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Hacer robots con forma humana es un gran legado del diseño de los videojuegos. Sin embargo, se vuelve distinto cuando de la ficción pasan a la realidad, con la capacidad de responder preguntas, dar sugerencias o consejos o incluso asegurarse cargos dentro de una empresa. Esto ya está pasando. Conoce más sobre este desarrollo innovador.

La irrupción del metaverso y sus consecuencias sin dudas ha llegado para cambiarlo todo. Nos hemos acostumbrado a robots inteligentes que responden todo tipo de preguntas en cuestión de segundos y hasta prototipos capaces de hacer tareas que, hasta hace poco, eran exclusivas de los humanos. Pero esto no es todo utópico, parece ser que el futuro es algo más parecido a la ciencia ficción que a lo que hoy conocemos como realidad. 

Se trata de la creación de metahumanos, que tal como lo indica la palabra se trata del mix entre un bot y un humano, con las capacidades de cualquier tipo de robot pero con la apariencia de cualquier persona común. También son denominados humanos digitales o humanos sintéticos y pueden moverse e interactuar con las personas en diferentes situaciones. 

Si bien hay un sector que ya empezó a familiarizarse con estos bots, provenientes de los videojuegos y su capacidad de presentar experiencias, dar discursos o incluso de responder a una conversación por medio del machine learning, la realidad indica que se trata de un cambio fuerte y drástico en la sociedad.   

Pero esto va más allá de los chatbots que las grandes empresas o incluso gobiernos (el caso más conocido es el de Boti en Ciudad de Buenos Aires) instalan para dar respuestas a requerimientos de servicios e información por parte de la población por diferentes canales. Incluso también es un paso adicional respecto a los innovadores robots que replican actividades humanas como el caso de Atlas, que hace parkour y fue desarrollado por la empresa Boston Dynamics.

Todo esto se da dentro del metaverso que  es ni más ni menos que  ese espacio virtual donde los seres humanos han empezado a desenvolverse tanto profesional como socialmente, mediante avatars. En otras palabras, es la capacidad de, por medio de una representación virtual de uno mismo, poder acceder a reuniones, eventos musicales o museos lejanos, por citar algunos ejemplos. 

Los Metahumanos son utilizados en diferentes actividades que van desde la atención al cliente, hasta tomar atribuciones en el proceso de educación, atención de salud o bien como asistentes comerciales, por citar ejemplos. El que se refirió respecto  fue Juan Corvalán, director del Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quién en diálogo con el portal de noticias de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) aseguró: “Hoy yo puedo generarte una persona que no existe, hacerla hablar en Youtube y que vos le creas, que te diga que es el presidente de tal empresa. Se llaman metahumanos”. 

Sin embargo esto ha desatado algunos problemas referidos a la ciberseguridad, ya que hay muchas personas que quizás no conozcan estos métodos nuevos que pueden creer lo que se les plantea. En ese sentido el especialista explicó. 

“Los desafíos éticos de la IA se están empezando a acrecentar. Esto se está poniendo dramático, estamos recreando humanos y haciéndolos pasar por humanos reales, con lo cual el sesgo se amplifica porque el dato sintético o el dato simulado no parte de un dato real sino inventado, ficcionado, que puede tener inspiración en datos reales, con lo cual en este escenario el sesgo crece de manera exponencial”. 

Está de más asegurar que estos robots no tienen la capacidad de desarrollar sentimientos, como tampoco respirar o sentir dolor corporal. Ni siquiera un dolor de cabeza. Lo que sí, están programados para poder hablar, moverse e incluso interactuar con los humanos dependiendo de las necesidades para las que fueron programados. 

De esta manera, por ejemplo, un metahumano programado por una agencia de turísmo, a priori no estará capacitado para responder preguntas sobre deporte. Aunque claro, todo dependerá del software que tenga instalado. 

Cabe destacar que no necesariamente tiene que ser un robot palpable o “de la vida real”. Muchos de ellos funcionan por medio de computadoras o portales digitales, como el caso de Sama, el metahumano de Qatar Airways. 

Estos muchas veces están destinados a responder preguntas, dudas o incluso sugerencias de los clientes y se prevé que sean el futuro de los call centers e incluso de atención al público de locales de comida, donde apuntan a la creación de estos metahumanos para simplificar los procesos de selección. 

AMÉRICA LATINA SIEMPRE ESTÁ CERCA

Esta vez no se trata solo de una experiencia norteamericana o europea como ocurre en gran cantidad de casos, esta realidad también es palpable en América Latina bajo la forma de influencers metahumanos. 

De esta manera buscan poder bajar información sobre algunos temas de interés general como así también promocionar marcas a cambio de un rédito económico. Este es el caso de Daniella Moscarella, una metahumana creada por Jonathan Masmela , un emprendedor colombiano especialista en temas de metaverso y tecnología de realidad virtual y realidad aumentada desarrolló el primer metahumano de Latinoamérica.

Según explicó el hombre, espera generar conciencia sobre esta nueva tecnología, algo que se ha empezado a ver durante los últimos años, incluso hay artistas que operan bajo esta modalidad. 

Sin dudas la sociedad está frente a uno de los cambios más drásticos de la modernización y aquí es donde se abre el interrogante. ¿Realmente podrá la tecnología hacer un aporte significativo a la sociedad o hay que encender las alarmas de la preocupación ante la revelación de estos metahumanos? 

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