Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Desde la asociación civil realizan planes de forestación y capacitaciones sobre la importancia de los árboles, la huerta, el compostaje y los jardines de mariposas. Desarrollan huertas y viveros. Leandro Sciancalepore, su fundador, nos cuenta las acciones e impacto en la zona norte del Gran Buenos Aires.

La crisis ambiental que amenaza al mundo ha puesto en jaque las formas de relacionarse del ser humano con sus entornos naturales. Ha quedado demostrado que, de continuar todo como hasta ahora en materia de cambio climático, no queda mucho tiempo para disfrutar de la vida tal como la conocemos. 

El caso de Argentina no es la excepción, más allá que no es uno de los países que más contribuye a la problemática mundial. Como ejemplo, puede citarse el análisis del Global Footprint Network, que alerta diciendo que desde el 24 de junio se ha “gastado”  todos sus recursos ambientales disponibles para el año 2022

Esta explotación global incesante de los recursos naturales ha hecho que sean los propios bosques y mares quienes paguen la deforestación y el saqueo a los océanos. Asimismo, la gran expansión de las ciudades, que en casos como Argentina concentran el 92% de la población nacional, ha hecho que grandes bloques de cemento y concreto desertifiquen los suelos generando un gran impacto de la ola de calor. 

El caso de los bosques es uno de los más emblemáticos, ya que son responsables del 28% de la generación de oxígeno del planeta, pero al mismo tiempo también se sufre la pérdida de 15 millones de hectáreas boscosas año a año. 

Por esta misma razón, han surgido organizaciones como Germinar, que suponen una barrera social y climática a este proceso,  a través de acciones concretas desde la educación y capacitación, hasta el desarrollo de viveros y huertas, entre otras. 

Desde la Asociación Civil Germinar no solo buscan fomentar las campañas de plantación en la Ciudad de Buenos Aires y zona norte del Conurbano, sino que también buscan generar conciencia por medio de capacitaciones en colegios, entidades barriales y empresas. “Buscamos que el ser humano viva de forma sostenible y en armonía con el ambiente que lo rodea, respetándolo, adaptándose a sus características naturales y/o siendo actor fundamental en la regeneración del mismo junto a su comunidad”, explican en su sitio web. 

En esta oportunidad, Leandro Sciancalepore, su fundador, dialogó con Utopía Urbana y dejó algunos puntos importantes de su plan de acción ambiental: Creamos espacios con huertas, plantas medicinales, viveros de flora nativa y la idea es asentarnos en la zona y capacitar productores en agroecología”, explicó. 

“Hay un impacto que no lo tenemos medido en números pero tiene que ver con fortalecer las redes de agroecología compartiendo nuestro espacio para inspirar a productores de la zona para que puedan producir de manera sustentable”, agregó. 

Conoce más en esta nota: 

  • ¿Cómo surgió este proyecto?

Germinar es una ONG con foco en el cuidado del medioambiente principalmente y acaba de cumplir 8 años. Yo soy fundador, Germinar arrancó en la terraza de mi casa. Previo a eso veníamos de un producto anterior que se llamaba FADUVerde que básicamente proponía conocer cooperativas, trabajar con residuos y movilidad sustentable.

Algo que aprendimos por aquel entonces fue que no tener una figura jurídica nos daba ciertas limitaciones en el accionar, porque encontramos un límite concreto con los directivos de la facultad que no nos permitieron avanzar con proyectos que estaban buenísimos. Por eso en el 2014 arrancamos con Germinar con poquita gente pero a medida ya que fuimos creciendo y copando la terraza con plantas nativas que disponíamos para sembrar en distintos bosques. 

Cuando la terraza ya no soportó el proyecto nos mudamos a nuestra primera sede donde dábamos talleres, tuvimos nuestro primer vivero, pusimos un ciclo de cine ambiental y despues de esa etapa ya en una parte de crecimiento del proyecto yo fui el primero en mudarse y empezamos a trabajar en reservas naturales organizándonos en programas

  • ¿Qué programas llevan a cabo?

Tenemos un programa muy importante que se llama “Educación Para la Sustentabilidad” que lo estamos trabajando en escuelas de Zona Norte. Nuestra área específica es la zona norte del Gran Buenos Aires. Estuvimos trabajando fuerte con escuelas de Vicente López y llegamos hasta Zárate. Fueron algo así como 125 talleres en escuelas entre jardines de mariposa, compostaje y huerta

“Creamos espacios con huertas, plantas medicinales, viveros de flora nativa y la idea es asentarnos en la zona y capacitar productores en agroecología”

Tenemos el programa de Agroecología y Alimentos que está dedicado al desarrollo de nuestro centro de aprendizaje, creando espacios con huertas, plantas medicinales, viveros de flora nativa y la idea es asentarnos en la zona y capacitar productores en agroecología. La intención de este plan es poder avanzar hacia producciones sustentables. Queremos compartir una mirada integradora del vínculo que tenemos con el ambiente. 

Por último el programa más fuerte es el de Regenerando en Comunidad donde  trabajamos en reservas naturales de la cuenca del Río Luján desde la reserva de Pilar, Ingeniero Maschwitz, Tigre e Ingeniero Escobar. La idea es además de trabajar en las reservas poder ir creando nuevas áreas naturales para equilibrar un poco el ambiente. 

  • ¿Cuál es el impacto que han tenido? 

Al principio siempre traemos la idea de trabajar en lo local, con la comunidad cercana, reconociendo comunidades en cada zona. Cuando estábamos en San Isidro veíamos mucha basura y la gente se movía mucho en autos. Eso lo veíamos en la Universidad y cuando nos fuimos a Zona Norte vimos que faltan árboles, que la gente no tenía idea de separación de residuos ni de compostaje

“Con la producción de árboles nativos arrancamos con 500 plantas nativas y teníamos límites de todo tipo. Hoy en día estamos produciendo 7 mil plantas que van a parar a las reservas”

Junto con la comunidad vamos creando espacios. Por ejemplo este proyecto está trabajando en composteras comunitarias. Fueron más o menos 50 huertas comunitarias que se armaron en zonas aledañas a Zona Norte. Con la producción de árboles nativos arrancamos con 500 plantas nativas y teníamos límites de todo tipo. Hoy en día estamos produciendo 7 mil plantas que van a parar a las reservas. 

Creamos un vivero en una escuela que se llama Arcángel Gabriel y genera ingresos para dar becas a familias que no pueden llegar al aporte que necesita la escuela y estamos produciendo otras 3500 plantas. Estamos produciendo 12 mil plantas al año. 

La producción de alimentos que vamos logrando y lo que se va logrando de comercio justo es relativamente poca, por eso lo destinamos a conseguir ingresos para las personas que no alcanzan a cubrir las cuotas. 

“Hay árboles frutales, se pudieron cosechar cajones de limones, cítricos y demás y esos alimentos en parte van a venta para financiar el espacio y también a veces si hay una posibilidad podemos acercarlo a comedores de la zona”

La red de Comercio justo por un lado tiene un lindo impacto porque terminas siendo un nodo. Estamos en una sociedad de fomento en una zona que está buenísima porque hay gente que tiene poder adquisitivo y las producciones las canalizamos ahí. Tiene un impacto concreto y es enorme. 

La producción de alimentos en nuestro espacio es un espacio más educativo y experimental que de generación de alimentos a gran escala. Hay árboles frutales, se pudieron cosechar cajones de limones, cítricos y demás y esos alimentos en parte van a venta para financiar el espacio y también a veces si hay una posibilidad podemos acercarlo a comedores de la zona. 

Por suerte en Escobar se activaron proyectos de huerta impulsados por la sociedad civil abasteciendo de alimentos a barrios vulnerables lo que nos da a medida que se van cumpliendo estos roles nos permite descansar y ver qué otras cosas falta para acomodarnos a estos problemas nuevos. 

Hay un impacto que no lo tenemos medido en números pero tiene que ver con fortalecer las redes de agroecología compartiendo nuestro espacio para inspirar a productores de la zona para que puedan producir de manera sustentable. 

  • ¿Hubo un antes y un después de la Pandemia en relación al cultivo y estos espacios verdes? 

Hay una migración bastante grande que había arrancado antes de la pandemia y se profundizó durante este tiempo. Gente que se va de la ciudad con un ideal de vivir en un espacio más natural. En ese deseo la persona que viene de la ciudad tiene algo de conocimiento de un biodigestor, de construcción sustentable y eso está bueno porque a la a hora de ocupar el territorio termina teniendo menor impacto. 

“Hay muchas huertas en casas y eso se profundizó durante la pandemia, la gente miraba su jardín y le puso muchas pilas a poner frutales, composteras y armar su jardín con flora nativa”

Pero ese sueño choca con la realidad porque construir tu casa está encima de la naturaleza. Hay una problemática que se trabaja a nivel nación, provincia y municipio que tiene que ver con el diseño del límite territorial porque por más lindo que sea vivir en la naturaleza uno termina siendo parte del problema más allá de que compres o hagas tu huerta. 

Creció mucho el tema de los loteos, las cuestiones urbanas. Hay muchas huertas en casas y eso se profundizó durante la pandemia, la gente miraba su jardín y le puso muchas pilas a poner frutales, composteras y armar su jardín con flora nativa. 

De repente empiezas a unir el laburo que se hace en distintas zonas y te permite armar un biocorredor y te permite interactuar con los jardines. Vimos mucho movimiento durante la pandemia pero falta trabajar en esto por eso creamos esta formación. La gente tiene que relacionarse de manera armónica con los espacios naturales. 

  • ¿Cuál es la importancia de generar este tipo de espacios? 

Estamos en un momento de crisis climática y ambiental.  Desde el ambientalismo más duro se habla de un colapso de los ecosistemas, de un horizonte bastante oscuro con respecto a las generaciones más jóvenes. Me parece que hay que generar espacios donde podamos aprender a relacionarnos de una manera más armónica de verdad, generar experiencias concretas donde la gente tenga la posibilidad de vincularse con el ambiente y que entiendan que las acciones que hacemos generan un impacto alrededor. 

Si podemos lograr esa fibra para corregir nuestro impacto todo el tiempo. Hay que laburar mucho en todo eso. La participación de las personas en los proyectos es bastante baja en relación a lo que nos gustaría que ocurra. Falta un montón de compromiso así que creo que es un lindo mensaje para poder hacer el lugar para que nuestra rutina diaria tenga estas actividades. 

  • ¿De qué manera se puede ayudar a Germinar y de donde obtienen el financiamiento?

Germinar es una Asociación Civil, por un lado tenemos socios que se van sumando de a poco y el aporte económico y la participación ciudadana siempre está buena. Podes participar en las actividades y difundirlas es otra forma de sumarse. 

Después lo que tiene que ver con empresas tenemos un filtro bastante importante para ver de donde queremos recibir dinero porque hay mucho greenwashing dando vuelta y usan a las ONG para lavar culpas

Por eso ponemos un filtro a conciencia pero si nos interesa trabajar con empresas B y gente que esté haciendo las cosas bien que nos ayuda a todos los proyectos a poder escalar. 

Quienes deseen colaborar, acá tienen los llamados de acción de Germinar: 

  1. Programa de voluntariado
  2. Donaciones para plantaciones en Reservas Naturales
  3. Contacto para empresas que quieran sumarse como donantes: info@germinar.org.ar

En síntesis  | ONG Germinar

Año de inicio: 2014

Misión: Que el ser humano viva de forma sostenible y en armonía con el ambiente que lo rodea, respetándolo, adaptándose a sus características naturales y/o siendo actor fundamental en la regeneración del mismo junto a su comunidad.

Visiòn: Sensibilizar y concientizar a personas, organizaciones y gobiernos sobre la importancia de los espacios naturales para el bien común. Capacitar y proponer acciones concretas para la regeneración socio-ambiental. Ser protagonistas de la creación de una sociedad más consciente y respetuosa en su relación con el ambiente.

Principales acciones: Brindar capacitación en escuelas, barrios y empresas. Generar planes de reforestación de bosques con árboles nativos. Desarrollar viveros, espacios de huerta y compostaje. Generar consciencia sobre la necesidad de armonizar la acción humana con la naturaleza.

Programas: Regenerando en comunidad; Agroecología y alimentos sanos; Educación para la sostenibilidad.

Impacto (año 2021): (i) 1500 alumnos, docentes y directivos participaron en actividades y talleres; (ii) 2800 arbustos y herbáceas nativas de unas 50 especies fueron plantadas; (iii) 12 mil plantas producidas desde semilla; (iv) 20.500 kg de alimentos sanos entregados en nodo de comercio justo.

Visión a futuro: permitir el avance de emprendimientos en el país para reducir la tasa de desempleo. 

¿Cómo ayudar?: Programa de voluntariado

Donaciones para plantaciones en Reservas Naturales

Contacto para empresas que quieran sumarse como donantes: info@germinar.org.ar

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