Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Natalia Olson, ex Consejera de Innovación durante el gobierno de Barak Obama, brindó una entrevista a Vodafone Empresas y aseguró que es necesario cambiar el enfoque urbanístico y empezar a construir a largo plazo.

En medio de la creciente ola de ciudades inteligentes de la última década, el concepto de “futuro”, siempre acompañado de una intención sustentable empezó a resonar entre los distintos urbanistas y sus procesos. Tal es el caso de Natalia Olson-Urtecho, cuyo nombre tomó preponderancia en la escena tras ser Consejera de Innovación de la Casa Blanca durante el gobierno de Barak Obama. 

En ese sentido, sus declaraciones en una entrevista al medio Vodafone Empresas, tuvieron bastante eco a nivel mundial por tratarse de una especie de decálogo para la modernización y digitalización de las ciudades. “La planificación urbana la tenemos que pensar para los próximos 100 años, no podemos programarla cada cinco años o cuando hay elecciones”, avisó la especialista que aseguró que para gestar ciudades del futuro es necesario tener un plan de contingencia y, sobre todo, continuidad de los proyectos. 

Tras su paso por el equipo de trabajo del ex presidente norteamericano, decidió alejarse de la política estatal para dedicarse de lleno al asesoramiento de entidades públicas con la intención de modernizar y digitalizar ciudades. Desde este punto, con el foco puesto en la planificación de infraestructura a “largo plazo”, la especialista aseguró: “Como planificadora urbana he visto modelos de ciudades muy diferentes. Estados Unidos es un país joven; China, por su parte, es un país de más de 4 mil años y tenemos una diferente perspectiva de la que hay que aprender”.  

Como si fuera poco, además de su experiencia en la Casa Blanca, también cuenta con una licenciatura en Ciencias Políticas y Sociales en la Northeastern University y un máster en Planificación Urbanística por la Universidad de Pennsylvania. Es gracias a este vasto currículum que se para desde un lugar que le permite analizar la condición de las ciudades a nivel mundial con una visión prospectiva. 

En ese sentido no solo aseguró que hay que aprender de la infraestructura y trabajo urbanístico de China, sino también destacó la importancia de los trabajos desarrollados por el viejo continente. “Europa tiene excelentes modelos donde hay un empoderamiento de los ciudadanos y un diálogo con ellos. Tenemos que aprender de estas formas europeas”, sentenció. 

Pese a que según avisó, “se han hecho cambios drásticos en la infraestructura de las ciudades”, para Olson es necesario “poder planear para los próximos 100 años, lo importante es crear escenarios. Como planificadores tenemos que enseñar a la comunidad cómo se van a ver los edificios, cómo se van a ver los parques y cuáles son los impactos de crear áreas junto al mar”. 

La idea de la especialista ante esto es que “el ciudadano se sienta cómodo con este diseño. Tenemos que mostrarle cómo se va a ver, qué va a pasar, cuáles son los impactos económicos, cómo eso va a ayudarlo día a día. Pero es algo muy difícil porque mucha gente piensa a corto plazo”. 

Una de estas iniciativas de cara a lo que se viene durante los próximos años se da en relación a la llegada de nuevas tecnologías y estrategias de conectividad. “El 5G tiene muchísimas ventajas, no solo la velocidad. No podemos tener tanta data sin el 5G. Hay mucha información que las compañías y los gobiernos no pueden masticar, no pueden brindar un servicio más rápido a la gente por esta razón”, aseguró Olson. 

Además fue crítica con los antiguos modelos de urbanización y la manera en que las ciudades hasta hoy cuidaron el medio ambiente. “Si vemos la juventud especialmente los niños, están protestando (en referencia al cambio climático) porque en 50 años no va a haber un planeta. Hasta la juventud tiene una perspectiva y hoy en día la gente mayor se empieza a dar cuenta y dice “‘no hemos hecho lo mejor para nuestros hijos y nuestros jóvenes y nos están regañando’”. 

Para concluir con su idea, la especialista hizo referencia a los antiguos modelos urbanos y a la necesidad por encontrar nuevas formas de construir. “Las calles que tenemos, los parques que tenemos son parte de un modelo que tiene más de 500 años. Todavía existe el mismo diseño y es algo que tenemos que cambiar. Nos falta mucho por hacer, tenemos tanta innovación por delante”, concluyó Olson. 

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