En busca de incentivar la transición hacia una movilidad descarbonizada, un senador de California en los Estados Unidos ha propuesto un proyecto de ley que quiere financiar con U$S 2 mil a todas las personas que busquen convertir sus vehículos de combustión interna a motores eléctricos.
Se trata del Proyecto 301, impulsado por el senador norteamericano Anthony Portantino, quien se comprometió a impulsar esta iniciativa apoyada por la Specialty Equipment Market Association (SEMA), organizadora del SEMA Show.
Medidas de este estilo han tomado impulso en distintos lugares del mundo, principalmente en aquellos que tienen la capacidad económica de hacerlo, pero por sobre todo, la capacidad técnica. El caso de los EEUU es uno de estos ejemplos, considerando no solo su actualidad económica, sino también su camino recorrido dentro de la electromovilidad, lo que les permite ofrecer soluciones masivas a la problemática.
En el caso de los países latinoamericanos, si bien la electromovilidad avanza a un ritmo más lento que en los países centrales, entre las baterías de medidas también algunas se orientan en este sentido. Un ejemplo es el caso de Chile que presentó un proyecto para convertir motores de combustión interna en eléctricos. Por otra parte, otra novedad reciente, tendiente a generar técnicos capacitados se dio en Uruguay que se convirtió en el primer país de Latinoamérica en aprobar una tecnicatura en movilidad eléctrica.
Para comprender la realidad económica del Estado de California cabe destacar los precios de acceso para este servicio. En la actualidad, para transformar un modelo de combustión interna en un vehículo eléctrico son necesarios unos U$S 14 mil, una cifra impensada para un sueldo promedio en Argentina.
Sin embargo, para aquellos que persiguen la iniciativa eléctrica en sus movimientos, se trata sin dudas de una alternativa mucho más económica, ya que un vehículo eléctrico puede alcanzar un precio de U$S 66 mil.
En caso de que este proyecto sea aprobado el senador impulsó la iniciativa para que el Consejo de Recursos del Aire de California regulará la transformación de los vehículos; definirá los solicitantes y los kits de conversión, entre otras cuestiones.
Este proyecto, si bien apunta a todos los vehículos, está destinado principalmente a aquellos modelos viejos que, por tratarse de tecnologías anticuadas a comparación de las actuales terminan contaminando en mayor medida. Modelos históricos como la Ford F-100 son uno de los más ofrecidos.
Sin dudas, junto a otros financiamientos que se han impulsado a nivel mundial, esta iniciativa propone descarbonizar el transporte en aquella región, siendo una prueba piloto para que pueda suceder en el resto del planeta. Habrá que ver si es rentable y si realmente esta iniciativa mueve la aguja ambiental. ¿Vos qué opinas al respecto?
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