La revolución hacia la electromovilidad está cobrando impulso a nivel global. Más vehículos alternativos a la combustión, nuevas tecnologías de baterías y políticas para alentar la transición sin la cara más visible. Pero también hay un aspecto menos conocido, por ejemplo las autopistas “eléctricas”, que están emergiendo como una infraestructura clave para respaldar esta transformación y permiten cargar a los vehículos eléctricos mientras se las transita.
Suecia, pionero en este campo, está marcando un hito al convertir una autopista en una carretera electrificada permanente. Esta innovadora iniciativa se presenta como un precedente significativo, especialmente en el contexto de la reciente ley de la Unión Europea que exige cero emisiones de CO2 en todos los coches nuevos para el año 2035.
En ese sentido, el ejemplo sueco le ha permitido ubicarse a la vanguardia con la transformación de la ruta europea E20 en una carretera electrificada. Esta autopista conecta estratégicamente los centros logísticos entre Hallsberg y Örebro, ubicados en el corazón de las principales ciudades del país escandinavo. La visión sueca es extender la red de carreteras eléctricas en 3.000 km adicionales para 2045, consolidando su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones.
FUNCIONAMIENTO DE LAS AUTOPISTAS
Las autopistas eléctricas permiten la recarga dinámica de vehículos mientras circulan. Tres métodos de recarga están siendo considerados para la autopista E20: el sistema de catenaria para vehículos pesados, la carga conductiva similar a una almohadilla de carga para smartphones, y la carga inductiva mediante una bobina en el vehículo. Estos enfoques no solo impulsan la movilidad sin combustibles fósiles, sino que también ofrecen ventajas como mayores distancias con baterías más pequeñas y evitan esperas en estaciones de carga.
ESTADOS UNIDOS Y SU PRIMER PASO
La electromovilidad está experimentando un auge sin precedentes en todo el mundo, y Estados Unidos se suma a la revolución. En ese objetivo, además de contar con un mercado que crece sostenidamente, ahora también lo traccionarán desde la infraestructura. Un ejemplo de ello es con la planificación de una nueva autopista electrificada, marcando un hito significativo en la transición hacia vehículos libres de emisiones.
En sintonía con la ambiciosa ley de la Unión Europea, Estados Unidos está dando pasos concretos hacia un futuro sin emisiones. Una nueva y emblemática autopistaestá en proceso de planificación para establecerse como la primera de su tipo en el país. Este proyecto se alinea con la visión de una movilidad sin combustibles fósiles, coincidiendo con la aprobación de la ley histórica en la Unión Europea.
La primera ruta con un tramo que contempla está tecnología en Estados Unidos está cerca del nuevo centro de innovación de Ford en Michigan. No obstante es un primer ejemplo acotado, ya que solo tiene una extensión de 400 metros y no puede cargar cualquier vehículo eléctrico. Solo está apto para aquellos especialmente modificados para recoger la carga de bobinas de cobre incrustadas en el pavimento.
DESAFÍOS ACTUALES Y OTROS PAÍSES QUE IMPULSAN
El Director de Desarrollo Estratégico de Trafikverket en Suecia, Jan Pettersson, destaca el desafío de mantener cargados los vehículos pesados y aboga por soluciones dinámicas. Un estudio sugiere que la combinación de carga doméstica y carga dinámica podría reducir el tamaño de las baterías en vehículos particulares hasta en un 70%. Además, se señala que electrificar solo el 25% de las carreteras suecas podría ser suficiente para hacer efectivo el sistema de carreteras eléctricas.
Pero estos casos no son los únicos. Otros países, como Italia, Reino Unido, e India, también están intensificando sus esfuerzos para implementar sistemas de carreteras eléctricas. Asimismo, Suecia ha establecido colaboraciones con Alemania y Francia para intercambiar experiencias en investigación y autoridad en este campo. La expansión planificada de 3.000 km de carreteras eléctricas en Suecia es un indicativo de la dirección que toma la electromovilidad a nivel mundial.
El compromiso global con la electromovilidad se refleja en proyectos como la “Arena del Futuro” en Italia, donde Stellantis junto a otras compañías ha desarrollado un sistema de carga por inducción para vehículos en movimiento. Este circuito, alimentado por una potencia eléctrica de 1 MW, demuestra avances significativos en la búsqueda de modos alternativos de carga para afrontar el aumento previsto de vehículos eléctricos.
Las autopistas eléctricas están allanando el camino hacia un futuro sostenible y descarbonizado. La iniciativa sueca, respaldada por la legislación europea, establece un estándar para la adopción global de sistemas de carreteras eléctricas. A medida que la electromovilidad avanza, la colaboración internacional y la innovación tecnológica, como la carga por inducción en movimiento, desempeñarán un papel crucial en la creación de un ecosistema sostenible para los vehículos eléctricos.
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