Tanto diversas aplicaciones digitales cómo organizaciones de taxis del mundo han empezado a incentivar la llegada de la electromovilidad a sus flotas. En esta oportunidad, Uber se ha asociado a diversos gobiernos para invertir en centros de carga y apps inteligentes para gestionar de esta manera un servicio de cero emisiones.
Una de las potencias que más problemas tiene en relación a la calidad del aire es Londres, aunque también es una de las que más ha impulsado el desarrollo de políticas públicas, como por ejemplo un impuesto a quienes emitan combustión en sus vehículos. Esta misma razón es la que ha llevado a la empresa dedicada a la movilidad a establecer un acuerdo con el gobierno londinense.
En un comunicado oficial Uber anunció la inversión por £ 5 millones separados en tres distritos del norte y el este de la ciudad que estarán destinados a la instalación de 700 nuevos cargadores de vehículos eléctricos (EV) en las calles de Newham, Brent y Redbridge.
De esta manera, gracias a esta millonaria inversión, lograrán ampliar las redes de carga en la ciudad hasta un 8% mejorando el acceso para aquellas localidades donde les resulta imposible acceder a este tipo de estaciones de suministros.
El que aseguró que se trata de un gran paso hacia la sustentabilidad fue el Gerente General de Uber, Jamie Heywood, quien aseguró: “Los conductores a menudo me dicen que poder acceder a una carga confiable cerca de sus hogares es fundamental para tomar la decisión de cambiar a un vehículo eléctrico. Al enfocar la inversión donde más se necesita, estamos seguros de que miles de conductores más se cambiarán a la electricidad, lo que les permitirá beneficiarse de menores costos de funcionamiento y mayores ganancias en Uber”.
Con este impulso, no solamente lograrán aumentar la ganancia, ya que cargar electricidad permite una autonomía mayor, sino que también significará un costo menor a comparación con los combustibles fósiles. Además, buscarán reducir considerablemente la cantidad de emisiones de aquellos que pasan su jornada laboral arriba de un vehículo.
“Garantizar que todos puedan acceder a la carga de vehículos eléctricos provocará una transición masiva a los vehículos eléctricos y ayudará a impulsar a Londres hacia un futuro más verde”, explicó Heywood.
Desde Uber saben muy bien que los conductores profesionales de viajes compartidos son los que más rápido han adoptado los vehículos eléctricos en su flota, y durante el último año más del 90% de los nuevos conductores de Uber viajan de manera eléctrica, a comparación del 11,6% que se presentó en 2021.
Esto llevó a que la empresa realice un estudio de mercado para analizar que esta demanda de nuevos conductores se encuentra en el norte y del este de la ciudad, sabiendo que para incentivar aún más esta modalidad sustentable es necesario lograr fortalecer las regiones donde se empezó a generar el cambio. Estos lugares son Westminster, Kensington, Chelsea, Hammersmith y Fulham.
La empresa de viajes entiende que es altamente importante reducir la contaminación, por esa misma razón busca reducir lo máximo posible su aporte al calentamiento global, esperando lograr una zona de cero emisiones para el 2030. Una articulación de una empresa privada que empieza a dar sus frutos y llama a que otras empresas de este tipo se comprometan con el cambio climático.
Junto a esta iniciativa, planean, desde la empresa, que su aplicación solo sirva para vehículos eléctricos o que utilicen energías renovables para re-bautizarse como “Uber Green”. Esto se traducirá en un aumento del 13% para los conductores que manejen este tipo de automóviles pero a los pasajeros les costará lo mismo que un Uber normal.