Ser una ciudad inteligente con un poderío tecnológico vanguardista y con una capacidad innovadora difícil de encontrar en el mundo no significa ser una ciudad sustentable al mismo momento. Para eso es indispensable poner a funcionar los engranajes concretos en función del cuidado medioambiental. Este equilibrio es el que ha empezado a conseguir Dubai.
Pensar en Dubai, o en alguna de las ciudades de los Emiratos Árabes Unidos es, sin dudas, pensar en grandes marcas, vehículos extravagantes, turbantes y petróleo. Sin embargo, también significa pensar en desierto y, por ende, en la escasez del agua e incluso en las dificultades para la actividades agrícola. Es por ello que desde esta nación promueven el desarrollo de soluciones en las que la tecnología y el ambiente vayan de la mano. Acá te presentamos 2 casos relevantes, que incluso se complementan.
Generar agua del aire con apoyo de energía solar
El primer proyecto en cuestión se vincula al emprendimiento norteamericano Zero Mass Water, que se propone hacer algo realmente sorprendente. Si bien no está del todo explícito qué perjuicios puede llegar a traer a futuro esta modificación, la idea de retener el agua que se encuentra presente en el aire parece un descubrimiento más que interesante.
Con una planta en el desierto de Dubai, la empresa estadounidense empezó a transformar el vapor del aire en agua embotellada, lo que permite que las zonas áridas y con poco -o nulo acceso al agua- tengan una salida accesible al alcance de la mano.
Allí, en un pequeño pueblo llamado Lehbab, funciona la planta embotelladora que obtiene la energía necesaria por medio de los paneles fotovoltaicos que permiten transformar la luz del sol en electricidad. Además, utilizan plástico reciclable tanto en la botella como en las tapas de las mismas.
Para lograr que esto funcione implementaron nada más y nada menos que 1.250 paneles con un valor unitario de US$ 2500. La intención es poder llegar a 10.000 paneles para hacer extensivo este proyecto a más ciudades y países ubicados en la zona desértica.
De esta manera, se empieza a trabajar en la solución para uno de los problemas que más discordia ha generado a aquellos habitantes de los desiertos, tales como los Emiratos Árabes pero también África por ejemplo. Sin embargo, cabe destacar que se trata de un proceso costoso que complica la inclusión de este sistema en todos los territorios con estas características.
Por otra parte, no todos los desiertos presentan la misma calidad de aire, ya que la gran mayoría de ellos son climas secos por naturaleza. Dubai, por su parte, sabe combinar la aridez con el aire húmedo proveniente de las fuentes de agua cercana y a su cercanía a los trópicos. Esto le permite ser un lugar especial para esta actividad.
No solo se trata de un proceso de extracción costoso, sino que también cada botella de agua será considerablemente más cara que las convencionales que principalmente vienen de manantiales o espejos cristalinos de agua. Se estima que el precio por litro rondará los US$ 3.
De momento se trata no tanto de una realidad, sino más bien de un gran paso hacia la disponibilización del agua en aquellos lugares donde no se encuentra dada naturalmente, como a su vez también un recurso reparador para cuando el agua empiece a peligrar.
Sin dudas que este tipo de extracción también reflejará la calidad de ese aire, por lo que, en un aire contaminado, el agua claramente también se encontraría en esa misma situación.
De momento, este tipo de proceso está destinado más a los cultivos hidropónicos que a saciar la sed de las personas, por lo que desde la empresa han empezado a articular con diversos emprendimientos huerteros que festejan la capacidad de retención del agua a través de este proceso.
De esta manera, no solamente podrán tener el acceso al agua, tan requerida por las plantas para poder alimentarse, sino que también evitarán tener que trabajar el suelo que en extremas condiciones de aridez y con una granulometría prácticamente nula, necesit de grandes inundaciones para ser regada.
Se estima que por medio de este innovador proyecto se puedan generar unos 2,3 millones de litros al año, aproximadamente el volumen de una piscina olímpica tradicional.
Hidroponia, alimento en escasez de recursos
La hidroponía es el método mediante el cual se cultiva sin la necesidad de utilizar sustratos de cualquier tipo. En vez de echar raíces en tierra, las plantas se alimentan directamente del agua, de donde obtienen todos los nutrientes necesarios por medio de riegos fortificados con nitrógeno, fósforo o potasio dependiendo de lo que necesite la planta.
Un ejemplo claro de como Dubai ha podido instalar este innovador método de cultivo en su país son sus jardines verticales, de unos 30.600 m2 repartidos a lo largo de tres pisos donde se obtienen aproximadamente unas mil toneladas de verduras por año. Sin embargo, la principal problemática de este sistema se da con aquellas plantas de frutos, ya que si bien consigue grandes tamaños, no obtiene ni flores ni frutas pesadas, ya que las raíces no sirven de sostén para el tallo y la producción que almacena.
Sin embargo es un modelo utilizado en gran parte de los cultivos urbanos que han explotado durante la pandemia. Un caso en Argentina lo dio la empresa especializada Verdeagua, que busca expandir este método en hogares y salas de cultivo del país y le dio detalles de su desarrollo a Utopía Urbana. Pero volviendo a Dubai, el caso en cuestión se ha diseñado para generar más de mil toneladas de verduras al año con un sistema que ahorra tierra, energía y agua. Sus creadores piensan ya en ir más allá y añadir frutas a la cosecha.
Se trata de un recinto conocido como Bustánica que se dió entre la alianza entre la empresa Emirates Group y Crop One, especialistas en agricultura vertical. Dicho de otra manera, la empresa de los emiratos brinda el capital, mientras que Crop One lleva adelante los cultivos.
De esta forma esperan poder resolver el problema que hoy en día sacude al país y es la falta de espacio y tierra habilitada para la siembra. La intención es aprovechar los excesivos crecimientos que permite este tipo de cultivos hidropónicos, principalmente en aquellas plantas de hoja para producir unos 3 mil kilos de verduras por día.
Entre los más utilizados están la col rizada, espinacas y rúculas, pero esperan poder expandir este proyecto a los frutales, algo que es necesario también en el mercado regional.
Sin embargo, no se trata de un sistema que carece de contraindicaciones, ya que la gran mayoría de las empresas dedicadas a este tipo de cultivos fertilizan químicamente. Es decir, que por un lado aprovechan la disponibilidad que les permite el Zero Mass Water, pero finalmente terminan contaminando químicamente.
Los modelos de agricultura regenerativa aún no han logrado expandirse por aquellos lares y menos aún en sistemas hidropónicos. Por esta razón será vital conocer de qué manera fertilizarán a la hora de utilizar este sistema, ya que es fundamental mantener el agua limpia una vez terminado el proceso de cultivo.
Sea como sea, lo que cabe resaltar es la importancia del avance tecnológico que se está dando en Dubai y conocer que no se trata únicamente de nuevos modelos de autos o robots inteligentes. La disponibilidad de los recursos también se puede gestionar a través de la tecnología y, al menos por ahora, han empezado a dar el puntapié inicial.