Con un explosivo boom en tiempos de pandemia y un continuo y exponencial crecimiento durante los años posteriores, la Inteligencia Artificial (IA) no solo ha tomado un rol de preponderancia en los actualidades, sino que ya ha pintado el futuro de una manera algo abstracta, donde si bien sobreentiende que primará lo tecnológico, pero también se vislumbra un halo de misterio e incluso sorpresa.
Es que es tal el avance día a día, que lo que hoy es innovador mañana puede quedar obsoleto, tanto en lo relativo a los avances de la tecnología, la digitalización y los dispositivos asociados. La marcha de la innovación seguirá marcando la agenda y ello continuará transformando los cambios sociales a gran escala.
Conocemos muy bien las prestaciones momentáneas de la IA al alzarse como una fuerza formidable, capaz de transformar radicalmente nuestra sociedad y nuestras vidas. Pero… ¿serán los ángeles del futuro o más bien los demonios?
Eso busca resolver Mustafa Suleyman, co-fundador de Google DeepMind, en su próximo libro titulado “The Coming Wave: Technology, Power, and the Twenty-first Century’s Greatest Dilemma” (traducido al español: La próxima ola: tecnología, poder y el mayor dilema del siglo XXI), donde el especialista explora este fenómeno y advierte sobre los desafíos monumentales que conlleva la acelerada expansión de la IA.
¿QUÉ SERÁ DEL FUTURO?
Suleyman plantea que la IA tiene el potencial tanto para el bien como para el mal a una escala impresionante. Desde la democratización de la realización de tareas hasta la posibilidad de crear productos manufacturados a partir de materiales biológicos sintéticos, la IA promete revolucionar nuestra forma de vivir. Sin embargo, con estos avances también se presentan desafíos que podrían llevar a resultados catastróficos.
El cofundador de Google DeepMind resalta la “caída en picada del costo de la energía” que la IA promete, lo que implica que la capacidad de esta tecnología para ahorrar tiempo y resolver problemas estará al alcance de cualquiera.
Esto lleva a una democratización del simple hecho de hacer cosas, desde contratar asistentes virtuales para crear empresas hasta utilizar enjambres de robots funcionales para proyectos de construcción. Sin embargo, Suleyman también advierte sobre el lado oscuro de esta democratización.
EL LADO OSCURO DE LA IA
La democratización de la IA no está exenta de riesgos, y Suleyman plantea 4 aspectos preocupantes de esta revolución tecnológica:
- Efectos Asimétricos: la facilidad de acceso a la IA podría ser aprovechada para fines maliciosos. Suleyman advierte que cualquier hacker podría intentar atacar sistemas críticos, y la posibilidad de ataques letales mediante drones del tamaño de abejas no puede subestimarse.
- Hiperevolución: la IA tiene la capacidad de perfeccionar procesos de diseño y fabricación a una velocidad vertiginosa. Esta rapidez en las mejoras puede dificultar seguir el ritmo de los cambios y garantizar la implementación adecuada de salvaguardias, permitiendo la propagación de amenazas letales antes de que puedan ser detectadas.
- Omnicanalidad: La IA se convierte en una tecnología omnipresente, permeando todos los aspectos de nuestras vidas. Aunque ofrece ventajas significativas, también plantea la posibilidad de graves daños, ya que los malos usos serán tentadores y ampliamente accesibles.
- Autonomía: La IA tiene la capacidad única de tomar decisiones por sí misma, planteando preguntas éticas y morales sobre quién es responsable de las acciones y decisiones realizadas por sistemas de IA.
FUTURO ARTIFICIAL POSIBLE
Pese a la reflexión a las que nos invita Suleyman en su libro, cree en la posibilidad de un futuro artificial impulsando una serie de medidas que mitiguen los riesgos.
Él propone que, junto con los avances tecnológicos, debemos considerar el impacto en la sociedad, particularmente en el ámbito familiar. La IA puede brindar apoyo emocional y entrenamiento, desbloqueando la creatividad de millones de personas y generando un cambio significativo en la forma en que vivimos y trabajamos.
“The Coming Wave” ofrece una visión clara y convincente de lo que nos depara en el futuro cercano. Suleyman subraya que, si bien la IA tiene el potencial de beneficiar a la humanidad en múltiples formas, debemos estar alerta y tomar medidas proactivas para evitar las catástrofes que podrían surgir si no abordamos adecuadamente los riesgos asociados. Con la advertencia de Suleyman, queda en manos de la sociedad manejar responsablemente este poderoso y revolucionario avance tecnológico.
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