La gestión integral de residuos es un gran desafío y una gran deuda en la mayoría de los países. Por una parte la separación de los mismos, por otra el traslado y posterior tratamiento y por último el destino final de los mismos. El reciclaje, de la mano de la Economia Circular (EC), es la opción más necesaria.
Con la intención de agregar un valor agregado a los productos una vez que terminaron su ciclo de vida y se convirtieron en “residuos” y a su vez darles una nueva oportunidad dentro del mercado es que surge el concepto de la EC. Quien brinda más detalles al respecto es Luis Lehman, especialista en la materia quien la define como “un nuevo paradigma en la gestión de los recursos que intenta primero, a partir del diseño evitar que existan residuos y que estos materiales se queden dentro del proceso productivo la mayor parte del tiempo posible alargandola posibilidad de generar valor”.
Siguiendo esta lógica es que diversos municipios han empezado a implementar políticas públicas que buscan orientar la economía local hacia la circularidad para satisfacer una doble demanda. Por un lado el reciclaje y el cuidado medioambiental, por el otro la necesidad de generar empleo.
La ciudad de Córdoba es uno de los ejemplos más importantes en Argentina, con números récord en su implementación que a su vez es incentivada por los premios Córdoba Circular. Tal es el avance en la materia que la capital fue sede de la Cumbre Mundial de Economía Circular realizada a principios de 2022.
Otro de los municipios que busca lograr una transición hacia este nuevo sistema económico es Rosario, por medio del Sistema de Reciclaje con Inclusión Social. En esta ciudad, que es la tercera en población en el país, se aprobó un proyecto que promueve, en primera instancia, mejorar el reciclaje en la región, pero a su vez apunta a generar empleos como consecuencia de estas prácticas sustentables.
Si bien el principal objetivo es lograr reducir la cantidad de basura de la ciudad, el paso final es lograr instaurar una industria regional de objetos reciclados, como puede ser el caso de bancos para plazas municipales, como la fabricación de objetos de diseño con el plástico de las tapitas de gaseosa.
El que se refirió al respecto fue Juan Monteverde, concejal a cargo de la redacción del proyecto, quien aseguró: “Todos vemos los problemas que causa la crisis climática, tiene que ver con lo que estamos haciendo con el planeta. Para enfrentarlo, dejemos de pagar por tonelada de residuos. A partir de ahora, Rosario se toma en serio la cuestión del reciclaje, escalamos, asignamos presupuesto para las experiencias que hoy existen, incluimos a quienes estaban fuera del sistema, recuperadores urbanos (cartoneros y cartoneras) que son quienes más reciclan”.
Dentro de este proyecto se prevé la creación del “Área de reciclaje y Economía Circular”. Allí se espera que articulen las cooperativas con trabajadores del sector que realizan el trabajo de manera independiente. La intención de Monteverde es “agruparlos” para poder convertir este trabajo en una nueva realidad económica para la ciudad.
“Trabajo hay, lo que faltan son derechos. Cada uno hace su aporte para que los que hacen el trabajo de manera informal lo puedan hacer a través de cooperativas organizadas. Funciona hace muchos años en Capital Federal y también en Rafaela. Grandes y pequeñas ciudades, es hacia dónde va el mundo”, explicó.
El texto del proyecto aprobado prevé además darle un verdadero empuje a las experiencias de recuperación puerta a puerta; optimizar el funcionamiento del “Centro Ambiental de Tratamiento de Residuos” y crear nuevas plantas descentralizadas de tratamiento del material reciclable por distrito municipal; diseñar una política innovadora de recuperación e Higiene Urbana en Barrios Populares. “Para nosotros, la política no es solamente resolver problemas, sino también, y sobre todo, hacer una sociedad mejor. Porque hay muchas maneras de resolver un problema. Que cada vez producimos más basura puede resolverse haciendo un relleno sanitario más grande, mandando la basura a otra ciudad o hasta quemándola. ¿Y si en vez de seguir enterrando esas 800 toneladas diarias todas juntas, separamos lo que se pueda reciclar, agregamos valor origen, generamos puestos de trabajo y hacemos que lo reciclado vuelva a la industria como materia prima?”, cerró el edil.
