Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Dialogamos con Marcela Mondino, Directora Programática en Argentina de Fundación Avina, una ONG latinoamericana que trabaja para contribuir al desarrollo sostenible en el sur global.

“Surgimos con un espíritu colaborativo, siempre trabajamos con otros actores siguiendo unos programas que guían nuestras acciones. Los programas los definimos en función de las problemáticas que consideramos relevantes abordar para que el mundo sea más sustentable” afirma Marcela con su delicado tono de voz, al respecto de los ejes de acción de Fundación Avina y la red solidaria que conforma.

Marcela Mondino es Directora Programática en Argentina para Fundación Avina, una fundación creada en 1994 por el empresario suizo Stephan Schmidheiny con el objetivo de aportar al desarrollo sostenible. 

En 2001, la organización reorientó sus proyectos para implementarlos en la región de América Latina y actualmente se está extendiendo por países del sur global, especialmente de África, logrando presencia en 20 países.

Avina cuenta con diferentes programas alineados a los temas que considera prioritarios en la región, como el acceso al agua, la acción climática, el reciclaje inclusivo, los biomas como el Chaco americano y la Amazonia, la innovación política, ciudades sustentables, migraciones y finanzas sostenibles” describe Marcela, dando cuenta de la gran variedad de problemáticas sobre las que trabaja.

En el programa de Reciclaje Inclusivo, por ejemplo, Avina impulsa una nueva visión para la gestión de residuos, con foco en la recuperación y el reciclaje por parte de recicladores registrados formalmente, para consolidar la Economía Circular.

Por otra parte, su programa de Innovación Política está diseñado para contribuir a la consolidación de una democracia que redistribuya el poder e incluya a la sociedad, que promueva los derechos humanos y que cuide al planeta.

La colaboración multisectorial, un pilar

A la hora de desarrollar sus proyectos, que varían mucho dependiendo de la temática y las comunidades implicadas, Avina genera alianzas y articulaciones con distintos actores para trabajar en conjunto y en pos de un objetivo común.

En primera instancia, la fundación se relaciona con las comunidades destinatarias del proyecto para conseguir un verdadero impacto y diseñar soluciones adaptadas a cada territorio: “somos una institución de terreno. Trabajamos con las comunidades y con ellos desarrollamos los proyectos. Juntos definimos las prioridades y trabajamos en conjunto, como en la región chaqueña o con los recicladores” señala Marcela Mondino en este sentido.

Por otra parte, al respecto de su vínculo con el sector público, la Directora Argentina afirma: “Trabajamos mucho con los gobiernos locales, que tienen un rol importante en las iniciativas porque permiten institucionalizar las prácticas con sus programas y las políticas públicas. Además son relevantes a la hora de la escalabilidad de los proyectos y para garantizar que tengan un impacto positivo.

Otra pata fundamental de las iniciativas de Avina son las alianzas con empresas y ONGs: “Tenemos alianzas con muchas empresas porque creemos en el trabajo articulado con otros, eso está en nuestro ADN, y dentro de “otros” están todos los sectores que quieran encontrar una solución a los desafíos de la sustentabilidad”, remarca Marcela con énfasis. 

“Creemos en el trabajo articulado con otros, está en nuestro ADN”

Avina da mucho valor a los vínculos y la amplitud de sus alianzas, que intenta forjar y mantener a pesar de las diferencias circunstanciales que surjan en el proceso. Las alianzas suelen ser específicas de los programas y se corresponden al interés de las actores en cada iniciativa.

“Este es un proceso de cambio que como humanidad lo estamos construyendo, estamos todos participando y aprendiendo, y el sector privado también está teniendo un rol interesante”, destaca Marcela.

La innovación como motor de ciudades resilientes

El programa Ciudades Sustentables es una de las mayores apuestas de la fundación en los últimos años y viene dando buenos resultados. Se trata de un plan diseñado para que las ciudades de la región implementen soluciones concretas en línea con los objetivos de la Agenda 2030 relacionados a promover la igualdad urbana y resiliencia.

Este programa cuenta con el apoyo de BID Lab, Resilient Cities, ONU Habitat, entre otras organizaciones interesadas en el desarrollo urbano sostenible, que promueven estas iniciativas alrededor del mundo.

“Lo que nos propusimos como desafío es colaborar para que las ciudades sean más resilientes, reducir no solo el estrés que genera el cambio climático sino el estrés crónico de las ciudades. Mejorar la empleabilidad, la sustentabilidad en la movilidad, la seguridad, es un significado amplio de resiliencia. Queremos colaborar con las ciudades para promover la participación del sector privado y encontrar soluciones”, explica Marcela Mondino acerca del proyecto, que con los años fue creciendo en participación de las gestiones locales.

“Nos propusimos como desafío colaborar para que las ciudades sean más resilientes”

Actualmente Avina desarrolla este proyecto en conjunto con 10 ciudades de América Latina (Córdoba, Buenos Aires, Montevideo, Asunción, Salvador de Bahía, entre otras) y tiene una metodología de trabajo bien definida.

A partir de una reunión con el gobierno local y entidades privadas interesadas, se identifican las problemáticas a resolver y se abren desafíos para encontrar soluciones innovadoras de triple impacto (social, ambiental y económico) generalmente basados en la economía circular.

“Un ejemplo puede ser la recuperación del desperdicio textil y la generación de nuevas telas, la creación de nuevos materiales a partir de vidrio de obras o la recuperación de las chinampas en México. Durante la pandemia pusimos mucho énfasis en la reactivación económica con la economía circular, impulsando la creación de granjas urbanas por ejemplo, relata Marcela demostrando las grandes posibilidades de producción que ofrece la economía circular.

“El gran desafío de estas innovaciones es que realmente alcancen la escala para generar impacto”

Para cada desafío detectado por los gobiernos locales junto con Avina y sus aliados, se propone la presentación de distintas soluciones apoyadas en la innovación para acompañarlos y lograr que desarrollen un modelo de negocios sólido.

“El gran desafío de estas innovaciones es que realmente alcancen la escala para generar impacto, ahí el modelo de negocios es clave. Entonces acompañamos todo el proceso de implementación de las innovaciones para que desarrollen los modelos y generen condiciones para conseguir recursos y alcanzar la escala”, explica la Directora argentina de Avina. Este proceso de incubación de los emprendimientos es determinante a la hora del éxito de las iniciativas y para conseguir una incidencia real.

Según Marcela, el sector privado es un activo participante en este proceso para buscar soluciones, ya que “el negocio en sí mismo demanda generar otro modelo de desarrollo económico y tener una mirada social sobre cómo se produce”.

Además, respecto al vínculo con los gobiernos locales en estos proyectos, Marcela destaca que “luego de que los gobiernos definen los programas y políticas, a veces les cuesta generar acciones concretas. Y en esta articulación logramos definir e implementar acciones muy concretas donde evaluamos cómo aporta la solución a la resiliencia de la ciudad, entonces el gobierno local las puede tomar como propias”. 

El proceso colaborativo donde todo nace

Todo proyecto llevado adelante por Avina se encuentra enmarcado por los Procesos Colaborativos de Cambio, que son su eje central y un modelo de trabajo empleado y perfeccionado por la organización a través de los años. 

Según el modelo, estos procesos, para ser efectivos, deben contar con 5 componentes esenciales que interactúan y se refuerzan entre sí: el capital social, la visión unificadora, la agenda de acción compartida, la innovación y la incidencia.

La forma en que Avina actúa sobre los Procesos Colaborativos de Cambio lo denomina ColaborAcción.

En relación a estos elementos del proceso, Marcela Mondino explica que “cada una de las instituciones tiene un propio capital social sobre el cual se producen los diálogos a partir de una idea general. Allí se define una visión unificadora y se establece lo que queremos hacer juntos, osea la agenda de acción compartida”.

“La pandemia reforzó la necesidad de repensar nuestros modelos de desarrollo urbano y todo lo que implican”

En estos procesos colaborativos, “cada gobierno tendrá interés por sus programas, Avina en la búsqueda de incidencia en la sustentabilidad y la empresa en la búsqueda de mejorar sus procesos productivos, por ejemplo, y es súper válido”, dice Marcela, consciente de las diferencias en los intereses de cada actor participante, que se potencian al ser complementarios.

A partir del diseño de la agenda de acción compartida, se utiliza el modelo de la innovación para seleccionar y acompañar a las soluciones por 8 meses en busca del modelo de negocios. Otro elemento clave del camino que, como resultado, busca generar incidencia en la sociedad y ser relevante para el desarrollo sostenible.

“La pandemia reforzó la necesidad de repensar nuestros modelos de desarrollo urbano y todo lo que implican. Vamos a seguir trabajando en esta línea, con los gobiernos locales y empresas y con innovaciones que recién nacen. Queremos seguir ampliando esta agenda y Avina está siempre atenta a nuevas oportunidades”, columna Marcela, que es parte de un proceso colectivo que promete seguir creciendo y sumando socios en esta red solidaria que conforma Fundación Avina.

En síntesis

Fundación Avina

  • Año de inicio: 1994. En Latinoamérica desde 2001.
  • Misión: Desde el sur global impulsar procesos colaborativos que generen cambios sistémicos en favor de la dignidad humana y el cuidado del planeta.
  • Principales acciones: programas de impacto social y desarrollo sostenible relacionado al acceso al agua, la acción climática, el reciclaje inclusivo, la conservación de biomas, la innovación política, ciudades sustentables, migraciones y finanzas sostenibles.
  • Impacto y alcance: presencia en 20 países del sur global con una red de más de 8 mil aliados, con 75 profesionales y 10 equipos programáticos. 25 mil recicladores formalmente incluidos. Acceso al agua para 3 millones 400 mil personas. Ciudades con planes de participación ciudadana para 35 millones de personas.
  • Visión a futuro: un mundo sostenible, próspero, democrático y justo, inspirado en su diversidad.

Medios de contacto

Mail: info.web@avina.net

Página WEB: https://www.avina.net/

O a través de redes sociales

Twitter: @FundacionAVINA

Instagram: fundacionavina

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