En medio de la transición de los grandes centros urbanos hacia ciudades inteligentes y sustentables se fue consolidando el concepto de Destino Turístico Inteligente (DTI). En línea con este enfoque, la Comisión Europea ha seleccionado a los siete finalistas de la Capital Europea de Turismo Inteligente. Son Dublín (Irlanda), Florencia (Italia), Copenhague (Dinamarca), Burdeos (Francia), Liubliana (Eslovenia) y Palma y Valencia (España).
Antes de dar el veredicto final, desde la Comisión evaluadora tuvieron en cuenta cuatro ejes fundamentales a la hora de tomar una decisión: digitalización, sostenibilidad, accesibilidad y patrimonio cultural y creatividad.
Vale aclarar que, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), se entiende por Destino Turístico Inteligente a un destino innovador, consolidado sobre la base de una infraestructura tecnológica de vanguardia, que garantiza el desarrollo sostenible del territorio turístico, accesible para todos, que facilita la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementa la calidad de su experiencia en el destino y mejora la calidad de vida del residente.
Entre los puntos a tener en cuenta en este concurso, se destacan puntos de acceso Wi-Fi, aplicaciones de aforo de playas y movilidad sostenible. Todos aquellos aspectos en los que la tecnología se ha puesto al servicio de los turistas que llegan al lugar a disfrutar de sus vacaciones.
Solo dos de las siete serán las ganadoras del concurso, que les brindará una gran vidriera capaz de atraer viajeros al lugar, a su vez del reconocimiento por ser una smart city, algo que valúa ampliamente los sitios de primer nivel mundial.
En el caso de Palma hay una red wi fi con más de 350 puntos de acceso que brinda datos sobre las necesidades turísticas de quienes llegan a la ciudad española. Además ha habido un gran avance en lo que respecta a sostenibilidad cuenta con el proyecto Corredor Verde, en colaboración con los parques.
A través de este mismo se plantan árboles con paneles digitales que monitorizan el crecimiento. Además, desde el 2017 se ha trabajado con intensidad en el tratamiento de los residuos de la ciudad, donde el reciclaje ha crecido de un 18% a un 75%.
Por otra parte, pero en el mismo país, Valencia ha logrado conseguir recursos para incentivar a las pymes del sector turístico con los que se espera que se mejore la llegada de viajeros a la ciudad. Además ha desarrollado con superioridad la movilidad inteligente, comunicando más de 160 kilómetros de carriles de bicicleta. Además del desarrollo de trenes de alta velocidad y autopistas que descongestionan el tránsito.
Ya saliendo de España, Burdeos perfila como candidata a ganar la copa de la Capital Europea del Turismo Inteligente. Para ello ha visibilizado un gran avance en cuanto a tranvías, autobuses y barcos de transporte. Además, convirtieron un cuartel militar histórico en un espacio verde como símbolo de la importancia de un consumo orgánico y libre de toxinas.
Liubliana, por otro lado, ofrece un gran avance en movilidad sustentable, con vehículos eléctricos destinados al turismo. Además, al igual que Palma, cuenta con una red wi-fi con 400 puntos de acceso y diversas aplicaciones móviles sobre espacios verdes, fuentes de agua o lugares aptos para sillas de ruedas.
Copenhague, por su parte, realizó un interesante modelado 3D de elementos históricos, además de códigos QR con modelos interactivos de la ciudad que muestran en primera plana la oferta turística de la zona. También se trata de un centro que espera reducir el consumo de carbono hacia 2025.
Dublín, la capital irlandesa, se ha volcado de lleno en las plataformas digitales para crear mapas de cultura con los distintos museos y puntos artísticos de la ciudad, ofreciendo a los turistas una amplia carta de oportunidades.
Estos premios no solo significan un abanico de opciones a la hora de definir los distintos destinos turísticos europeos, sino también un reconocimiento a la iniciativa de los municipios en lograr una versión inteligente de sus ciudades.
La importancia de esto no solo es la puesta en marcha de un entramado tecnológico de último nivel, sino también la disponibilidad de esta misma al servicio humano. Brindando la posibilidad de mejorar la experiencia de quienes se decidan por alguno de estos destinos europeos.