Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Descubre cómo Diego Rusticucci, destacado arquitecto especializado en planificación y gestión territorial, impulsa el debate sobre la necesidad urgente de estructurar los espacios metropolitanos para un desarrollo sostenible en Argentina. Desde su rol clave en la Sociedad Central de Arquitectos y su participación en proyectos y eventos nacionales e internacionales, el especialista reflexiona sobre una agenda integral para abordar los desafíos críticos del proceso de metropolización en este SXXI.

El sostenido crecimiento de las áreas urbanas hacia configuraciones metropolitanas plantea retos significativos en términos de gobernanza y desarrollo sostenible. Este fenómeno revela las dificultades que enfrentan los decisores para orientar estas regiones hacia un desarrollo equitativo, productivo y sostenible. Siendo la falta de articulación entre las partes y la mirada segmentada de las políticas, algunos de los problemas más conflictivos para su gestión. 

En ese sentido, uno de los especialistas que viene trabajando para acelerar el abordaje de estos conflictos en Argentina es Diego Rusticucci, destacado arquitecto-urbanista,  consultor en planificación y gestión territorial. Durante los últimos años ha emergido como figura en el panorama nacional, liderando el debate sobre la imperiosa necesidad de estructurar e institucionalizar los espacios metropolitanos para avanzar hacia un desarrollo equilibrado del territorio nacional. 

Es por esta razón que el especialista, en diálogo con Utopía Urbana remarcó la necesidad de una profunda revisión organizacional de los estamentos que integran estas regiones de hecho para propiciar un mejor desarrollo: “Es indispensable avanzar hacia una institucionalización de los espacios metropolitanos. Y fundamentalmente construir y consolidar esquemas de gorbernanza amplios y plurales. Esto implica que todos los actores de la sociedad estén involucrados”

Su vasta experiencia abarca diversas escalas territoriales, consolidándose como un referente clave en el ámbito metropolitano, que nos aclara: “Esos espacios van mas allá de los aglomerados urbanos, englobando diversas tipologías urbanas, periurbanas, rurales y activos medioambientales prefigurando regiones multifuncionales complejas. Es en esos contextos interjurisdiccionales donde confluyen los mayores índices de PBI, pero tambien de pobreza y emisiones GEI que requieren una urgente aprehensión”. 

Como Presidente de la Comisión de Planeamiento de la Sociedad Central de Arquitectos, ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de proyectos y políticas que aborden los desafíos de la estructuración metropolitana. Destacándose el compromiso con las agendas internacionales promovidas por ONU-Hábitat, como la NAU y los ODS. Con esta visión Rusticucci co-organizó con organismos internacionales y nacionales, el 1º Taller Metropolitano: “Ideas urbanísticas hacia una metrópolis inclusiva y sostenible”, el 1º Premio Metropolitano: “Hacia una metrópolis resiliente”, y este 2023, junto a Diputados Nacionales, Ciudadanía Metropolitana y ONU-Hábitat entre otros: “Hacia la Institucionalización de las Áreas Metropolitanas Argentinas” que cerró un proceso de trabajo amplio y federal para la conformación de un borrador de ley nacional para institucionalizar las áreas metropolitanas argentinas.

Por esta razón, desde Utopía Urbana conoceremos algunos conceptos destacados por el especialista para avanzar en la transición hacia la metropolización de las regiones del país. 

Para el especialista, según expresó en su reciente publicación para Café de las Ciudades “Reflexiones hacia una agenda de desarrollo posible”, la acelerada interdependencia y creciente incertidumbre de las dinámicas actuales desafían la gobernabilidad, debilitando su capacidad para equilibrar las demandas de la sociedad y las capacidades gubernamentales para resolverlas. 

En tanto, esta situación se ve agravada en América Latina y, específicamente, en Argentina, donde la población urbana supera el 90% y los asentamientos informales en áreas vulnerables requieren intervenciones prioritarias y una reflexión profunda sobre sus causas estructurales.

Los cálculos indican que para el año 2050 el 70% de la población mundial estará viviendo en entornos urbanos, por lo que el especialista plantea la necesidad urgente de abordar los desafíos de la estructuración metropolitana, que mitiguen el crecimiento no planificado que profundiza las asimetrías y las tensiones. 

En este contexto, las proyecciones indican que nuevas metrópolis surgirán cada dos semanas en los próximos años. Este crecimiento, junto con la concentración del 30% de la humanidad en alrededor de 2.000 metrópolis, subraya la importancia de replantear modelos de gestión, planificación e intervención para un mejor desarrollo. Este camino será indispensable para evitar riesgos ambientales y sociales, toda vez que el fenómeno metropolitano no va a ceder, entre otras razones porque es allí donde se produce cerca del 80% del PBI global pero también es allí donde se produce casi el 70% de los GEI que producen el cambio climático.

“Necesitamos construir inteligencia colectiva y gobernanza para diseñar los lineamientos generales y acciones concretas, a escala metropolitana, para abordar los desafíos de este SXXI. Como por ejemplo ecualizar variables como PBI y emisiones GEI que generan el cambio climático”, aseguró en diálogo con Utopía Urbana. 

Rusticucci parte de un diagnóstico claro a nivel urbano, por eso afirma: “Estamos creciendo mal: sin optimizar los recursos, en zonas vulnerables y desarticuladas. Debemos modificar esas tendencias avanzando hacia un modelo de producción territorial cada vez más resiliente, policéntrico, metabólicamente eficiente, inclusivo y también productivo”. En este último aspecto es enfático: “Perdidas de productividad implicaran cada vez más pobreza”.

Para Diego Rusticucci, es imperativa “la necesidad de abordar estas dinámicas complejas de manera integral, transformando la obsolescencia de los actuales dispositivos institucionales, la superposición de competencias y la falta de coordinación”. Es por ello que una amplia gobernanza democrática, con la solidaridad como principio, debe articularse con el rigor técnico para desplegar una debida planificación que minimice discrecionalidades y optimice las inversiones en estas áreas. Y hoy, será clave el rol que el sector privado pueda ejercer para su dinamización. Esta práctica resulta un verdadero desafío en nuestro contexto y por ello, mas allá de que pueda propiciarse ágil, estratégica y participativa, requiere tarscender el voluntarismo y contar con una fuerte apoyatura política.

En ese sentido, en su visión, un modelo metropolitano eficiente debería trabajar de forma integral las políticas en cuatro dimensiones básicas. “Coordinar los 4 componentes y objetivos esenciales del que podríamos denominar “genoma metropolitano”: la equidad social, la productividad económica, la sostenibilidad ambiental y el equilibrio de gobernanza”. 

Finalmente, La planificación física-estructural, que integra sistemas continuos y discontinuos para estructurar el territorio de manera interdependiente, emerge como una estrategia clave para reorganizar el territorio. “El saneamiento y puesta en valor del sistema medioambiental y el mejoramiento y completamiento del transporte público intermodal, entendidos como sistemas multiescalares, son elementos cruciales para un nuevo modelo. Ambos sistemas continuos, desplegados, permitirían visualizar las mejores localizaciones para redefinir o consolidar los usos del suelo y el desarrollo urbano. Y con ese marco, prever estratégicamente la incorporación de viviendas y los equipamientos sociales y económicos-productivos”.

En conclusión, el desafío de la estructuración metropolitana requiere un enfoque integral y colaborativo para superar tensiones, contradicciones e intereses sectoriales, lo que supone por un lado la predisposición colectiva de abordar lo complejo y por el otro de una robusta contraparte gubernamental. Pero es una necesidad insoslayable para evitar que en esas unidades espaciales sigan profundizándose las asimetrías, los contrastes y los efectos de fenómenos climáticos, económicos y sanitarios nos afecten cada vez con mayor virulencia.  

La planificación y la cooperación entre actores clave son fundamentales para construir un futuro metropolitano sostenible, equitativo y resiliente. Como suele remarcar Rusticucci, “Necesitamos más y mejor democracia”.

  • Perfil: arquitecto especializado en planificación y gestión territorial. Posee una amplia experiencia de trabajo en diversas escalas del territorio, destacándose cómo uno de los referentes nacionales en la promoción del debate sobre la necesidad de estructurar los espacios metropolitanos para el desarrollo.
  • Principales roles y actividades recientes: Presidente de la Comisión de Planeamiento de la Sociedad Central de Arquitectos.; Miembro del International Metropolitan Fellows y SAPLAT. Coorganizador, junto a ONU -Habitat, Metrópolis y otras instituciones nacionales e internacionales del seminario “hacia la institucionalización del las áreas metropolitanas argentinas. Encuentro realizado en el Senado de la Nación y que cerró un proceso de trabajo local que colaboró con la construcción del proyecto de Ley que se impulsará en la Cámara de Diputados de la Nación; Consultor del equipo que formuló el primer Plan de Acción Climática para el AMBA con financiamiento del Banco Mundial; Docente de los cursos sobre Gestión y Planificación Metropolitana que dicta el International Metropolitan Fellows.
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