Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Especialistas, funcionarios y académicos clave de todo el país debatieron sobre la hoja de ruta en la transición a la electromovilidad. Opiniones diversas sobre litio y oportunidades productivas y de mercado en este evento organizado por la Oficina de Asesoramiento Científico de Argentina

No hay dudas de que la transición hacia la electromovilidad y su impacto en la descarbonización del transporte ha tomado un rol de relevancia  en todo el mundo. Los funcionarios lo saben, ya no es una opción, es una obligación girar hacia este nuevo modo de vincular a las personas y trasladarlas. 

En ese contexto, desde el Oficina Asesoramiento Científico de la República Argentina han organizado una jornada intensiva con los principales  actores nacionales referidos a la electromovilidad en el país. Bajo el titulo  Electromovilidad en Argentina: Estado de situación y futuro, en el evento se debatió desde el punto de vista de la planificación, como del desarrollo industrial y de las políticas instauradas. 

La voz presentadora del evento aseguró: “Es un evento que busca establecer puentes entre la ciencia y la política en un contexto de preocupación mundial donde casi todas las naciones tienen a la movilidad sostenible en sus agendas legislativas. Asimismo los poderes ejecutivos también toman nota e incluyen a la electromovilidad en sus declaraciones nacionales para contribuir a mitigar los efectos del cambio climático. Se estima que para fin de este año habrá 25 millones de vehículos eléctricos y se multiplicaran hacia el futuro. La tecnología eléctrica toma su lugar entre los movidos por combustibles fósiles para descarbonizar”.

Para ello, aseguraron que es necesario “regular estrategias, políticas públicas específicas que contribuyan a una hoja de ruta hacia la transición de la electromovilidad”.

Por su parte, el Director  general de la Oficina Científica de Asesoramiento Legislativo, Jorge D’Onofrio dio la bienvenida a los y las especialistas convocados en la reunión y expresó: “Todos quisiéramos iniciar mañana un proceso de recambio de unidades, pero realmente no es tan sencillo como eso. Celebro que empecemos a abrir el debate de cómo nos incorporamos al mundo en este sentido con energías limpias y renovables que nos permitan tener estándares de calidad de vida que hoy no tenemos y seguimos deteriorando nuestro medio ambiente”. 

Además, en esa misma línea expresó: “Para esto hay que establecer una hoja de ruta, metas, una transición entre sistemas. Para esto claramente necesitamos que las provincias empiecen a adaptar las legislaciones y usos y costumbres a las necesidades”. 

Según lo expresado por D’Onofrio, ya no hay excusas para no avanzar hacia la electromovilidad y, en relación a eso buscan hacer extensiva la legislación impulsada desde Nación para motorizar la transformación. Como prueba modelo buscan evaluar la adaptabilidad de este tipo de movilidad en ciudades y harán la investigación en base a lo que ocurrirá en la provincia de Buenos Aires, donde implementarán unos 10 buses eléctricos para ver cómo es su funcionamiento y su comportamiento dentro del territorio. 

Allí, entre varios expositores de renombre en la materia que en pequeñas intervenciones ocuparon un espacio de más de tres horas de exposición y debate de la temática en el país y en las distintas provincias. Cada uno aportó un conocimiento distinto, desde la generación de energía hasta el almacenamiento de la misma y la capacidad del país y de la región de generar una industria nacional competente a nivel mundial

Uno de los valores más importantes de la exposición fue Guillermo Garaventa, investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, quien viene desarrollando una serie de investigaciones destinadas a la importancia del litio como elemento a la hora de almacenar la energía eléctrica de los vehículos. Es un elemento químico que tiene la capacidad de almacenar energía y entre otras cosas la ventaja de que cuando consume electricidad la almacena y entrega el 92% de lo que almacenó”.

Además, el hombre enfatizó en la importancia de cuidar y proteger este elemento en el país a través de la generación de políticas públicas que no permitan la explotación extranjera de este recurso.Entre Australia, Bolivia, Chile y Argentina ofrecen casi el 90% del litio del mundo. Nuestro país tiene un 25% de las reservas totales, que se traduce en un caudal de 19,3 millones. El 60% del total del litio está en Latinoamérica”. 

Esto, entre otras cosas, permite que la región se erija como uno de los bastiones más importantes en la exportación mundial de un insumo clave para las baterías recargables de litio, y para ello, en medio de la intención de legislar hacia la electromovilidad, hay que establecer políticas e incentivos a la industria nacional que le permitan consolidarse dentro del mercado internacional. 

En ese mismo sentido, Pablo Rutigliano, Titular de la Cámara Latinoamericana de Litio también se expidió al respecto e incluso destacó que este material se trata de un commodity y es obligatorio “mapear las reservas mineras de Argentina”. 

Para ello expresó: “La importancia de formar precios nos da el concepto de que el litio es un commodity, es el mineral estratégico y el que va a impulsar a la electromovilidad para desarrollar la cadena de valores que va a permitir no solo fabricar vehículos sino también baterías”. 

La oportunidad desde lo productivo

Otro de los presentes fue el Director Ejecutivo de ADEFA (Asociación de Fábricas de Automotores), Fernando Rodríguez Canedo, quien también enfatizó en la importancia de desarrollar una industria nacional. 

La movilidad sustentable es uno de los desafíos más importantes de la agenda, pero antes tenemos otro desafío de corto plazo y tiene que ver con cómo hacemos sustentable la industria en los próximos años”.

Además, se encargó de asegurar que Argentina tiene un punto estratégico en el mundo para impulsar esta industria. “Mientras la industria en general crece un 5,2%, la industria automotriz lo hace un 15% anual. Es una industria que está primera en el ranking de innovación y tiene la capacidad de emplear a más de 165 mil personas de manera directa y 500 mil de manera indirecta. Además de todo esto es el primer sector exportador industrial del mundo”

Por otra parte, Canedo dejó en claro la importancia de comprender lo clave de este momento en el que la oportunidad de una nueva industria se encuentra latente. “Tenemos claro cual es el desafío y la transformación, pero si no hacemos las cosas de manera correcta la Argentina se va a quedar sin producción de automóviles”. 

Claro que cada país tiene por delante un desafío distinto y en parte mucho dependerá de las regulación que se tomen al respecto. Algunos tendrán una mayor importancia dentro del mercado mundial, otros serán solo compradores. “Desde el punto de vista de las regulaciones, todos los países tienen políticas públicas a largo plazo que incentiven la producción y el uso de estos vehículos como impuestos y excepción de impuestos. El segundo desafío es ver cual es la tecnología que vamos a implementar, porque no pueden ser todos los segmentos eléctricos”, explicó. 

Esto es importante resaltarlo en relación al lugar que ocupa el país dentro de la industria mundial, siendo que, en palabras de Fabio Rozenblum, Secretario General de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), “Argentina, en el concierto de naciones que fabrican 400 mil autos o más ocupó el año pasado el puesto 28. Según nuestra visión una parte de eso obedece a un marco normativo que nos ha indicado un mundo y nos ha permitido desarrollar una cadena de valor potente y preparada para trabajar en esta demanda industria”. 

Gracias a esto es que el referente del sector autopartista se mostró encantado de asegurar: “Hemos logrado penetrar el mercado internacional y nuestra escala de valor en el mundo está modificando sus requisitos y uno de los riesgos es que los mercados empiecen a cerrar y volverse difíciles para acceder si no acompañamos ese cambio. La modernidad del marco normativo para esta industria es indispensable”. 

De esta forma, pensar en la electromovilidad como una realidad en el país aún se encuentra lejana. Para que eso suceda no solamente es necesario que haya un marco normativo que impulse esta transición, sino también una industria desarrollada que permita exportar al mercado mundial la producción nacional, pero que simultáneamente brinde a los usuarios argentinos la oportunidad de comprar un modelo eléctrico al precio país.  

“Creemos que tenemos una oportunidad interesante. El tiempo pasa muy rápido en industrias como esta, contemplar una ley que nos moderniza es indispensable. Tenemos que acompañar este modelo con la infraestructura adecuada”, concluyó Rozenblum. 
Como conclusión, cabe destacar que Argentina no solo tiene la voluntad política de girar hacia la electromovilidad, sino también la capacidad industrial de hacerlo con sus propios insumos. La gran reserva de litio disponible es un factor que, indudablemente, permitiría un crecimiento exponencial en la región. Para ello confían en que las provincias puedan alinearse a este modelo nacional e implementar políticas públicas que permitan la transición hacia las energías limpias.

tienes que ser suscriptor para comentar