El litio, conocido como el «oro blanco», se ha convertido en un recurso estratégico esencial en la era moderna, impulsando la revolución de la movilidad eléctrica y la transición hacia energías más limpias.
Argentina, junto con Chile y Bolivia, se destaca como uno de los principales actores en la producción de litio a nivel mundial (a nivel de reservas y producción), lo que despierta un interés significativo de países de relevancia en acaparar este recurso clave para el futuro.
En un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad y la reducción de emisiones de carbono, el litio se ha convertido en un elemento fundamental. Con la creciente demanda de baterías de ion de litio para vehículos eléctricos, dispositivos electrónicos y almacenamiento de energía, diversos países están compitiendo para asegurar su suministro.
Gobiernos y empresas de diversos orígenes, aunque con foco en europeos, Estados Unidos y China, conscientes de la importancia estratégica del litio, están buscando establecer alianzas y adquirir derechos de extracción en países ricos en litio, incluyendo Argentina. Este interés no solo se centra en garantizar el abastecimiento para sus propias industrias, sino también en posicionarse en un mercado que se viene creciendo y mantendrá un ritmo exponencial en los próximos años.
AMÉRICA LATINA Y UNA OPORTUNIDAD
Argentina, en conjunto con Chile y Bolivia, alberga una de las mayores reservas de litio a nivel global. En particular, Argentina se está perfilando para desplazar a Chile como el tercer mayor productor de litio en un futuro cercano. Las vastas reservas de salmueras de litio en la región de Salinas Grandes, en la provincia de Jujuy, y otros yacimientos importantes, colocan al país en una posición estratégica en el mercado global del litio.
Actualmente, Argentina alberga 38 proyectos mineros centrados en la extracción de litio, distribuidos principalmente en provincias como Salta, Catamarca, Jujuy y San Juan, según datos de la Secretaría de Minería de la Nación, evaluados por el Centro de Datos de Chequeado. La mayoría de estos proyectos se encuentran en etapas avanzadas de exploración, mientras que 5 están en fase de construcción y únicamente 3 están en producción activa de litio, uno de los cuales inició operaciones en junio.
Estos proyectos reflejan el creciente interés y la inversión en la explotación del litio en Argentina, posicionando al país como un actor clave en la industria de las baterías y la movilidad eléctrica, dada la importancia estratégica de este mineral en la transición hacia energías más limpias y sostenibles.
La explotación sostenible de estas reservas representa una oportunidad significativa para la economía argentina, no sólo en términos de generación de ingresos y empleo, sino también en el posicionamiento en el ámbito energético internacional.
A pesar de la abundancia de recursos de litio, Argentina enfrenta desafíos en la explotación y comercialización eficientes de este metal. Algunos de ellos incluyen la necesidad de una infraestructura adecuada, tecnología avanzada para la extracción y procesamiento, así como políticas que fomenten la inversión extranjera y el desarrollo sostenible.
Por otro lado, las oportunidades son enormes. La creciente demanda global de litio posiciona a Argentina en un lugar privilegiado para expandir su producción y exportación de este recurso. La colaboración con actores internacionales puede potenciar la economía del país y fomentar la investigación y desarrollo para optimizar la tecnología y procesos relacionados con el litio.
DISTINTAS OPINIONES
Especialistas en la industria del litio concuerdan en que Argentina tiene un gran potencial en la producción y exportación de este recurso estratégico. Resaltan la importancia de abordar los desafíos de manera proactiva, promoviendo la inversión en tecnología y la formación de alianzas estratégicas.
Por su parte, Patricia Vásquez, Analista Global del The Wilson Center,explicó que el mercado del litio está directamente relacionado a los mercados industriales, que “buscan alianzas estratégicas con los países productores para garantizar el suministro crítico, como en Argentina y Chile, con altos niveles de sostenibilidad y de garantía de abastecimiento”.
“En esa perspectiva, el mercado de América del Sur será impactado directamente por nuevas oportunidades y desafíos”, opinó la analista para agregar que «se estima que la demanda actual se incrementará 12 veces al 2040, y cada vez con una mayor participación y control de la cadena de valor por parte de las automotrices”.
Guillermo Garaventa, investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, quien viene desarrollando una serie de investigaciones destinadas a la importancia del litio como elemento a la hora de almacenar la energía eléctrica de los vehículos explicó: “Es un elemento químico que tiene la capacidad de almacenar energía y entre otras cosas la ventaja de que cuando consume electricidad la almacena y entrega el 92% de lo que almacenó”.
También enfatizan la necesidad de políticas gubernamentales que incentiven la inversión, proporcionen un marco regulatorio estable y fomenten prácticas sostenibles en la explotación del litio. La colaboración con universidades y centros de investigación puede ser fundamental para impulsar la innovación en este sector.
Por eso Garaventa avisó: “ “Entre Australia, Bolivia, Chile y Argentina ofrecen casi el 90% del litio del mundo. Nuestro país tiene un 25% de las reservas totales, que se traduce en un caudal de 19,3 millones. El 60% del total del litio está en Latinoamérica”.
En conclusión, Argentina se encuentra en una posición clave en la producción de litio, un recurso esencial para la transición hacia la movilidad eléctrica y la energía más limpia. Aprovechar esta posición de manera efectiva implica abordar los desafíos con determinación y establecer colaboraciones estratégicas para garantizar un futuro sostenible y próspero en el mercado global del litio.
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