Ya con un pie fuera de la tormenta que dejó el Covid-19 con respecto a lo sanitario, se ha empezado a tomar nota de los efectos adversos que la pandemia dejó en otros aspectos de importancia central en la vida en sociedad. Uno de ellos, y quizás el más importante, es el factor educativo, que ha sido afectado en este último tiempo.
Por esta misma razón, conscientes de la dificultad para niños y jóvenes de la región para acceder al sistema educativo, especialistas de distintas organizaciones internacionales han elaborado decenas de informes para estudiar en detalle cuál fue el daño ocasionado en la región.
En ese sentido. el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en conjunto con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) presentaron el foro de “Educación para el Siglo 21 en LATAM: prosperar, competir e innovar en la era digital”, donde detallaron el estudio “Desde el terreno, la diversidad de los modelos de educación híbrida en la región».
Allí, como presentador estuvo Luis Prados, Director de Programación de la Casa América, donde tuvo lugar el encuentro. También estuvieron presentes diversos ministros y funcionarios de los países de la región en búsqueda de respuestas y herramientas aplicables a las incertidumbres planteadas por la pandemia, que vinieron a patear el tablero y a dejar en evidencia las crudezas desigualdades que atacan la región.
Prados, introdujo la temática con algunos pasajes sobre la importancia de la educación en beroamérica y más que nada post pandemia. “La diversidad de circunstancias y las desigualdades de la región y en el interior de muchos de los países que la componen plantean enormes desafíos que sólo podremos abordar con un mínimo de garantías de éxito si trabajamos en conjunto y ponemos en marcha mecanismos de cooperación”.
En ese sentido, se refirió a la labor de articulación entre los dos organismos internacionales y explicó: “El informe analiza la situación provocada por la pandemia que ha obligado a adoptar una nueva visión y a explotar las enormes oportunidades que ofrece la tecnología digital. Donde la conectividad es baja y el acceso a los dispositivos electrónicos muchas veces es limitado».
Una de las personalidades encargadas de explicar los resultados de estos informes, fue Mercedes Mateo, Jefa de la División de Educación del BID quien aseguró: «Sabemos que la pandemia ha tenido un impacto desigual en todas las regiones del mundo. De los 35 estudios rigurosos que hay sobre el tema, 32 argumentan pérdidas de aprendizaje. Lo que está pasando en la región no solo sucedió en la región, la mayoría de los estudios documentan un impacto importante en el aprendizaje de los estudiantes a nivel mundial«.
Si bien aconteció en todos los rincones del planeta, se trata de una cuestión que impactó de lleno en las regiones con mayor desigualdad, ya que la diferencia de este impacto ha dependido del nivel de resiliencia de los países y de los sistemas educativos. “La razón fundamental de esto subyace en la inequidad de los países de Latinoamérica y el Caribe«, aseguró.
«Sabemos que la región tiene tasas de jóvenes que ni estudian ni trabajan extremadamente alto. En promedio el 18%, es decir 1 de cada 5 jóvenes«, detalló con preocupación la mujer que agregó: “La mitad de los jóvenes de 15 años hoy en la región no entiende lo que lee, son analfabetos funcionales. Ese es el drama que enfrenta la región hoy en día. Uno de cada dos chicos en la región no entiende lo que lee, y si no se entiende lo que se lee no se puede aprender«.
Según expresó la Doctora en Ciencias Políticas, esto impacta de lleno en la capacidad de conseguir un trabajo a futuro y de obtener una carrera académica de calidad y ejemplifica con lo que sucede en el terreno de las matemáticas: “Solo el 40% de los jóvenes tienen las competencias básicas de matemáticas. Es decir que el 60%, más de la mitad, no puede adquirir otras competencias básicas como por ejemplo, pensamiento computacional«.
Además de las desigualdades y condiciones estructurales en las que impactó la pandemia -y generó una profundización- hay otra realidad que afecta de lleno al rendimiento académico en la región y es que América Latina fue el continente en el mundo que mantuvo cerradas las escuelas por una mayor cantidad de tiempo durante la pandemia y uno de los que menor tasa de participación en clases virtuales tuvo por parte de sus estudiantes.
“Un 50% de los estudiantes no estuvo conectado con las escuelas durante este tiempo, y por ende no estuvo conectado con las tareas y el aprendizaje. Además, de este 50%, el 22% no tenía acceso a internet en los hogares y el 19% solo tenía acceso a un dispositivo digital«, explicó Mercedes Mateo. Números que realmente impactan en las condiciones de la región y también la condicionan a futuro, teniendo en cuenta que, según estimaron en este informe “esta generación perdería hasta US$ 29 mil de ingreso a lo largo de la vida y eso tendría un impacto en las economías regionales de hasta el 17% del PIB”.
Los desafíos del futuro y el porqué de la educación híbrida
Otro de los especialistas allí presentes fue Andres Delich, Secretario General adjunto de la Organización de Estados Iberoamericanos quien intentó darle una perspectiva más positiva a la problemática educativa en la región. “Si bien dejó todo en evidencia, también abrió una gran oportunidad para la región, ya que el sistema educativo se vió obligado a innovar, a construir formas de ser resiliente y mantener el contacto con los chicos”, expresó.
“Hubo movilización en ese sentido y los medios digitales fueron uno de los instrumentos estrella, pero no los únicos y ni siquiera los más importantes. Hay una posibilidad de que los docentes impulsen aprendizajes con prácticas pedagógicas innovadoras, abre una multiplicidad de oportunidades en términos de contenido y en términos de forma de trabajo que hay que llevar adelante por medio de la formación docente”, se encargó de asegurar.
Sea como sea, si bien la ventana hacia una nueva oportunidad ha sido abierta, los números presentados por el BID son realmente alarmantes si se entiende que la educación es una de las principales llaves para abrir las puertas del futuro. Sin estudiantes no hay suficientes profesionales y sin profesionales no hay valor agregado.
El desafío en el sector de la educación invita a los especialistas a trabajar la educación desde un sistema híbrido, pero también a evaluar políticas públicas de reducción de daños para los años que se vienen, donde la merma en la educación dejará una brecha generacional difícil de cerrar.
Para Delich hay 4 grandes prioridades para la política: (1) Reintegración de los estudiantes a la escuela; (2) Abordar las pérdidas de aprendizaje; (3) Entornos de aprendizaje seguros; y (4) Transformar digitalmente los sistemas educativos. Es así como se abre la oportunidad de los modelos híbridos de educación, que tiendan a implementar una educación 4.0 de calidad, inclusiva y flexible, y que responda a las necesidades del siglo XXI, según el especialista.
En esa lógica, siguiendo la exposición de Delich, se podría avanzar a una educación que combine presencialidad que multiplica tiempo y espacio, junto a formatos de interacción con coherencia pedagógica y tecnologías; de la mano de docentes que impulsan aprendizajes con prácticas pedagógicas innovadoras. Simultáneamente se deberá acompañar con una gestión eficiente de procesos y generación de información estratégica para monitoreo y toma de decisión.
Según el diagnóstico planteado, el modelo educativo actual se encuentra frente a un momento de quiebre. Sin dudas hacia allí es donde apuntan los especialistas, pero de momento, nada se plantea como una absoluta verdad. Será cuestión de tiempo y de pruebas para determinar cuál es la mejor forma de continuar hacia adelante.