Durante los últimos años se ha puesto el foco en el sector de la construcción. No solo por su explotación de los recursos naturales a gran escala que conlleva casi la mitad de los recursos del mundo, sino también por el consumo energético que utilizan las maquinarias utilizadas. En este contexto la sociedad empezó a reconectar con algo tan milenario como natural: la bioconstrucción.
Una alternativa sustentable, de bajo impacto ambiental y que cualquier familia puede resolver por sí mismo con lo que tiene alrededor. Para conocer más sobre esto charlamos con Chalo Parma, creador del proyecto De Barro, mediante el que ayuda a miles de personas sobre este método y concientiza sobre la necesidad de girar hacia una construcción amigable con el medio ambiente.
“Obviamente que al ser un material de muy bajo costo (barro) es una buena alternativa para la gente que no tiene muchos recursos. Pero la realidad es que hoy en día hay mucha gente que no llega a la bioconstrucción por la pobreza. Hay gente haciendo cosas muy grandes, mansiones te diría por una cuestión de responsabilidad con el medio ambiente”, explicó el especialista.
Si bien todo empezó con la construcción de su propia casa, la necesidad de organizar pequeñas comunidades lo llevó a compartir su experiencia con la gente interesada: “La intención era poder compartir todas las costumbres más sustentables que fui adquiriendo como el baño seco, las estufas de alta eficiencia y todo lo que tenía que ver con una vida más amigable con el medio ambiente”, destacó Parma.
“Cuando hice mi casa prácticamente la hice sacando información de YouTube y muchos de los videos que miraba no me dejaban muy en claro todo lo que necesitaba ver. Entonces siempre pensé en que lo podría hacer más detalladamente. Por eso trato de hablar claro, sin tratar de usar palabras que nadie conoce. Ser directo y claro porque el objetivo es que todos aprendan a hacer lo que estoy mostrando, para eso hay que evitar todo tipo de confusión”, aseguró.
MITOS Y PREJUICIOS DE LA BIOCONSTRUCCIÓN
La costumbre sin dudas ha hecho que a las personas les cueste aceptar distintas formas de construcción sustentable. Quizás sea culpa de la industria o de un progreso urbano que no contempla el medio ambiente. Pero lo cierto es que la sociedad se fue alejando de sus orígenes y por supuesto de su entorno natural.
Para Chalo Parma, una de las principales consultas o mitos con los que se ha encontrado: “Escucho hace tiempo que las casas de barro son sinónimo de pobreza. A veces hay muchos mitos sobre vivir en una casa de barro. Pero…qué hay de cierto y qué es mito. Una de las cosas que yo interpreto como mito es el comentario que escucho desde hace tiempo que las casas de barro son sinónimo de pobreza, pero no es tan así”, disparó.
De hecho hay grandes y ambiciosos proyectos que lejos están de la humildad, pero sí se abrazan a un objetivo común que no distingue de riquezas o pobrezas: el cuidado y la preocupación ambiental. No solo en los materiales utilizados, sino también a la hora de habitarla: “Es obvio que una casa de tierra al momento de construirla genera menos consumo de energía, pero también al momento de habitarla. La cantidad de energía que te ahorras en una casa de tierra por su alta eficiencia térmica que no requiere de prender el aire acondicionado o la estufa. Con la compañía de un diseño bioclimático con ventanas y puertas bien ubicadas podemos lograrlo”, aseguró.
Por otro lado, existen muchas inseguridades y preguntas lógicas sobre que las casas de barro con la lluvia se lavan. “La verdad es que si bien tiene lógica pensar eso no es algo que sucede. Una buena mezcla de un revoque de arena y tierra bien hecho puede durar mucho tiempo sin hacerle nada. Se resuelve con revoque fino y pinturas naturales. Hay muchos aditivos naturales para este trabajo fino. Antes quizás las casas tenían la problemática de que a los 4 años tenías que mantenerlas. Hoy no es tan así, las cosas aguantan mucho más”, expresó.
MATERIALES E IMPACTO AMBIENTAL
Para el especialista las construcciones de barro tienen un impacto ambiental ínfimo a comparación de las obras tradicionales. “En este caso mis proyectos usan cemento, usan hierro, chapa, clavos y maderas. Lo que sí genera es un bajo impacto ambiental porque es un ahorro energético muy grande al reemplazar el ladrillo, las altas cantidades de cemento, los materiales que vienen a ponerle un parche a las patologías que ofrece el ladrillo cocido, las pinturas y los materiales acrilicos”.
Por otra parte, una de las facilidades que destaca Parma de este tipo de construcciones son los problemas de humedad: “Eso con el barro no existe, prácticamente la humedad ya viene resuelto en el barro porque absorben la transpiración y el vapor del ambiente. Un día de lluvia dentro de una casa de barro es un ambiente seco”, avisó.
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES
Empezar a transitar este tipo de construcciones no es ni fácil ni difícil. Cualquier persona debe hacerlo, pero para eso debe seguir indicaciones y recomendaciones. “Podemos equivocarnos con el barro. Pero lo importante es hacer buenos cimientos”, explicó Parma.
“El barro lo vamos conociendo a la marcha, si se cae un revoque de barro no pasa nada. Se agarra la misma tierra que se cayó y seguimos adelante. Algo que les diría también es que sepan que pueden hacerla. Yo hice la mía sin saber nada y me di cuenta que podía hacerla sin saber nada”, concluyó.
Sin dudas un método de construcción simplemente replicable de un bajo impacto ambiental y de una gran conexión con la naturaleza. Un modelo que se dispone a estar más que presente en el futuro cercano, por su bajo costo y sus grandes resultados. ¿Y vos que esperas para hacer tu propia casa?
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