenar 3 mil litros de basura cada uno. Se trata de una prueba piloto que, luego de ser aprobada por las autoridades, fue vista con buenos ojos para ser expandida por todo el país. 

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