Bajo la necesidad de reducir las emisiones de carbono, pero también de modernizar la movilidad norteamericana, desde la Casa Blanca anunciaron la implementación de un plan federal para crear una red de carga nacional. La iniciativa fue anunciada por la vicepresidenta Kamala Harris y tendrá una inversión inicial de US$ 7,5 millones.
«Estamos haciendo la mayor inversión en infraestructura y tecnología de vehículos eléctricos en la historia de nuestra nación» anunció la mandataria y aseguró que el Estado Nacional garantizará que “las agencias trabajen juntas para la implementación de la ley”.
En ese sentido, la Secretaria de Energía norteamericana, Jeniffer Granholm en conjunto con su par de Transporte Pete Buttiegieg firmaron un memorándum de entendimiento para asegurarse del aprovechamiento de los recursos de la agencia, incluso los laboratorios nacionales para desarrollar todo tipo de pruebas. “Esto proporcionará a los estados, las comunidades, la industria, los trabajadores y los grupos de consumidores un enfoque federal coordinado y una ‘ventanilla única’ para recursos sobre carga de vehículos eléctricos y temas relacionados», anunciaron en un comunicado.
Además, al tratarse de una temática prácticamente nueva para las legislaciones, se creará un Comité Asesor sobre Vehículos Eléctricos que se basará en recopilar opiniones e información y estará en funcionamiento a partir del primer trimestre de 2022.
Para eso se hará una especie de relevamiento de la zona para analizar en qué lugares ya existe la carga de vehículos eléctricos, la cantidad de automóviles de este tipo que se encuentran en la ciudad y lo orientarán a aquellas zonas rurales o desfavorecidas.
Otras medidas
Sin embargo, no todo gira en torno a los vehículos eléctricos, teniendo en cuenta la particular dificultad de lograr extender este tipo de movilidad a toda la región. Para ello, desde la Casa Blanca también impulsarán la construcción de corredores de combustible alternativo. Aún no han establecido que tipo de carga será, pero estiman la llegada del hidrógeno verde a la región.
Claro que la prioridad del gobierno norteamericano es la llegada de la electromovilidad al país, aunque saben que para ello falta bastante. “Debido a que el programa de carga de vehículos eléctricos es nuevo, es vital que el departamento trabaje en estrecha colaboración con las partes interesadas para determinar cómo implementar la infraestructura de carga de vehículos eléctricos», avisaron desde la Casa Blanca.
Sin ser una movilidad que haya llegado a toda la población, desde el gobierno quieren asegurarse “de que las comunidades puedan acceder fácilmente a estos fondos y desplegar estos cargadores de manera que aceleren la electrificación del transporte lo más rápido posible».
Metas paralelas
Saben muy bien que para que esta iniciativa funcione y no sea una simple política marketinera, la implementación debe ser equitativa en todo el territorio estadounidense. Para ello, desde el entorno del presidente Joe Biden, aseguraron el objetivo de establecer que la mitad de las ventas de vehículos sean eléctricos para el año 2030.
Sin embargo, los especialistas en la materia del sector privado sostienen que es algo casi imposible para el país. «Está claro que la Casa Blanca está reconociendo el impacto crítico de la carga de vehículos eléctricos en el panorama energético y su contribución a un futuro más sostenible. Sin embargo el éxito radica en cómo se ejecuta el plan, y la implementación eficiente de estas estaciones de carga se apoyará en su conveniencia y ubicación», aseguró el vicepresidente ejecutivo del negocio global de energía digital de Schneider Electric Luis D’Acosta.