Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Este super proyecto arquitectónico brasilero aplica el concepto de diseño biofílico, aprendiendo de procesos naturales para aplicarlos en la creación de entornos artificiales más eficientes conectados a la naturaleza. Tiene relevancia internacional y su enfoque sustentable basado ayuda a brindar oxígeno y capturar carbono en las zonas más congestionadas de San Pablo

Cambiar los hábitos y costumbres sociales es la mayor necesidad urbana actual y de los próximos años, con vistas a mejorar la calidad de vida de las personas pero por sobre todo mitigar el impacto ambiental de las grandes ciudades y edificaciones. 

Para ello no solo basta con cambiar los elementos y recursos naturales empleados por la industria de la construcción, sino también avanzar en nuevos proyectos arquitectónicos que tengan este componente ambiental. 

Por eso, en el corazón de uno de los barrios verdes de mayor crecimiento en la ciudad de San Pablo, en Brasil, se erige una estructura que redefine el concepto de edificación urbana: la Torre Urupê. 

Diseñada por el estudio de arquitectura VBO Architecture (Victor Ortiz Architecture), esta torre única en su tipo presenta una forma distintiva de hongos y se alza como un emblema de la interacción armoniosa entre la naturaleza y la arquitectura moderna.

Sin embargo, la Torre Urupê es mucho más que un edificio sorprendente a primera vista. Representa un llamado a avanzar en el diseño y la construcción de estructuras en las grandes ciudades, abrazando elementos naturales y sostenibles. A medida que las ciudades crecen en densidad y tamaño, es imperativo que se adopten enfoques que combinan la funcionalidad urbana con la preservación del medio ambiente ejemplificando cómo estas dos necesidades aparentemente divergentes pueden converger de manera armoniosa.

INSPIRACIÓN FÚNGICA

La inspiración detrás de la Torre Urupê proviene de la naturaleza misma, específicamente de los patrones de crecimiento de los hongos que habitan en el interior de los troncos de los árboles. Este enfoque orgánico se traduce en la construcción a través de la incorporación de jardineras en todos los niveles de la torre. De manera similar a la resistencia y adaptabilidad de los hongos en su entorno, el diseño arquitectónico del proyecto busca unir elementos hechos por el ser humano con el mundo natural.

Las grandes jardineras dispersas en todo el edificio no son meramente ornamentales, sino que cumplen una función esencial en el ecosistema urbano. Estas “bolsas de vida” no solo añaden una belleza natural a la estructura, sino que también actúan como filtros de aire, proporcionan refugio para la biodiversidad y establecen un vínculo tangible entre los ocupantes y la naturaleza en medio del bullicioso contexto urbano. Al purificar el aire y fomentar la presencia de vida vegetal y animal, la Torre Urupê se convierte en un oasis verde en el corazón de la ciudad.

La Torre Urupê no solo es un ejemplo de diseño arquitectónico innovador, sino también una respuesta concreta al desafío del cambio climático. A través de estrategias como la reasignación de la vegetación, la creación de microclimas y el uso de materiales renovables, esta estructura representa un paso hacia un futuro más sostenible en la construcción de ciudades. Al abrazar el enfoque de diseño biofílico, se está demostrando cómo las estructuras pueden coexistir de manera armónica con el entorno natural, contribuyendo a la reducción de la huella ecológica de las ciudades y a la mitigación del cambio climático.

De esta manera,  la Torre Urupê se erige como un faro de innovación y posibilidad en la arquitectura urbana. Al fusionar el mundo natural con la construcción moderna, nos muestra un camino hacia la sostenibilidad y la coexistencia equilibrada entre la vida urbana y el entorno natural. Su impacto va más allá de su impresionante presencia visual: nos invita a repensar cómo las ciudades del futuro pueden ser forjadas en armonía con la naturaleza. ¿Conoces otros edificios de este tipo? 

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