Las preocupaciones relacionadas al impacto ambiental del transporte no solo apuntan a la reducción de las emisiones de carbono generada por la combustión fósil. Otro gran desafío es la gran cantidad de residuos relacionadas con los Neumáticos Fuera de Uso (NFU), tema que es objeto de diversos estudios que buscan encontrar estrategias de reducción de daños.
Uno de ellos, que busca darle un valor agregado a estos residuos por medio de la implementación de la Economía Circular es el que han presentado por los consultores de la Cámara Empresaria de Medio Ambiente (CEMA): Witold Kopytyński, Luis Lehmann, Ariel Clebañer y Juan Pablo Sánchez. Ha sido titulado NFU: ARTÍCULO OPORTUNIDADES DE #ECONOMÍACIRCULAR PARA LA INDUSTRIA y fue presentado por el portal Gerencia Ambiental.
Como ya vimos en una nota previa relacionada al proyecto de Ley de Neumáticos Fuera de Uso (NFU), la problemática en el país se ha extendido considerablemente durante los últimos años hasta superar las 130.000 toneladas anuales acumuladas en basurales a cielo abierto.
Del total de estas toneladas, un 90% no recibe un tratamiento adecuado ni es utilizada para la generación de nuevos artículos por medio de la implementación de la Economía Circular. Ha quedado demostrado que esta problemática no solo afecta a las grandes ciudades como Buenos Aires, uno de los máximos generadores de este tipo de residuos en el país alcanzando las 40.000 toneladas anuales, sino que también afecta a todas aquellas regiones más pequeñas donde acumulan los NFU en rellenos sanitarios o basurales a cielo abierto.
De esta manera, los especialistas confían en la implementación de una economía circular que permita eliminar residuos y contaminación desde el diseño, mantener productos y materiales en uso y regenerar sistemas naturales. “De esta manera, promueve el crecimiento y el empleo, sin comprometer el medio ambiente y ofrece un marco de soluciones sistémicas para la expansión económica abordando profundamente la causa de retos mundiales tales como el cambio climático, la escasez de energía y materiales, la seguridad de las cadenas de suministro, la pérdida de biodiversidad, el incremento de residuos y de contaminación” expresaron..
Esta idea, en otras palabras, busca que, en primera instancia las distintas ciudades hagan un recorrido de reciclaje y que los NFU no queden dispersos en distintos lugares del territorio. Algo similar a lo que sucede en la industria del campo, donde si bien no se tiene una estrategia distinta en relación a la gestión de los neumáticos si quedan almacenados en los talleres y galpones, permitiendo que la basura quede colocada en un mismo lugar y no se encuentra desparramada en ríos, bosques o incluso el mar.
En lo que refiere a las ciudades, la realidad demuestra que aún se está lejos de los niveles necesarios para que esta política empiece a tomar relevancia e importancia justamente en esta etapa inicial: “Dado que los NFU se encuentran altamente dispersos, la recuperación del posconsumo es el aspecto a abordar en primer lugar estableciendo diversas opciones: sea en Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT), sea en gomerías, sea en empresas de transporte de carga o de pasajeros”, explicaron.
Alternativas para los NFU
Posteriormente hay diversos tipos de producciones posibles dentro del mercado. Por un lado, según explicaron los especialistas, hay productos de goma que “requieren calidades específicas tanto para la materia prima (insumo de otro proceso) como para los productos finales de estos procesos que pueden incorporar un porcentaje de granulados o polvo de goma”. Dentro de esta selección se encuentran el reconocido caucho utilizado en canchas de fútbol sintético, pisos de goma e incluso artículos de diseño basados en un modelo ecológico.
Sin embargo, los especialistas han advertido sobre la dificultad de este proceso por la necesidad de grandes inversiones para adquirir maquinaria e infraestructura que permita trabajar con ese material.
“Un polvo de goma o granulado fino, libre de impurezas como alambres y textiles, tendrá un costo de procesamiento diferente que el de las aplicaciones del mercado de asfaltos y cementos. El procesamiento para obtener polvo/granulado de goma libre de impurezas (alambres y textiles) está en el orden de USD 25/Tn, mientras que para el uso como combustible es del orden de USD 7/Tn”, explicaron en el informe. Además aseguraron que los usos de granulados requieren mayor inversión en tecnología y tienen bajas productividades.
Es necesario claro, que esta actividad sea articulada desde el Estado en conjunto con las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y la sociedad civil en general. De esta manera, los usuarios de vehículos entenderán sobre la necesidad de no descartarlos en cualquier lugar y los municipios harán campañas de recolección o pondrán puntos de acopio. Por su parte, las cooperativas llegarán a esos puntos estratégicos para empezar a trabajar la materia y pasarla a la siguiente etapa de la cadena del reciclaje, independientemente del uso que se le dé a ese material.
De esta manera podrán cumplir con el primer objetivo de la recuperación, que son los basurales a cielo abierto. “Los Municipios u otros actores privados, de existir interés, deberían en este sentido hacerse cargo de la contratación de los servicios de pre-trituración o trituración primaria para un transporte eficiente a los centros de procesamiento. Los diversos scraps industriales ya cuentan con mecanismos instalados de transporte. Cabe hacer más eficiente este transporte con una trituración primaria”, explicaron en ese sentido. La realidad indica que el recorrido aún es largo, pero la transición hacia un sistema económico circular abre un sinfín de nuevas posibilidades en el país, con un impacto ambiental directo evitando la contaminación de estos residuos pero también un impacto económico y social, generando nuevos empleos verdes en la región.
