Está claro que el transporte es uno de los principales contaminantes medioambientales en la escala mundial. Sin embargo su impacto ambiental no se reduce a la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), sino también a la gran cantidad de basura y chatarra que deja una vez finalizada la vida útil de los vehículos. Los Neumáticos Fuera de Uso (NFU) son una de las principales problemáticas actuales y algunos países han comenzado a legislar su tratamiento.
En Argentina, los NFU superan las 130.000 toneladas anuales que se acumulan en basurales a cielo abierto o incluso peor, se queman liberando el famoso “humo negro” que emite mercurio, plomo y dióxido de carbono generando grandes daños a la capa de ozono. Además se ha demostrado que es causante de graves enfermedades respiratorias.
Las estadísticas además indican que un 90% del total de esta cifra no recibe un correcto tratamiento y tampoco es utilizada para reciclaje. Esta problemática afecta directamente a las ciudades con más urbanización, donde la basura que no es tratada se acumula generando diversas problemáticas ambientales.
Buenos Aires es uno de los casos más emblemáticos, ya que allí se generan nada más y nada menos que unas 40.000 toneladas anuales de NFU. Por esta razón, diversas autoridades y funcionarios del país han empezado a buscar soluciones, ya que apelar a la degradación del caucho es algo impensado en el corto plazo, debido a que cada nuevo neumático que llega a un basural tarda unos 600 años en descomponerse totalmente.
Uno de los casos con más proyección en el país es el que tuvo su media sanción en el Senado de Argentina y seguramente tendrá su sanción completa en la Cámara de Diputados es el Proyecto de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la gestión de los neumáticos Fuera de Uso. La iniciativa impulsada por los senadores Alfredo Luenzo y Silvina García Larraburu, propone responsabilizar a los productores frente a la basura generada por los neumáticos producidos.
De esta manera se espera promover un equilibrio entre la riqueza generada por las empresas a partir de la explotación de los recursos naturales y su responsabilidad medioambiental. “Deberán constituir asociaciones sin fines de lucro a fin de llevar a cabo la gestión integral de los NFU”, expresa el cuerpo de la ley.
Además, uno de los puntos más importantes de este proyecto es que establece la obligación de los distribuidores de “recibir en forma gratuita los NFU para su posterior tratamiento y serían responsables de ingresarlos al sistema integrado de gestión en su carácter de generador”.
Estos generadores serán responsables de entregar los NFU a los productores, o en definitiva a un sistema de gestión autorizado, para “garantizar la recogida de los NFU en todo el territorio nacional y su correcta gestión, alcanzando a todos los eslabones de la cadena de comercialización y reutilización de los neumáticos”.
Tal como lo indica el nombre del proyecto, se pretende establecer presupuestos mínimos de protección ambiental para la posterior gestión de los NFU. Con ese apoyo, la Cámara de Senadores busca avanzar en un sistema nacional de tratamiento de este tipo de basura para reducir los riesgos e impactos negativos ya sea para el ambiente o la salud humana.
Esta normativa incluye todas las etapas de la cadena durante la vida útil del producto, ya sea su producción, uso, reutilización, reciclaje, valorización y tratamiento final. Para ello las empresas deberán desarrollar centros de gestión de estos residuos en las cercanías de las fábricas. Cabe mencionar que esta normativa no incluye neumáticos de bicicletas o triciclos.
El proyecto de ley viene a suplir la ausencia de la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), por la cual el fabricante debería asumir el compromiso de realizar un seguimiento hasta el final del ciclo de vida del mismo. Un ejemplo de esto sería una campaña de reciclaje de neumáticos por la cual el fabricante acepte los usados como parte de pago. Claro que la REP incluye otro tipo de productos.
Distinto es el caso en países de la región como Uruguay, Chile y Brasil donde el reciclaje forma parte de la vida cotidiana empresarial y las empresas están obligadas a hacer un recorrido de sus productos desde el momento de la venta hasta convertirse en basura. Allí se articulan los centros y campañas de reciclaje con conceptos de economía circular.
Uno de los conceptos más utilizados en este sentido es la trituración de los mismos para obtener el granulado de caucho que permite la fabricación de nuevos productos con un valor agregado.
Testimonios y repercusiones
Consciente de la urgencia ambiental que atraviesa el país, es que el Senador nacional Alfredo Luenzo declaró: “Es necesaria esta ley porque se generan 130 mil toneladas al año de residuos de neumáticos que terminan en basurales a cielo abierto generando contaminación e infecciones, como el dengue”
El senador chubutense explicó que un 90% de este material puede reciclarse y que es imperioso legislar esto en el país. “No existe ninguna ley que regule este reciclado que además es una oportunidad laboral para generar una nueva industria de reciclado en el país, lo que llamamos ‘empleo verde’”.
Por su parte, la Senadora de Río Negro, Silvina García Larraburu también se refirió a la importancia de “reducir la contaminacion ambiental y dar un uso racional a los neumáticos fuera de uso».
En la región rionegrina, reconocida por su actividad turística con centros como Bariloche y El Bolsón ha sido un ejemplo en este tipo de reciclaje con diversas campañas de concientización donde se han sacado del lago Nahuel Huapi, uno de los más importantes en la zona, unos 100 neumáticos del fondo.
«Tenemos que escuchar más a la ciencia y entender el alcance de las consecuencias de este tema. Se generan 130 mil toneladas de neumáticos fuera de uso, el 80% no se recuperan y terminan en el ambiente produciendo daños en la salud pública y la economía», concluyó.
Hoy por hoy ya son varios los municipios y ciudades que se enfrentan a esta problemática y empezaron a brindar opciones de reciclado para los NFU. Algunos casos puntuales son los de Corrientes, Zarate y Chajarí, que buscan reducir el caucho que contamina día a día. ¿Tu municipio recicla Neumáticos Fuera de Uso?