Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Guillermo Peñalosa, reconocido urbanista del continente pasó por la reciente Smart City Expo de Santiago del Estero y dejó en claro algunos conceptos para pensar en las ciudades del futuro. Seguridad, tecnología y sustentabilidad como base. Conoce más acá.

En el marco de la segunda edición de la Smart City Expo llevada a cabo en Santiago del Estero (Argentina) se desarrollaron diversas e interesantes charlas coordinadas por los mejores pensadores del mundo a nivel ciudades. 

Utopía Urbana fue Media Partner del evento y estuvo allí presente. Por eso, en esta oportunidad repasaremos la disertación de Guillermo Peñalosa, fundador de 880 Toronto y especialista que ha llegando a trabajar con  345 ciudades alrededor del mundo. En esta expo, su participación fue una gran reflexión sobre “Ciudades verdaderamente inteligentes”.

Ese tema lo tiene como experto y así lo demuestra su amplio y sólido curriculum. Peñalosa fue seleccionado por Planetizen como uno de los 100 Urbanistas más transformadores, fue fundador de la organización Ciudades para Todos y en su país natal (Colombia) estuvo a cargo de Parques y Ciclovías de Bogotá, además de contar con un MBA de UCLA y Doctorado Honoris Causa de U. sueca, SLU.

En el evento reciente tuvo una exposición destacada que formó parte del primer panel de la exposición y no tardó en dejar un concepto más que entendible para quienes se consultan qué son las smart city: Las ciudades son realmente inteligentes cuando son equitativas, son sostenibles, son divertidas. A veces hablamos de ciudades inteligentes y cuando hablamos de ellas es importante tener en cuenta como hacerlas. Parece que habíamos aprendido a hacer ciudades, pero nos olvidamos, por darle prioridad a los coches y no a la felicidad de la gente”.

Ciudades verdaderamente inteligentes – Día 1

EL DESMEDRO URBANO

Es en este sentido que Peñalosa dedicó gran parte de la conferencia a explicar cómo las ciudades han caído en el desmedro urbano por culpa de darle la prioridad a los vehículos. “Destruimos las ciudades. Imaginense que fuimos destruyendo una por una todas las ciudades del mundo y todas empezaron a copiar lo que estaba pasando en Estados Unidos y pasamos de las ciudades que era para la gente a las ciudades que eran para los coches”, lamentó

Con el mito del orden y progreso, junto a la modernización y la tecnología como bandera, es que las ciudades se han ido adaptando a los cambios sugeridos por las potencias, que en la gran mayoría de los casos no pensaban las ciudades para las personas, sino que para las empresas de la construcción. 

Sin embargo, lejos de hallar la inteligencia de las ciudades en estos planes, es que Peñalosa avisó: “Lo que considero inteligente es un lugar donde los niños de 8 años puedan ir caminando a la escuela. Donde personas de todas las edades socializan en las veredas. Tenemos que pensar en la gente, en las personas de todas las edades. Las ciudades de la gente tienen tecnología para la gente, no gente para la tecnología”. 

Sin dudar de la tecnología como base del progreso, para el experto es necesario encaminar este desarrollo tecnológico hacia nuevos horizontes que estén destinados  a mejorar la calidad de vida de las personas y los habitantes del mundo. La tecnología nos ayuda en todo, en la movilidad, en la agricultura, en la educación. Nos puede ayudar a que la gente viva más feliz”, explicó. 

Estos cambios, sin embargo, no son para nada rápidos y posiblemente quienes están impulsando el cambio urbano en la actualidad no vivan para ver los resultados. Peñalosa está convencido de que los hombres deben elegir cómo vivir, y hacerlo es una responsabilidad gigante. “Lo que hagamos en estos años va a depender de cómo vivan los próximos cientos de años del mundo. Hemos venido construyendo ciudades donde los pobres no tienen ni parques ni trabajos. Casi todo lo que hemos hecho en los últimos 60 años no ha sido bueno”. 

“Venimos de muchos años de invertir en coches privados y nos damos cuenta que ninguna ciudad ha solucionado sus temas de movilidad. Tenemos que mejorar las ciudades que hemos hecho y empezar a hacer ciudades mejores. Para eso tenemos que planear de una manera radicalmente diferente”, hizo una autocrítica el especialista. 

TECNOLOGÍA COMO HERRAMIENTA

Para Peñalosa, la tecnología no tiene más fin que poder mejorar la calidad de las personas. Si no es por esta senda del progreso, Peñalosa cree que la tecnología no cumple su fin, pasando de ser una solución a un problema. “La calidad de vida hoy se ha vuelto el elemento de competitividad económica más importante. Los niños no solo se divierten jugando, también aprenden y se desarrollan”. 

Esto no solo se traduce en mejores procesadores o más tecnología, sino en la capacidad de habitar las ciudades por parte de las personas. “Cuando le dicen a las personas que tienen que cumplir con ciertos pasos diarios, es algo que no pueden hacer de manera segura porque más de un millón de personas mueren por accidentes viales en el mundo. Debemos bajar las velocidades”. 

Esto, según Peñalosa, sucede porque las ciudades no están pensadas en base a los ciudadanos y los grandes pensadores buscan impulsar más máquinas antes que más estrategias urbanas eficaces. “Lo podemos hacer, pero la prioridad deben ser las personas”

“No hay nada tan importante en una ciudad como las veredas. Las veredas son el símbolo de la civilización. No hay nada tan atrasado como darle a los coches la posibilidad de estar en las veredas. La tecnología nos ayuda, pero son las personas las que deben tomar la decisión de cómo construir”, concluyó Peñalosa. 

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