Con el paso de los años y la consolidación de un modelo económico de producción estandarizado, las empresas ganaron preponderancia en el plano productivo y comercial mundial.
Durante décadas fuimos testigo de una dinámica que atentó contra los recursos naturales sin que nadie más que un puñado de activistas denuncien sus actividades, siendo unos de los tantos responsables de la situación climática actual.
Sin embargo, hoy en día esto ha empezado a cambiar. Por un lado la regulación de las actividades corporativas como así también de sus responsabilidades y la necesidad de reconstruir reputación han obligado a las empresas a avanzar hacia un modelo sostenible y responsable de los recursos.
Claro que no es algo que solo dependa de esos factores, sino que también se ha incrementado una conciencia ambiental que hizo que las propias compañías quieran girar hacia estrategias de triple impacto, que son aquellas que, además de tener un valor económico, también tenga un agregado social y ambiental en sus tareas.
Uno de estos casos en Argentina de estas empresas es Las Quinas productores y exportadores de alimentos orgánicos certificados. Su fundador, Ricardo Parra, dialogó con Utopía Urbana y contó cómo fue el proceso de orientar la producción alimenticia en su pequeño pueblo natal General Las Heras, ubicado al noreste de la Provincia de Buenos Aires, a menos de 70 km de la capital argentina. Es que este emprendimiento promueve un cambio de estilo de vida y de enfoque productivo, a partir de la elaboración de alimentos sustentables y orgánicos siempre cuidando el medio ambiente y al consumidor.

“El propósito de Las Quinas es laburar con transformación energética, energías renovables, trabajar con la comunidad y con nuestro pueblo”, explicó el empresario. Entre sus productos se destacan el dulce de leche artesanal, la miel, las mermeladas y otro tipo de alimentos todos con la certificación orgánica nacional y la certificación de Empresas B.
Conoce más de su tarea en esta entrevista:
-¿Cómo surgió Las Quinas y cuál es el trabajo que realizan?
Vengo del mundo corporativo, siempre trabajé en el sector financiero. Desde muy joven estuve siempre metido ahí, pero en un momento de mi vida decidí salir porque me di cuenta que me encontraba muy joven en ese mundo y quería elegir otra cosa.
Me dio muchas herramientas y las aproveche, así que decidí emprender en General Las Heras, el pueblo más pequeño de la Provincia de Buenos Aires y empezar como primer paso por conectar con la tierra y arrancar de cero. Hice una tecnicatura en apicultura y como venía con un background de meterle a la corporación quise unir las dos cosas.
“Desde el primer día lo que siempre me planteé como objetivo es el de elaborar alimentos sustentables y orgánicos siempre cuidando el medio ambiente y al consumidor”
Así fue que a los pocos meses me encontré armando la sala de extracción de miel y empezando a mover y articular el trabajo que después terminó gestando Las Quinas.
Estamos en el mercado hace casi 20 años tratando de promover un cambio de estilo de vida y de enfoque productivo. Desde el primer día lo que siempre me planteé como objetivo es el de elaborar alimentos sustentables y orgánicos siempre cuidando el medio ambiente y al consumidor.
Esta sinergia con el pueblo hace que tengamos en cuenta la salud de las personas a la hora de elaborar alimentos porque no queremos que nada de lo que hacemos pueda afectar al pueblo en sí. De hecho hay una sinergia con Las Heras bastante interesante porque compramos todo acá, la gente que trabaja en Las Quinas es de acá, buscamos siempre darle un valor al pueblo.
Hace 18 años se certificó como empresa orgánica, algo que era raro en ese momento o al menos no era algo tan tenido en cuenta. Después empezamos a ver el tema de trabajar el dulce de leche porque ya estábamos nos habíamos consolidado y queríamos poder expandir.
Siempre buscamos escuchar y mirar a los consumidores, por eso logramos percibir que se venía una demanda de productos sin azúcar agregada y eso hizo que ya para el 2015 la gente empiece a ver los productos de otra manera y generamos mermeladas, dulce de leche y miel con una certificación de calidad importante. El propósito es ser rentables con una mirada más abarcativa. Aquí el catálogo de los productos.
-¿Crees que hay una mayor demanda de los consumidores por encontrar productos saludables?
En todo momento está ese interés y es cada vez mayor. Elaboramos alimentos porque nos gusta, no lo haríamos de otra manera porque creemos en lo que hacemos siempre con la mirada en que el consumidor es el que va a validar el producto. No me interesa tener un producto buenísimo si el consumidor no lo elige.
En ese sentido vemos que el mundo va a una baja de consumo animal, no creo que por unos cuantos años se lleve a un no consumo, pero sí una baja considerable.
El tiempo que se invierte en ir a comprar ropa o hacer una actividad que te guste no es algo que la gente le dedique a la alimentación. Generalmente eligen por precio o por marca o por moda, pero eso de a poco va cambiando.
Las Quinas: impacto ambiental y social
La lógica productiva reinante en el mundo promovió la concentración de la actividad y, en cierta medida, la legitimación de modelos extractivistas y altamente negativos para el medio ambiente y la gestión de los recursos naturales. Es que bajo este comportamiento, muchas de las empresas no tuvieron en cuenta el factor ambiental a la hora de desarrollar su actividad, por suerte Las Quinas no fue una de ellas.

-¿Qué medidas toman desde la empresa para reducir el impacto ambiental de la producción?
Para nosotros es un desafío producir con energías alternativas y para ello usamos paneles solares, además laburamos con ciclos de agua reciclada que permiten ahorrar considerablemente la utilización de este recurso.
“Hoy en día hay mucho menor consumo animal, mucho producto vegetal y saludable”
Por medio de la implementación de tableros de control hacemos un seguimiento de los índices de consumo de agua y de cantidad de energía producida y conducida. Eso nos permite agarrar un lote dentro de un rango horario y evaluar el consumo energético que nos lleva producir cada frasco individualmente.
Estamos convencidos de que este es el camino.Creo que el consumidor va a querer ir a un lugar seguro donde va a decidir si le gusta lo que consume o no y cómo se combina la producción con el entorno que lo rodea. Hoy en día hay mucho menor consumo animal, mucho producto vegetal y saludable. Muchos productos con una historia y un recorrido comprobable y el consumidor curioso siempre quiere validar la calidad de lo que compra. Menor consumo animal, mucho producto vegetal y saludable, mucho producto con historia comprobable y el consumidor muy curioso y queriendo validar todo.
-¿Qué significa para Las Quinas ser una Empresa B?
Siempre entendemos a la certificación como una validación de lo que hacemos. Es super valido que uno la tenga exclusivamente por un tema comercial,pero en nuestro caso es una búsqueda de que el consumidor entienda que lo que hacemos dentro de la ley orgánica decidimos certificar y consideramos que el sello en la etiqueta termina siendo un diferencial.
En el 2015 empezamos a recorrer el camino, lo logramos y estamos certificados desde el 2017. Aún habiendo sido de los primeros seguimos aprendiendo y siguiendo como funciona. En ese recorrido para nosotros, más allá de trabajar con pequeños productores con comercio justo, hoy empezamos a visualizar que hay ONG que tienen un lado productivo y para nosotros empieza a ser una necesidad involucrarnos con organizaciones que necesiten un formato de un oficio que tenga una salida laboral.
-¿Qué hace Las Quinas para avanzar en las tareas de triple impacto?El propósito de Las Quinas es laburar con transformación energética, energías renovables, trabajar con la comunidad y con nuestro pueblo. La gente que labora en la fábrica es del pueblo. Tratamos de impactar en lo social, estamos trabajando en una escuela rural de 300 chicos hijos de peones rurales colaborando con lo que es la apicultura y conservas y estamos trabajando con una comunidad de mujeres aborígenes siendo con la mirada de que termine siendo un producto visibilizado por una etiqueta y que permita una salida laboral con comercio justo. Lamentablemente es algo que no existe pero nosotros creemos que es el pilar para que pueda despegar el pequeño chico o mediano productor. Esperamos que muchas más empresas empiecen a transitar este camino de la sustentabilidad y el triple impacto porque es super necesario.