No hay dudas de que cambiar los hábitos de las grandes ciudades del mundo se ha convertido en una exigencia mundial a tal punto que, los principales inversores y gobiernos del primer mundo han comenzado a planear una serie de ciudades inteligentes que sirvan de modelo a seguir para las generaciones futuras. En esta oportunidad hablamos de Songdo.
Ubicada y gestionada por Corea del Sur, a unos 65 kilómetros de Seúl, la capital del país, también conocida como el Distrito de Negocios Internacionales de Songdo, tiene como objetivo fomentar el desarrollo sustentable en el mundo, pero también convertirse en el centro estratégico empresarial de todo Asia.
Con una superficie de 6 km2, la ciudad ha sido creada desde cero en una isla artificial ganada al mar y ya tiene 180.000 habitantes que se encuentran disfrutando de las instalaciones tecnológicas de Songdo.
Esta iniciativa comenzó en el 2003 cuando el arquitecto Kohn Pedersen Fox diseñó, por pedido de las empresas Gale International y Posco E&C, una ciudad inspirada en Nueva York y Venecia que buscaba cambiar el paradigma urbano internacional.
Para ello diseñaron a la ciudad con sistemas de recolección de basura innovadores, utilización de energía sustentable, un sistema de agua único a nivel mundial y una gran cantidad de espacios naturales. Fue tal el éxito de esta ciudad que ya se habla de vender el modelo para otras ciudades que buscan modernizarse. Incluso, el parque central de Songdo está ubicado estratégicamente en un oasis de lagos, pensado como el corazón de la ciudad que se construyó a su alrededor
Yendo a lo estrictamente tecnológico, las casas coreanas de aquella ciudad reflejan el consumo eléctrico minuto a minuto, permitiendo regular a consciencia su utilización. Además, hay cientos de cámaras que permiten conocer la cantidad de autos que han cruzado el puente de acceso a la urbe para ordenar el tráfico por medio de un centro de control automatizado. ¿Nada mal no?
Pero no es todo. La utilización del agua en Songdo es uno de los puntos principales a tener en cuenta, por eso mismo los hogares y edificios de la ciudad cuentan con una especie de contenedor en sus techos que permite recoger el agua de lluvia para ser luego utilizada para abastecer edificios comerciales, descargar inodoros, regar los parques y lavar las calles.
Sin embargo, lo que la hace única en el mundo es su innovador sistema de tratamiento de residuos sólidos y líquidos. En Songdo no hay grandes contenedores de basura y tampoco recolectores. Si alguna vez soñaste con tener un robot que saque la bolsa de residuos cuando estás en pantuflas por la noche, en Songdo lo hicieron realidad.
Todos los desechos domésticos se succionan de los cestos de basura de las cocinas y viajan por una red de túneles subterráneos para ser llevados a los centros de procesamiento donde son clasificados, desodorizados y tratados para no generar daños al medio ambiente. Incluso, muchos de ellos serán destinados a la generación de energías renovables.
Pese a esto, en un comienzo se había promocionado a una ciudad sin vehículos, algo que no pudo sostenerse ya que no se pudo establecer otro tipo de movilidad sustentable en la región. Sin embargo, se trata de una ciudad completamente monitorizada y organizada mediante sensores para evitar atascos o rutas largas.
Orígenes de la ciudad
Es una tarea difícil, sin dudas, la de construir una ciudad desde cero. Mucho más si el objetivo es convertirla en una potencia sustentable a nivel mundial. Por esta razón, Songdo tuvo ciertos contratiempos para ponerse en pie.
No solo tardó más de veinte años en desarrollarse el proyecto, que fue planeado a principios del 2000, sino que nada fue como lo esperaban las autoridades surcoreanas. Allí esperaban que rápidamente se forje un centro industrial de alto rendimiento con más de 300 mil habitantes de todo el mundo. Pero eso nunca pasó.
De hecho, el último censo de la ciudad arrojó la cantidad de 180.000 habitantes, un número bastante más bajo en relación a lo deseado y la tan ansiada industria nunca llegó.
“Era muy artificial. No había nada, no había cultura, no había escena musical… Invirtieron miles de millones de dólares en estos edificios. Y a los surcoreanos les encantan las novedades. Les encanta lo nuevo y muchos se mudaron a Songdo, pero nadie sabía realmente lo que iba a pasar. Era solo un experimento“,explicó John Starling, asesor de negocios de Songdo y uno de los primeros en habitarla.
Esto se traducía también en otros problemas como la falta de inversiones y de trabajadores para las empresas que llegaban. Sin embargo, eso quedó en el tiempo, ya que hoy por hoy Songdo pudo reinventarse aprovechando la oportunidad de girar hacia la producción de biotecnología.
De esta forma supo salvar del fracaso industrial a la región en la que se habían invertido más de USD $40 millones de dólares. De hecho ya hay unas 60 empresas relacionadas a esta industria y se estima que llegarán más durante los próximos años.
Aunque sin dudas se trata de una de las ciudades con mayor desarrollo tecnológico del mundo inteligente, Songdo aún tiene mucho por crecer. Tanto en inversiones, como en la puesta en marcha del desarrollo tecnológico que tiene planeado el gobierno coreano para su centro de negocios.
Ahora esperan que, en los próximos años, la llegada de inversionistas y nuevos habitantes no cese para convertir Songdo en uno de los principales centros tecnológicos del mundo moderno y por qué no, en un ejemplo de ciudades inteligentes y sustentables del mundo. Samsung incluso aseguró una inversión millonaria de más de 20.000 m2.
Hoy por hoy, pese a que no es lo que los dirigentes surcoreanos habían imaginado, hay más de 60 empresas relacionadas con la biotecnología en Songdo que ofrecen alrededor de 7 mil puestos de trabajo en la región y se estima que con la llegada de nuevas empresas alcanzará los 47.000 empleos para los habitantes.
Sin dudas es una gran oportunidad para demostrar que el capital financiero no lo es todo en la gestión de las ciudades sustentables, pero por sobre todas las cosas que es necesario dejar pasar el tiempo para que una estructura tan grande se ponga en marcha. Mientras tanto, el mundo festeja estas iniciativas que al menos intentan hacer funcionar al mundo de una manera más sustentable.