El cambio climático es una realidad innegable. Las ciudades, como grandes consumidores de recursos y generadoras de residuos, tienen un papel crucial en la mitigación de sus efectos. Buenos Aires, la capital de Argentina, consciente de este desafío, ha dado un paso audaz hacia un futuro más sostenible con la implementación de su Primera Estrategia de Economía Circular. Esta iniciativa busca transformar radicalmente la forma en que producimos y consumimos, reduciendo nuestra huella ecológica y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
Clara Muzzio, Vicejefa de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ha sido clara al respecto: «En lo que va de 2024: atravesamos la peor epidemia de dengue de nuestra historia con más del 50% más de casos que en todo 2023. En marzo, en un solo día llovió prácticamente lo que se esperaba que lloviera en todo el mes. A fines de enero Argentina fue el lugar más caluroso de todo el continente». Estos eventos extremos son una llamada de atención y demuestran la urgencia de adoptar medidas más sostenibles.
Por esta razón, la especialista se encargó de desnudar la urgencia tras la que corren los distintos ciudadanos de Buenos Aires y zonas aledañas: “Las ciudades concentran más del 50% de la población mundial, consumen el 80% de la energía generada y producen la mayoría de los residuos. Tenemos una responsabilidad clara. Hablar de cambio climático hoy es más controversial que hace algunos años. Pero a muchos el tema nos preocupa y nos llama realmente a la acción”.
Buenos Aires no hace oídos sordos a estas necesidades y desde hace ya varios años que empieza a tomar cartas en el asunto: “El Gobierno de la Ciudad hizo de este tema una de sus prioridades y estamos implementando nuestro tercer Plan de Acción Climática, con ambiciosas metas. Ya cumplimos el objetivo de reducir más del 50% de los residuos destinados a enterramiento, inauguramos 32 hectáreas del proyecto BA Costa con nuevos espacios verdes junto al río, sumamos espacio verde”.
En este contexto, hablar de Economía Circular es más que necesario en un mundo que se desmorona más rápido que lento. Por eso impulsar este modelo, que busca cerrar los ciclos de vida de los productos y minimizar los residuos, se presenta como una solución viable. Como lo ha expresado Muzzio, «Plantearnos el objetivo de virar hacia la economía circular, mejorar la forma en que se produce y se gestionan los procesos, adoptando prácticas sostenibles, es una manera clara de reducir el impacto ambiental y promover un desarrollo económico responsable».
El Plan de Buenos Aires: Hacia una Ciudad Circular
La Estrategia de Economía Circular de Buenos Aires tiene como objetivo principal transformar la ciudad en un referente en materia de sostenibilidad. Si se tienen en cuenta algunos de los vectores más controversiales en la contaminación citadina podemos encontrarnos al transporte, la industria textil y la generación de alimentos.
En conjunto, los 3 sectores estratégicos representan el 46,6% del consumo de agua, el 42,4% del consumo de energía y el 84,4% del consumo de gas en relación con las 14 cadenas de valor analizadas. A su vez, los residuos textiles representan el 4,65% del total de los residuos enterrados en la CABA, mientras que los desechos alimenticios el 43,6% Por parte de los residuos de transporte, se estima una generación anual de 14.000 toneladas de neumáticos fuera de uso solo en la CABA.
La necesidad es urgente y no hay vuelta atrás. Poder contemplar los cambios necesarios en este contexto es más que pertinente para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en los próximos años.
Fuente: Documento sobre la estrategia de Buenos Aires en la Economía Circular
En detalle:
- Alimentos: Fomento del compostaje, reducción del desperdicio alimentario y promoción de la agricultura urbana.
- Textiles e indumentaria: Impulso de la economía circular textil, con programas de reparación, reutilización y reciclaje de prendas.
- Residuos de transporte: Gestión sostenible de neumáticos fuera de uso y promoción de la movilidad sostenible.
Estas iniciativas no solo reducen el impacto ambiental, sino que también generan beneficios económicos y sociales, como la creación de empleos verdes y el fortalecimiento de la economía local.
Sectores Priorizados: ¿Por qué estos?
La elección de estos sectores se basa en un análisis detallado del impacto ambiental y económico de cada uno. Los alimentos, textiles y residuos de transporte son grandes generadores de residuos y consumen una cantidad significativa de recursos. Al enfocarse en estos sectores, la ciudad busca lograr un impacto mayor y más rápido en la transición hacia una economía circular.
Buenos Aires se posiciona como un líder en la adopción de prácticas circulares en América Latina. La Estrategia de Economía Circular es un paso audaz hacia un futuro más sostenible, donde la ciudad se convierte en un modelo a seguir para otras urbes del mundo. Al implementar esta estrategia, Buenos Aires no solo mejora la calidad de vida de sus ciudadanos, sino que también contribuye a la lucha contra el cambio climático y a la construcción de un futuro más justo y equitativo.
La Ciudad de Buenos Aires se encuentra en un camino hacia un futuro más sostenible, donde la economía circular sea reconocida como la base de nuestra prosperidad. Este documento marca el inicio de un viaje que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. ¿Podrán lograrlo?
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