Las medidas restrictivas impulsadas por la Comisión Europea, que buscan que para el 2030 todas las automotrices tengan prohibida la venta de modelos de combustión interna también incluirá aquellas compañías de vehículos deportivos de lujo como Ferrari y Lamborghini. Las empresas que no deberán adaptarse son aquellas que venden menos de 10.000 vehículos anuales, como por ejemplo el caso de Aston Martin.
Quizás no entre en los parámetros que uno se imagina en un auto de carreras. Desde el 2030 ya no habrá tanto espacio para los amantes de los motores, acostumbrados a escuchar rugidos a cuadras de distancia, con una aceleración que despeina a quienes se encuentren detrás del escape. Estas empresas, por más coleccionables que sean, deberán adaptarse a las nuevas reglas si quieren sobrevivir.
Desde la Comisión Europea (CE) las reglas son claras: alcanzar la descarbonización para el 2030. Para ello no les tembló la mano y toda compañía que pretenda vender más de 10.000 vehículos anuales deberá conseguir para el 2026 una transición en la que al menos el 45% de los vehículos sean eléctricos y un 100% para el 2030.
Dentro de este contexto, si bien las ventas de la empresa italiana han bajado durante los últimos años, Ferrari ya presentó su plan de adecuación a las reglas internacionales establecidas por la CE. Para ello anunciaron que para el 2026, seis de cada diez vehículos serán eléctricos o alimentados por baterías (híbridos). Mientras que para el 2030 esperan que el 40% de sus vehículos sean eléctricos, otro 40% híbridos y solo el 20% responderán a vehículos de combustión interna.
La primera prueba piloto de la compañía fue un modelo Sport Utility Vehicle (SUV) con funcionamiento híbrido. De esta manera esperan acercar a su público, fieles amantes de los motores, a nuevas estrategias de movilidad sostenible. El primer vehículo eléctrico estará disponible para el 2025.
“Estamos muy entusiasmados con nuestro primer Ferrari totalmente eléctrico que planeamos presentar en 2025, y puede estar seguro de que será todo lo que sueñan los ingenieros y diseñadores de Maranello para un hito de nuestra historia”, expresó Ferrari en un comunicado. Se tratará del modelo F 175, el Ferrari Purosangue, que presentará dos variantes eléctricas.
Está claro que se trata de un desafío para la marca, pero también de algo que no depende pura y exclusivamente de su deseo, sino de una necesidad histórica de proteger el medio ambiente. Si bien es una posibilidad que los usuarios de Ferrari dejen de elegir la marca por el cambio fisiológico de su modelo, desde la empresa es un precio que están dispuestos a pagar.
Son conscientes del cambio necesario para preservar la calidad del aire en Europa y no dudan en adaptarse a las modificaciones. Creen que la ciudadanía también es capaz de adaptarse a estas nuevas realidades, por lo que son optimistas en cuanto a ventas. Si bien la pandemia redujo considerablemente la venta de Ferraris, esperan volver a los números acostumbrados en este 2022. Otra parte del desafío está en poder mantener la figura de los vehículos consiguiendo un armado armónico a la hora de ensamblar el motor y las baterías a la carrocería. Los especialistas ya han empezado a trabajar en innovadoras respuestas, teniendo en cuenta que en los modelos construidos hasta ahora las baterías van en la parte inferior del vehículo, algo que no podrá ser en este modelo por su aerodinamia y poca distancia al piso.