La llegada del hidrógeno verde a los programas económicos de los distintos gobiernos no solamente busca atender a la Agenda 2030 sino que también se perfila como una oportunidad empresarial. De hecho, este combustible verde, que se extrae a partir de un proceso de hidrólisis del agua, es catalogado por los especialistas en energía como el combustible del futuro.
Pero…¿qué es el hidrógeno verde y para que se utiliza? Este nombre es recibido por ser elaborado a partir de la producción de energías renovables, como por ejemplo la eólica o la energía solar, lo que lo hace completamente amigable con el medio ambiente. Sin embargo, para producir este combustible es necesario generar grandes cantidades de energía que permitan realizar el proceso de hidrólisis donde el hidrógeno se desprende del agua y es extraído por medio de un proceso limpio de químicos.
Sin embargo, aquí es donde aparece otro de los grandes limitantes de esta situación: el almacenamiento, ya que se requieren grandes capacidades de guardado una vez extraído este combustible.
Estas dos cuestiones son las que dificultan la utilización en masa de este tipo de combustible y la ponen en un horizonte lejano a la hora de masificar su producción. Aunque claro, esto no parece importarle a los especialistas que ya lo han catalogado como el combustible del futuro.
El por qué es claro. La utilización del hidrógeno verde significa nada más y nada menos que la reducción neta de al menos un 60% de gases de efecto invernadero (GEI) respecto del hidrógeno de fuentes no renovables de energía.
Sin embargo, analicemos un poco más de este combustible:
Cabe destacar que el hidrógeno verde es el único de los tres tipos de hidrógeno disponibles en el mundo (junto al gris, turquesa y el azul) que es totalmente sustentable ya sea en su utilización como en su producción, lo que lo diferencia considerablemente de sus productos primos.
Es uno de los primeros apuntados para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por las Naciones Unidos porque, gracias a este combustible se puede pensar en perseguir el claro objetivo de la descarbonización del planeta en pos de reducir la emisión de gases de efecto invernadero para respetar el compromiso de no superar el incremento de 1,5°C y combatir así el calentamiento global.
Si bien es cierto que aún no es utilizado a grandes escalas, la intención de cara al 2040 es lograr que este tipo de combustible sea el más utilizado no solo por el transporte personal, sino también por aviones y buses del mundo.
Situación en Argentina: el primer gran anuncio
Tras la COP26 que tuvo lugar el Glasgow a fines de 2021, el gobierno argentino, por medio de su presidente Alberto Fernández, estableció un acuerdo con la empresa australiana Fortescue para convertir la provincia de Río Negro en uno de los polos productores más importantes a nivel mundial.
La millonaria inversión de US$ 8.400 millones, propone a una de las zonas petroleras por excelencia como un polo sustentable a nivel planeta. Según el propio Ministro de Desarrollo Productivo del país, Matías Kulfas se trata de “la inversión internacional más importante de Argentina en el siglo XXI por su envergadura y transformación” y se espera que genere más de 15 mil puestos directos de trabajo y entre 40 mil y 50 mil indirectos.
Asimismo, el proyecto planea convertir a Río Negro en un polo mundial exportador de hidrógeno verde para 2030 con una capacidad de producción de 2,2 millones de toneladas anuales, que alcanzarían, por ejemplo, para cubrir el 10% de la energía eléctrica consumida anualmente por Alemania.
Más que un compromiso
Esto, que empezó a suceder a fines del año 2021, tuvo su correlato en acciones sucedidas a lo largo de este año. En primera instancia, el programa planteado por Nación tuvo su aceptación en la Legislatura de la Provincia de Río Negro. Es que los funcionarios rionegrinos aceptaron el megaproyecto que busca establecer a la región como uno de los polos productores más importantes del mundo.
Este proyecto será impulsado mediante una Zona Franca en la localidad de Sierra Grande y establece las condiciones para llevar adelante el proceso de licitación pública de alrededor de 625 mil hectáreas para la producción de hidrógeno verde.
Además, según explicó el legislador Sebastían Caldieron, se estableció la creación del Ente de Promoción y Fiscalización del Complejo Productivo y Exportador de la Zona Franca de Río Negro “Corporación Punta Colorada”.
Además, por medio de esta legislación se concederán las tierras necesarias para la producción de energía eólica que permita establecer la electrólisis por la que se extrae como resultado final el hidrógeno verde
“Tenemos un nuevo paradigma energético que es la búsqueda de energías limpias y uno de los nuevos vectores que está llamado a ser la energía del futuro es el hidrógeno verde, porque tiene la particularidad de generar energía sin la producción de gases de efecto invernadero”, explicó además el legislador.
Expandir fronteras: el segundo gran anuncio
Si bien el acuerdo principal que se dió entre la empresa australiana y el gobierno argentino significa una importante inversión para el país, no fue el único horizonte tenido en cuenta por los inversores. En ese sentido, Bahía Blanca, perteneciente a la Provincia de Buenos Aires, también se sumó a esta charla.
Reconocida por tener uno de los polos eólicos más importantes del país, que se observa a varios kilómetros de distancia, la empresa Energía Argentina (Enarsa) firmó un acuerdo con el Puerto de Rotterdam (Países Bajos) para producir en esos terrenos alrededor de 4,6 millones de toneladas de hidrógeno verde.
Se trata del puerto más importante del mundo, que busca crear un suministro para abastecer Europa y para ello necesita quien se preste a producir la energía para ellos.
Como la intención es avanzar sobre el proyecto de la forma más rápida posible, desde el Instituto Alemán Fraunhofer ya han realizado los estudios de factibilidad de un terreno de unas 200 hectáreas frente al mar donde se llevará a cabo el proyecto.
Desde Enarsa expresaron al respecto: “Es un enorme logro haber firmado este acuerdo, posicionando definitivamente a la Argentina como un actor central en la energía del futuro. Junto con el Puerto de Rotterdam, dimos un paso muy importante para afianzar una relación comercial que será fructífera para ambas partes”. En síntesis, el escenario parece propicio para empezar a dinamizar la generación de hidrógeno en Argentina. Se estima que recién para el 2050 se empezará a utilizar de manera corriente este tipo de combustibles en el país, mientras tanto, el rol de exportador también se empieza a dar desde un foco sustentable y amigable al medio ambiente. ¿Cuál crees que va a ser el futuro del combustible en el país?