Pioneros en el plantado de árboles y planes de reforestación urbana en Argentina, la Fundación Plantarse ha tenido una importante expansión durante los últimos años, sobre todo con posterioridad a la pandemia.
Gracias a ellos, decenas de importantes empresas de todo el país pueden compensar la huella de carbono de sus oficinas como también el consumo de sus empleados que realicen home office solo por el costo de un café en un bar.
Llevan plantados más de 20 mil árboles y se proponen alcanzar los 35 mil en el 2023. Para ello confían en la labor articulada con empresas y se apoyan en la creación del Club del Clima, que les permite brindar capacitaciones virtuales en todo el país y expandir sus límites más allá de la Capital Federal.
Como ocurrió con cientos de otros emprendimientos del país, la pandemia del covid-19 implicó una adaptación de las tareas y en muchos casos un crecimiento al tratarse de alternativas que tuvieron un impacto positivo ante las necesidades mundiales para lograr mitigar el Cambio Climático.
Dana Crosa, Coordinadora General de la Fundación Plantarse y encargada de la comunicación dialogó con Utopía Urbana y repasó algunos de los ejes centrales de la importante labor de la fundación. “Nos dimos cuenta que la huella en home office anual tiene el costo de un café. Nos parece que es algo que hay que comunicar y que las empresas lo deberían hacer”, explicó.
Sin embargo, desde la Fundación realizan diversas tareas de capacitación y formación tanto a la comunidad en general como a los empleados de las empresas. La creación del primer Vivero Plantarse dedicado a la conservación y multiplicación de especies nativas, para proyectos de reforestación de Plantarse y otras organizaciones aliadas.
Esto, junto a los proyectos realizados durante estos años, les permite tener un flujo continuo de arboles nativos por lo que su labor viene presentando un crecimiento exponencial que les ha permitido incrementar considerablemente la cantidad de árboles plantados.
Conoce más sobre la tarea de Plantarse en esta entrevista:
-¿Cuáles son los orígenes de Plantarse y cómo llegaste a trabajar para la Fundación?
La Organización se formalizó como Asociación Civil desde el 2009, aunque arrancó con sus actividades tiempo antes. La inició Mariano Padró, que es el Director hasta el día de hoy, con unas plantadas de árboles entre vecinos en Luján, de una manera autogestiva y a pulmón con gente que verdaderamente tenía ganas de plantar y reforestar.
“Originalmente se dió con las plantadas de árboles pero también se incorporaron jornadas de limpieza de costa, armado de huertas agroecológicas en escuelas y organizaciones sociales”
Organizaron y convocaron estas plantadas haciendo colectas, armando fiestas para poder ir a plantar en sociedad y a partir de ver que surgía un interés real en la convocatoria, se empezó a formalizar más el trabajo y empezó a articular con empresas y con el Estado en algunos casos para armar iniciativas con más estructura y formalidad.
Posterior a eso se empezaron a incentivar jornadas de plantado y voluntariado con una duración y un objetivo específico. Originalmente se dió con las plantadas de árboles pero también se incorporaron jornadas de limpieza de costa, armado de huertas agroecológicas en escuelas y organizaciones sociales.
-¿Qué tipo de proyectos realizan desde la Fundación?
El fuerte de Plantarse siempre estuvo vinculado también al voluntariado corporativo y de impacto socioambiental. Los dos pilares más importantes de Plantarse fueron las plantaciones de árboles, organizadas con voluntarios y el armado de huertas.
Yo me incorpore en 2017 a empezar a trabajar, al principio coordinaba actividades y ahora soy la Coordinadora General de la organización. Ya en el 2018 dejamos de ser Asociación Civil y pasamos a ser Fundación, lo cual nos permitió implementar otras iniciativas como hacer talleres, dar capacitaciones y organizar festivales.
Nuestro rango de actividades se va adaptando a los proyectos que van surgiendo y a las oportunidades que brindan. El financiamiento es de empresas, así que muchas veces vamos incorporando nuevas acciones a partir de la confianza que tenemos con las empresas. Por ejemplo el año pasado Fundación Telefónica nos dio la oportunidad de armar un vivero en Capital Federal para reproducir nativas y mandarlas a proyectos de forestación o incluso para nuestros propios proyectos.
“Por un lado hacemos voluntariado socioambiental, por otro lado capacitaciones online y presenciales de sostenibilidad. Desde el armado de huerta en casa, hasta taller de reparación de ropa”
Además, a raíz de ser una Fundación, pudimos inaugurar el Club del Clima, que es un proyecto de reforestación y compensación de emisiones que impulsamos desde el 2021. También nos permite organizar campañas de donaciones de empresas partner y también de particulares para plantar árboles en proyectos aliados que tenemos en todo el país.
Con esta modalidad ya plantamos 10.000 árboles desde el año pasado. Que es básicamente el doble de lo que plantamos durante todo recorrido de Plantarse en voluntariado.
En total llevamos plantados 20 mil árboles, de los cuales la mitad fue solo en el último año. Por eso este proyecto nos tiene muy entusiasmados porque también nos permite darle un impacto ambiental más fuerte a las actividades. A veces nos pide medir la captura de carbono de una plantación de 25 árboles y la verdad que es poco, en cambio tener la posibilidad de plantar mil árboles en las sierras tiene otro impacto.
Para resumir, por un lado hacemos voluntariado socio ambiental, por otro lado capacitaciones online y presenciales de sostenibilidad. Desde el armado de huerta en casa, hasta taller de reparación de ropa. También nos metemos en otras partes para abarcar bastante.
-¿De qué se trata la iniciativa Bosque Digital?
Surgió porque nos pasa que en todo este tiempo trabajamos en muchas iniciativas. Por año tenemos más de 100 actividades. Solo en octubre concentramos 700 voluntarios. Es una cantidad de gente que viene a las actividades y son muchas las actividades que hacemos y muchos los árboles que plantan los vecinos también.
“En un solo año se hicieron 15 bosques digitales y reunimos más de 10.000 árboles y claramente un indicador de que funcionaba la propuesta”
Con esto, nos pasó que vimos que podíamos hacer campañas de donación de árboles y destinar árboles para distintos proyectos. Este bosque digital es en cierto punto un bosque conceptual en el que nuestros partners y organizaciones aliadas pueden darle visibilidad a la cantidad de árboles que llevan plantados con nosotros.
Si entras al Bosque DHL, que es un bosque digital, te permite ver la historia del bosque con la captura de carbono proyectada y estimada. Nos pareció una buena manera de visibilizar las acciones que van haciendo nuestros partners y que dentro de las empresas se enteren. A veces no hay rápido acceso a estas cosas y tuvo muy buena recepción. En un solo año se hicieron 15 bosques digitales y reunimos más de 10.000 árboles y claramente un indicador de que funcionaba la propuesta.
Compensación y RSE
La pandemia ha significado un antes y un después en la gestión empresarial. La necesidad de hacerse cargo del consumo energético y de los consumos corporativos pusieron en el centro de la escena la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de las empresas como un factor hiper influyente para el éxito de las empresas.
Como una puesta de valor agregado más que necesaria para las futuras generaciones, las estrategias de compensación comenzaron a tener un foco importante en el mundo corporativo.
Desde Plantarse se dieron cuenta que no solo basta con compensar la infraestructura y oficinas privadas, sino que también se puede compensar la huella de carbono de todos aquellos trabajadores remotos.
-¿Qué estrategias de compensación tienen?
A partir de ciertos promedios que sacamos nosotros realizando relevamientos de distintas fuentes, por ejemplo en Argentina, la huella de carbono promedio general de cada ciudadano es de 8,5 toneladas anuales. Y se hace un cálculo para saber más o menos como compensar esa cantidad de toneladas emitidas y obviamente depende del tamaño de la planta, de donde la plantes, del ambiente de la especie.
“Además ofrecemos soluciones de compensación en casos de huella personal así como damos la posibilidad de compensar el home office de los empleados de las empresas”
Obviamente de la plantación también hay un índice de árboles que se van a morir y hay un montón de indicadores que nos permiten sacar un promedio y ver más o menos por donde vamos a ir.
Además ofrecemos soluciones de compensación en casos de huella personal así como damos la posibilidad de compensar el home office de los empleados de las empresas. En la huella personal por ejemplo está involucrada la dieta, el consumo en casa y otro montón de cosas.
“Nos dimos cuenta que la huella en home office anual tiene el costo de un café. Nos parece que es algo que hay que comunicar y que las empresas lo deberían hacer”
Para lo que es home office hicimos un recorte de la huella y vimos como por ejemplo, una persona los días hábiles, por la cantidad de horas que se trabaja una jornada laboral de 8 horas utilizando dispositivos como el aire acondicionado, la computadora y el celular emite una cantidad de carbono y en base a eso será su compensación.
Nos dimos cuenta que la huella en home office anual tiene el costo de un café. Nos parece que es algo que hay que comunicar y que las empresas lo deberían hacer, porque al fin de cuentas por lo que sale un café podes compensar la huella de carbono de tu empleado con solo trabajar con nosotros.
En el caso de algunas empresas lo que hacemos también es ofrecer la posibilidad de que nos pasen la factura de luz para sacar un promedio anual del consumo energético de las oficinas. Por ejemplo, en el caso de Despegar compensamos la huella de los más de mil colaboradores que tienen en Argentina y también del consumo energético que tienen.
Con Cruz del Sur por ejemplo diseñamos un plan de compensación de emisiones a partir de un modelo de cambio y las operaciones logísticas de esos camiones con los kilómetros recorridos y el combustible utilizado.
Hay otras empresas que nos piden involucrar vuelos corporativos entonces también se suma. Tenemos un promedio definido y después es obviamente lo que vamos sacando.
-¿Cómo se da el proceso de seguimiento de los bosques plantados?
Tenemos varias opciones. Los árboles que se plantan en Reservas Ecológicas son espacios que claramente cuidan y promueven la conservación de las especies. En ese punto sabemos que van a estar cuidados.
A veces tenemos proyectos donde son los propios encargados de hacerlo los que nos mandan las fotos y nos cuentan cómo van los árboles y nosotros les brindamos un asesoramiento para las personas que quedan a cargo de esos espacios.
Si es un espacio público sabemos que también se los mantiene y se los cuida y nosotros los vamos a visitar una vez por año de manera informal para chequear cómo vienen. En el caso de Córdoba el vivero que va a plantar los árboles se encarga también de mantenerlos.
-¿Cuál es el principal público que tienen desde Plantarse?
Estamos ubicados en Ciudad de Buenos Aires, lo que hace que nuestro enfoque sea más bien urbano cuando nos referimos a activismo y ambientalismo. Eso lo tenemos bastante afianzado y creo que también somos un referente en ese punto como organización. Cuando Plantarse arrancó no había muchas organizaciones plantando árboles y en ese sentido marcamos un poco el camino.
Sin embargo, durante toda la historia de la Fundación se realizaron eventos en todo el país pero son cosas muy puntuales, no son focos activos. Viene una empresa por ejemplo y nos pide compensar ciertas sucursales y tenemos la posibilidad de hacerlo. Pero no son focos activos, eso solamente en Capital y Córdoba por el Club del Clima que nos permitió tener un lazo muy fuerte y abrir otros puntos en todo el país.Como objetivos hacia adelante queremos sumar 15 mil árboles más para llevar hasta 35 mil árboles el año que viene que es un poco duplicar la apuesta de lo que venimos haciendo. Con el Club del Clima estamos tratando de encontrar otros lugares del país y poder hacer un seguimiento de todos esos cultivos, porque lo más difícil es poder sostener en el tiempo la iniciativa.