Si hay algo que quedó claro durante los últimos años es que para tener viabilidad y futuro en el mercado mundial es necesario incorporar prácticas sustentables tanto en la producción como en la distribución de los bienes o servicios ofrecidos. En ese sentido, el sector de la construcción es uno de los más contaminantes, siendo uno de los principales apuntados para implementar medidas ambientales.
Desde esa perspectiva, es necesario revisar la forma de construir edificios y todo tipo de obras, la fuente de extracción de los materiales y la utilización energética. Sobre este último ítem, en algunos países del mundo han comenzado a utilizar maquinarias únicamente eléctricas para construir, pero es una realidad aún lejana para la gran mayoría del planeta.
En naciones en desarrollo, la realidad indica que hay que acudir a métodos más “artesanales” para reducir la huella de carbono. Entre ellos el reemplazo de algunos materiales de construcción como el cemento o el ladrillo por materiales de orígen sostenible como los reciclados o maderas recuperadas.
Además, otros elementos a tener en cuenta son las células fotovoltaicas y el uso eficiente de la energía por medio de calefacción y refrigeración pasiva, utilizando la iluminación natural para reducir las horas de luz artificial.
En Argentina ya han empezado a utilizar algunos de estos métodos en pos de descontaminar el sector de la construcción. Un caso destacables es el de la primera empresa nacional en desarrollar un sistema de ladrillos ecológicos, generados con polipropileno 100% reciclado.
Se trata de EasyBrick, que mediante esta técnica buscará reducir un 30% de los materiales utilizados en la construcción. Su intención “es reinventar la industria de la construcción y ser parte del nuevo paradigma de la economía circular, trabajando para que las obras sean cada vez más sustentables, aprovechando al máximo los recursos disponibles”.
Este sistema, similar al de un Lego, por su encastre y su contextura plástica, es conocido como Qualis. Tal como lo explica la comparación, se montan unos sobre otros buscando darle la estructura deseada. Pueden montarse y desmontarse con facilidad.
Desde la empresa aseguraron: “Gracias a su bajo peso y comportamiento estructural, estos ladrillos son ideales para obras rápidas, reduciendo notablemente los costos de flete, manipuleo en obra, energía… Además, asegura una durabilidad estimada en 100 años, gracias a su proceso de fabricación que se realiza por medio de inyección logrando que el polipropileno adquiera estabilidad dimensional. Versátil y adaptable a proyectos de construcción seca, los ladrillos son combinables con construcción tradicional, aplicable a industrias, viviendas, ampliaciones, reformas”.
Ya pasó su tiempo de pruebas piloto y llevan unas 200 obras elaboradas con más de 300 mil kilos de plástico recuperado, lo que equivale a unos 375 mil ladrillos. De esta manera, según los cálculos realizados, en el país se tiran a la basura unas 12 millones de tapitas diarias. EasyBrick, con todo ese plástico podría realizar unos 36 mil ladrillos por día, lo que alcanzaría para la construcción de unas 15 viviendas.
Los Easybrick tienen un tamaño similar a los ladrillos huecos convencionales (30cm x 15cm x 15cm). En base a ello, se necesitan unas 22 unidades por cada metro cuadrado.
En un comunicado, su fundador, Santiago Zenón, aseguró: “Tenemos más de 20 años de experiencia ofreciendo soluciones en tuberías y cañerías de PVC y PEAD para obras de desagües pluviales, mineras, drenajes, tendidos subterráneos, fibra óptica y telecomunicaciones, entre otros”.
En ese mismo sentido, María Eugenia González, directora de Relaciones Institucionales de EasyBrick, expresó: “Además de nuestros ladrillos EasyBrick, fabricados con polipropileno 100% reciclado, promovemos la utilización de paneles o calefones solares, productos eficientes que en definitiva, los ayuden a reducir costos”. La realidad indica que no solamente se trata de una oferta ecológica y ambiental, sino también de una alternativa mucho más económica para los usuarios que ya disponen de sus planos realizados. Se estima que el costo es de unos US$D 170 por metro cuadrado. Son ladrillos que no filtran agua y están preparados para soportar todo tipo de climas distintos acorde a lo necesario. ¿Te gustaría tener una casa de Legos?