Muchos son los jóvenes profesionales que se replantean el objetivo de sus estudios una vez que tienen el título en la mano. En un mundo donde todo está escrito, quienes se animan a correrse de los estándares sociales y tallan en piedra su propia historia, son el orígen de historias de superación y cambio social. Uno de esos casos es el de Natalia Mazzei, mejor conocida como Eco Intensa por su masivo trabajo como divulgadora ambiental en redes sociales.
Abogada, especialista en materia ambiental y creación de contenido, combinó sus estudios a sus experiencias de viaje para darle un nuevo sentido al día a día. Lejos de dedicarse al derecho ambiental corporativo, llevó su conocimiento al lugar donde puede transmitirlo a sus seguidores y brindarles un mejor entendimiento de algunos procesos y leyes ambientales que han surgido en los últimos años.
Viajó por distintos países del mundo donde incorporó hábitos cotidianos sostenibles, conoció activistas de todo el planeta y, casi sin querer, su interés en la materia la llevó a crear su propio perfil de divulgación ambiental.
Todas estas experiencias fueron moldeando una nueva forma de percibir la realidad hasta el punto de transformar su visión sobre el consumo humano. Cada una de estas experiencias con el compostaje, reciclaje, veganismo y feminismo le dieron el cuerpo a su primer libro “Una vida sustentable: Ideas y consejos para cuidar nuestro planeta”.
Desde lnstagram, Natalia Mazzei trata de brindar información, consejos, dar a conocer puntos verdes y contagiar hábitos para generar una vida sostenible. Conoce más sobre esta activista argentina en nuestra nota:
-¿Cuál fue el click que te llevó a convertirte en una activista ambiental?
Estudié derecho entre el 2009 y el 2013. En 2014 me recibí, pero ya en el 4to año de facultad me pregunté por qué estaba estudiando lo que estudiaba. De repente no me considero materialista y sentí que el derecho estaba relacionado con eso. Mediar en las relaciones que tienen que ver con conflictos económicos entre partes. En todos esos conflictos no hay buenos o malos. Está lleno de matices.
Así que sentí que quería aplicar el título que iba a tener a un sujeto de derecho que sienta que se merece que viva de eso. Ese fue mi pensamiento y me di cuenta que ese sujeto era la naturaleza, pero sin tener una verdadera idea de lo que estaba hablando. Fue algo que sentí y me empecé a dedicar al derecho ambiental.
Terminé la carrera y tuve un traspié, venía con buenas notas y a último momento boché uno de mis últimos finales y me destruyó en perspectiva del ejercicio de derecho y le deje de dar importancia. Ya no me veía tanto haciendo esto. Son cosas que por algo pasan.
“No puede ser que haya todo tipo de plásticos dando vueltas y los animales marinos, incluso aves, coexisten con esta basura y no es algo natural. Somos los seres humanos quienes debemos hacernos cargo de esta situación”
Ahí me surge el derecho ambiental pero sin tanta seguridad de qué iba a hacer con respecto al derecho y empecé a averiguar y todo estaba muy relacionado a la asistencia a empresas. Ser abogada de empresas para que cumplan las leyes ambientales y no tengan problemas legales, pero eso no era lo que yo quería. Yo quería ser uno de los ambientalistas que están detrás de esto.
Si bien laburé varios años de abogada nunca tuve en cuenta lo ambiental hasta que con el paso del tiempo la experiencia fue dando orígen a Eco Intensa. Fue en 2018 que me fui 14 meses de viaje y viví cerca de la naturaleza, playa, trabajando con tortugas marinas, juntando basura en la playa y me empezaron a caer fichas del impacto ambiental de los residuos plásticos de los humanos.
Mi activismo empezó por ese lado de decir, che esto es un exceso de plástico, no puede ser que haya todo tipo de plásticos dando vueltas y los animales marinos, incluso aves, coexisten con esta basura y no es algo natural. Somos los seres humanos quienes debemos hacernos cargo de esta situación.
Ahí hice las primeras historias en mi cuenta personal, desde un lugar de compartir lo que estaba viendo. Empecé a tirar consejos que salieron de la nada, ni se me ocurría ser eco influencer y no tuvo mayor repercusión. Además tampoco estaba tanto tiempo con el celular y no le di continuidad. Fueron videos aislados, pero sembraron una semilla.
-¿Cómo fue volver a la Argentina después de una experiencia tan larga de viaje?
Cuando volví a Argentina fui a lo de mis padres y fui a tirar la basura y en el tacho vi residuos orgánicos con plásticos. Toda la vida había sido así pero me había acostumbrado a separar residuos. Sin darme cuenta incorporé ese hábito y vi que mis padres no lo hacían y dije “no bueno, necesito hacer algo”.
Sentía mucha responsabilidad en ese sentido y empecé a averiguar. Yo vivía en Lanús y no había puntos verdes ni nada. Entonces recurrí a las redes sociales y pregunté si alguien sabía dónde llevar residuos en Lanús, pero no tuve respuesta. Encontré uno tiempo después en Banfield, un municipio cercano. Yo venía guardando los residuos en el garaje porque no podía soportar la idea de que fuera todo a la basura. Una vez cada dos semanas los llevábamos, papeles, cartones, vidrios, metales, plásticos, todos los reciclables al punto verde.
Yo seguí mostrando toda la información que me llegaba y empecé a comunicarlo. Nadie me respondía pero sentía la necesidad de dar la información. Ahí pensé en ofrecer esto para que le llegue a alguien que sirva y eso hizo que en algún momento invente una cuenta nueva (Ecointensa). La gente empezó a preguntar y yo tenía la posibilidad de informar un poco más.
Ecointensa surgió de pedir perdón por ser tan pesada con este tema, pero era una necesidad. El ambientalismo se refleja mucho en mi vida y siempre he planteado que la sustentabilidad es una filosofía de vida. No solamente separar residuos o hacer compost o no comer carne. Empieza a espejarse en las relaciones con las personas. En algún momento voy a unir el ambientalismo con el derecho.
En ecointensa también veía las leyes y buscaba traducirlas para que la gente pueda entenderlas en videos de 5 minutos y me daba cuenta que ese es un diferencial copado.
-¿Qué visión tenés sobre la problemática ambiental actual? ¿Qué hay que tener en cuenta para avanzar hacia ciudades más sustentables?
Me cuesta pensar solo en una. Creo que el modelo de consumo que está relacionado al modelo de producción es el principal problema que tenemos. Nuestra economía gira para tirar cosas a la basura y comprar cosas nuevas.
“Tenemos que tener un cambio desde adentro donde entendamos que no se puede seguir consumiendo así. Que hay que lograr un cambio real para llegar a un planeta más sustentable porque seguimos alimentando ese círculo de extracción y contaminación de los recursos”
Se instaló tan fuerte ese deseo de consumir en la sociedad que demostramos quienes somos a partir de los objetos que tenemos y eso es un error. No alcanza con reciclar y compostar, tenemos que tener un cambio desde adentro donde entendamos que no se puede seguir consumiendo así. Que hay que lograr un cambio real para llegar a un planeta más sustentable porque seguimos alimentando ese círculo de extracción y contaminación de los recursos, un cambio en la mentalidad de consumo.
-¿Crees que Argentina está haciendo lo suficiente?
Creo que es una problemática mundial que no se reduce a Argentina. Nos falta seguir apostando a modelos distintos. Seguimos buscando petróleo y explotarlo. Estamos pensando hoy en desarrollar un nuevo pozo petrolero en el mar y eso lleva 20 años. Entonces no tiene mucho sentido si no se alinea con la tendencia mundial de migrar hacia energías renovables.
“Se sigue instalando ese discurso que dice que el ambientalismo es antidesarrollista. Dicen que frena la economía por reducir el consumo. Pero desde el ambientalismo buscamos migrar a los proyectos de triple impacto y la economía circular”
Todo esto tiene un impacto ambiental positivo de impulsar la economía sin arruinar el ambiente. Hoy en día el ambientalista todavía es tildado de loco, de alguien que va contra la corriente.
Se sigue instalando ese discurso que dice que el ambientalismo es antidesarrollista. Dicen que frena la economía por reducir el consumo. Pero desde el ambientalismo buscamos migrar a los proyectos de triple impacto y la economía circular, con producción sustentable realizada con material reciclado y la incorporación de materiales locales y sectores vulnerables.
-¿Cómo fue la experiencia de publicar el libro de ideas sustentables?
Se publicó en febrero de este año, lo escribí durante el 2021. Fue un proceso lindo, que no lo sufrí, me encantó escribir. Hice algunas presentaciones en Zona Sur y la primera presentación fue en Escalada en un centro cultural. Lo presenté en Bariloche también, que fue algo hermoso. Me pone contenta ver que a la gente que lo leyó le gustó. Es un libro de escritura simple, quería una lectura accesible porque estamos en un momento donde las redes sociales nos han quemado la cabeza y consumo contenidos cortos, visuales y efímeros.
No quería hablar difícil, quería que la gente lo pudiera leer en un día. Está escrito desde la experiencia y conocer ámbitos de la vida para encontrar soluciones. Ver que es lo que no funciona y cómo podemos hacerlo mejor. Tiene muchos tips, pero también relatos y pequeñas narraciones de esos momentos donde incorporé estos hábitos.