Pasó la COP 27 realizada en Sharm el-Sheij (Egipto) y ya empiezan a caer algunas conclusiones referidas a los temas tratados en la Cumbre Ambiental más importante del mundo. Con la excelsa participación de funcionarios y especialistas referidos a la temática, el evento internacional busca generar compromisos para enfrentar el cambio climático.
Este evento internacional busca ser un punto de inflexión para que la comunidad internacional reaccione y se comprometa realmente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para frenar el cambio climático.
Días antes del comienzo del congreso, las autoridades ya habían dado a conocer que el eje central del debate sería la necesidad de reducir la temperatura global por medio de comportamientos innovadores impulsados en las principales ciudades del mundo. Sin embargo también se arrastraba un debate pendiente desde la pasada COP 26 en Glasgow en lo referido a la disminución de la utilización de los combustibles fósiles.
Los acuerdos generados el año pasado no tuvieron el consenso mundial, ya que en su momento Estados Unidos, China e India no solo se rehusaron a este punto, sino que incrementaron considerablemente el consumo. Esto no generó buenas vibras entre las autoridades de la COP que sin dudas aprovecharon esta oportunidad para resaltar las exigencias.
La novedad en esta oportunidad fue lo referido a los Fondos de Pérdidas y Daños para los municipios o gobiernos del mundo que se vean afectados gravemente por catástrofes naturales o inducidas por el calentamiento global. Esto se trata de un proyecto que viene siendo impulsado por cientos de alcaldes de todo el mundo que ven a esta posibilidad como una amenaza a sus economías y, por lo tanto, a la capacidad de avanzar hacia los ODS.
Desde Utopía Urbana repasamos algunos de los puntos más importantes para entender el programa mundial durante los próximos años.
Fondo de Pérdidas y Daños
Mencionado arriba, este punto fue el eje central de la COP 27. Una necesidad de todos los países del mundo que ya se enfrentan a las consecuencias del cambio climático. Desde sequías, hasta tsunamis o pandemias todos deben responder a los daños generados, pero no todos tienen la capacidad de financiar ese costo.
El foco está puesto en los países en desarrollo, entre los que se encuentran los latinoamericanos, que tienen un doble riesgo. Por un lado, por condiciones geográficas y ambientales son las naciones que más riesgo corren. Lógicamente, Centroamérica está en este lugar, ya que la cercanía a los trópicos y la posibilidad de mareas fuertes, terremotos o inundaciones se ha comprobado durante los últimos años.
Todo esto fue tomado con entusiasmo por los intendentes y alcaldes del mundo, que consiguieron que los países más desarrollados accedan a crear un fondo de este tipo. El principal impedimento durante muchos años, fue la negativa de las potencias de hacerse cargo de daños multimillonarios.
Sin embargo, con el paso del tiempo, estas mismas recapacitaron por dos ejes centrales. Por un lado, otro de los temas tratados en la COP 26 del año pasado fue la necesidad de los países subdesarrollados de recibir ayuda económica de los grandes países. Por otro, la necesidad de reducir este tipo de catástrofes para hacer territorios y ciudades más resilientes y resistentes a los cambios.
Si bien restan los detalles del documento y sobre todo conocer los acuerdos que se darán durante los próximos meses, desde la Unión Europea decidieron hacer una importante inversión para impulsar este fondo y cumplir con el compromiso asumido en 2021. El texto explica que se “decide establecer nuevos acuerdos de financiación para ayudar a los países en desarrollo particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático a responder por las pérdidas y los daños”.
Mitigación del Calentamiento Global
Lo científicos lo saben, la necesidad de implementar medidas que limiten el aumento de la temperatura global anual a 1,5° es cada vez más urgente. Sin embargo, los funcionarios y empresarios aún no parecen haberse enterado, ya que las emisiones de carbono siguen aumentando año a año de manera indiscriminada.
Sin embargo, lo charlado en esta COP27 indicó que pese a que aún se encuentran lejos de los números establecidos se ha mantenido la esperanza gracias a que, hace unos años el mundo se dirigía a un calentamiento de 4,5 grados mientras que hoy lo prevén en los 2,6 grados gracias a medidas tomadas o compromisos firmes ya hechos por los gobiernos.
En esta oportunidad ni la India ni China fueron instados a reducir las emisiones que, todo lo contrario a lo esperado, se incrementaron de manera sustancial durante los últimos meses. En este sentido solo renovaron el compromiso del año pasado.
Negativa para los fósiles
El compromiso de “Abandono Gradual” de los fósiles, principalmente del carbon fue algo que durante los últimos meses las potencias del mundo y los países con menor desarrollo también han empezado a mencionar dentro de sus planes ambientales.
Este año no hubo sorpresas en ese sentido, ya que todas los potencias insisten en la necesidad de abandonar los fósiles y girar hacia las energías limpias. Sin embargo, India, que ya se había mostrado en desacuerdo el año pasado, solicitó que se firme el abandono gradual del gas y el petróleo, propuesta que no fue aceptada por la comisión de países.
En la firma del documento llamaron a “suprimir las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles”, y “acelerar las transiciones limpias y justas hacia las energías renovables”.
De esta manera, los países más influyentes del mundo siguen profundizando en la transición hacia los ODS tomando medidas que les permitan avanzar hacia ciudades más ordenadas y urbanizadas con la implementación de la tecnología para el bienestar común.
Pactos Sudamericanos
Esta COP 27 tiene una gran importancia para los países menos desarrollados. América Latina, como ya hemos visto, forma parte de este grupo y, por lo tanto, rinde cuentas especiales sobre los proyectos y las necesidades a las que se somete para lograr esta transición.
Esta oportunidad, tanto Chile, como Uruguay y México han presentado sus avances en relación a la COP pasada.
Por su parte, el país trasandino presentó un refuerzo para su plan de Contribución Determinada a Nivel Nacional, con son los compromisos internacionales adquiridos por Chile para frenar el Cambio Climático. De esta manera buscan avanzar en la gestión de los residuos, la eficiencia energética y las aguas residuales.
México por su parte se comprometió a aumentar las metas de reducción de emisiones contaminantes para el año 2030, al pasar del 22% al 35% la reducción de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global.
En tanto, Uruguay, en la misma senda que México, se comprometió a reducir las emisiones del sector ganadero, una de las más contaminantes de la región. Desde que se implementó este plan se redujo en un 30% las emisiones de metano y aumentó un 90% la producción de carne, que se realiza en un 84% en pastizales naturales.