Siguiendo con su ciclo de webinars, la Fundación Desarrollo Sostenible (FDS) llevó adelante un nuevo encuentro que busca darle espacio a fuertes mujeres del mundo de la sostenibilidad y poder contar sus historias inspiradoras que le han permitido disponer de su potencial para realizar las transformaciones necesarias en el mundo ya sea en relación a la Economía Circular como a la integración laboral femenina.
Como es habitual en los webinar de FDS, Monica Vaher, impulsora de la fundación y moderadora de los webinar junto a su colega y presidente de la Fundación Elga Velázquez, recibieron a Verónica Baracat, Coordinadora del Programa País de ONU Mujeres en Argentina, quien obtuvo la palabra para dar a conocer sobre el trabajo que realizan desde el organismo internacional.
En esta oportunidad la funcionaria de ONU se encargó de dar un pantallazo general de las principales problemáticas de la cuestión en la región y cómo la pandemia intensificó la brecha de género que hay en el mundo en todos los espacios posibles.
“ONU Mujeres tiene como misión promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas en el mundo y trabaja específicamente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5, que es el de lograr la igualdad entre los géneros”, especificó la especialista quien remarcó: “la cuestión de género es transversal a todos los ODS”.
Este organismo data del año 2010, convirtiéndose en el más joven de todos los pertenecientes al sistema de la ONU. La intención es clara: darle relevancia la igualdad de género en todo el mundo y para ello, en palabras de Baracat, tienen tres grandes ejes: “Diseñar nuestros propios programas, eliminar la legislación y normas discriminatorios y promover nuevas que apoyen la igualdad de género y también lograr que todas las agencias de la ONU trabajen la cuestión de género».
Si bien la temática es inherente a todas las mujeres, hay diversos estratos de la discriminación y hacia alli es donde también apuntan desde el organismo: “Hay grupos que reciben mas discriminación y se van acumulado. Por ejemplo las mujeres con discapacidad, las mujeres jóvenes o de mayor edad, las personas indígenas o rurales. Al momento de diseñar estos programas e iniciativas tenemos que prestar especial atención en estos grupos”.
Pandemia y brecha de género
Como ocurrió en casi todos los procesos mundiales, la Pandemia ocasionada por el Covid-19 significó un retraso, o de mínima un estancamiento, en diversos procesos sociales, culturales y económicos. Si bien eso no significa que estos procesos hayan quedado rezagados, sí se trató de un impasse bastante importante.
“La pandemia de Coronavirus generó diversos problemas en lo referido a la cuestión de género, e incluso acentuó la brecha en el país. Por una parte, muchas de estas mujeres debieron dejar de trabajar durante la cuarentena para hacerse cargo del cuidado de niños y hogares, algo que responde directamente a una cuestión de género”.
Los datos son alarmantes teniendo en cuenta que una de cada cinco mujeres se desempeña como personal doméstico. Este trabajo, que es realizado por mujeres en un 99% de los casos, quedó relegado durante la pandemia por cuestiones de cuarentena. Además, el 76% de estos casos se realizan en negro, por lo que no hubo un correcto seguimiento de las realidades de estas mujeres trabajadoras que quedaron a la deriva.
Fuente: Exposición de Verónica Baracat
Como contracara de esto, así como hubo una falta alarmante de trabajo en algunos sectores, otros fueron ampliamente explotados. Uno de los que trabajó sin descanso durante la pandemia fue el sector de Salud, cuyo 70% de su personal se trata de mujeres, de las cuales solo un 25% toman decisiones. “En general las mujeres están en la base de la pirámide del sector salud como la enfermería pero no dirigen hospitales ni toman decisiones”, remarcó la especialista.
Por otra parte, no solo la falta de trabajo fue uno de los problemas que intensificó la brecha de la desigualdad de género en el país, sino que, sin la oportunidad de salir de sus casas, miles de mujeres quedaron encerradas junto a sus perpetradores en sus domicilios particulares sin la posibilidad de pedir ayuda o realizar denuncias.
“Durante la pandemia aumentaron las denuncias por violencia doméstica, porque las personas estaban encerradas con su perpetrador con dificultades de salir y denunciar de manera directa”, expresó Baracat.
Mujeres y trabajo
El trabajo es sin dudas uno de los espacios donde más diferencia se encuentra entre hombres y mujeres. Relegadas de la toma de decisiones, un fuerte estereotipo delimita qué empleos son aptos para mujeres y cuáles para varones. La situación es alarmante ya que hay una gran brecha en relación a los salarios que se perciben por los distintos oficios.
“Está todo muy dividido en trabajos para mujeres y trabajos para varones. Las mujeres están sobrerrepresentadas en el sector de cuidados, salud, educación y cuidado doméstico que tiene salarios más bajos y condiciones de informalidad. Los varones están más representados en industria, en minera, agricultura, construcción, actividades primarias que en general tienen mejores salarios», expresó la especialista.
Las encuestas arrojadas por ONU Mujeres indican que las mismas se encuentran 20 puntos por debajo en los indicadores de participación laboral y de toma de decisiones. Siendo los hombres los que mejores salarios perciben y los que mayores oportunidades laborales tienen.
“Las mujeres empresarias sufrieron en mayor medida el impacto de la pandemia porque sus empresas son más pequeñas. Pero además las mujeres tienen más dificultades para acceder al capital financiero”, dijo Bacarat. Un ejemplo de esto es que menos del 1% de los gastos de las grandes empresas en cuanto a proveedores es ingreso para las empresas propiedad de mujeres.
Mujeres y Economía Circular en Argentina
“En Argentina necesitamos romper con normas y estereotipos, tenemos una legislación bastante avanzada pero hay algunas barreras muy fuertes para el logro de la igualdad de género. No solo en la violencia contra las mujeres, sino también en empoderamiento económico y la participación de las mujeres en el mercado de trabajo”, expresó Baracat.
En este punto es que la Economía circular aparece como un importante factor en la generación de empleo y desde ONU apuntan allí para impulsar la contratación de millones de mujeres en todo el continente. “Esta economía es interesante no solo por la capacidad de disminuir los residuos, sino porque genera oportunidades de empleo. Podría generar 4,8 millones de puestos de trabajo en América Latina y el Caribe”, expresó Baracat.
“La Economía Circular plantea un enfoque interesante y distinto que hay que acelerar en el país porque permite estimular el crecimiento económico y generar empleo sin comprometer el medio ambiente posicionándose como piedra angular para una recuperación económica resiliente y con bajas emisiones de carbono”, aseguró.
Para lograr esto no solo se trata de aumentar la tasa de contratación de las mujeres, sino de darles espacios en la toma de decisiones y en llevar adelante diversos liderazgos para reducir la brecha que hay en comparación con las actividades desarrolladas por varones. “Estamos en un momento donde si no nos adaptamos a los nuevos cambios y no pensamos en el ambiente y en la sostenibilidad nos vamos a quedar sin planeta. Esto se debe asegurar sin dejar a nadie atrás que implica un enfoque interseccional que es fundamental en el enfoque de género”, concluyó la especialista.