Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

El gobernador, Rodolfo Suarez, junto al presidente de EMESA y el secretario de Energía de Nación, han puesto en marcha distintos acuerdos para la producción hidroeléctrica y eólica en la región.

Si bien ya están latentes desde hace años, la generación de energías sustentables en algunos países de Latinoamérica es algo que ha quedado en un segundo plano. Es más común ver cigüeñas extractoras de petróleo que torres eólicas. Sin embargo, poco a poco y gracias a la decisión política de algunos funcionarios y al compromiso empresario, eso empieza a tomar otro destino. 

En el caso de Argentina podemos citar algunos ejemplos recientes que parecen empezar a cambiar el mapa de anuncios de inversiones. A los acuerdos para incentivar la producción de hidrógeno verde en la provincia de Río Negro y Bahía Blanca firmados por el presidente argentino Alberto Fernández que incluso prometen elevados niveles de exportación a futuro, se sumó ahora un nuevo proyecto en la ciudad de Mendoza relacionado a la generación de energías renovables. 

Así lo declaró el gobernador de la provincia, Rodolfo Suárez, quien junto al presidente de la Empresa Mendocina de Energía SA (EMESA), Pablo Magistocchi, viajaron a Buenos Aires para reunirse con Darío Martínez, secretario de Energía de Nación.  

La intención de la visita es poder avanzar en distintos proyectos mendocinos para empezar a generar una alternativa sustentable en la provincia y avanzar en la transición ecológica para dejar de lado los hidrocarburos. Para eso quieren generar obras para la generación de energías renovables y la construcción de parques solares e hidroeléctricos.  

En ese sentido, fue el propio Suárez quien aseguró que se trata de “un proyecto que está pensado en cuatro etapas de 100 megas que abriría un nuevo corredor eléctrico para Mendoza en la línea que une Cruz de Piedra con San Juan”, además expresó la importancia de “seguir apuntando hacia las energías limpias en la provincia”.

Por otra parte, el funcionario destacó que estas nuevas formas de generar energía también son nuevas formas de impulsar la generación de empleo en la provincia, sobre todo  el proyecto solar-fotovoltaico El Quemado, ubicado en el distrito de Jocolí, en Lavalle sobre la ruta 40, casi en el límite con San Juan.

Por su parte, el presidente de EMESA, Pablo Magistocchi, aseguró: “Hemos planteado una serie de gestiones por otros proyectos de energía renovables, pequeños aprovechamientos hidroeléctricos y otros proyectos solares en los que necesitamos algunas gestiones para poder destrabarlos”. 

En ese sentido, esperan que Darío Martínez dé el visto bueno para empezar con la transición energética en la provincia y poder darle curso a los nuevos proyectos de energía renovable que tienen pensados para la región. La intención de Magistocchi en ese sentido, es poder “impulsar el desarrollo hidroeléctrico y unificar criterios para el diseño y conseguir contratos de energía hacia el futuro”. Paulatinamente las distintas provincias y ciudades del mundo, pero sobre todo en Latinoamérica, comenzarán a girar sus planes de producción hacia la generación sustentable de energía, buscando impulsar un consumo verde y sin base en los hidrocarburos. Para ello es necesario articular entre el sector privado, el gobierno nacional y el provincial para darle sustento a los proyectos. En ese camino se encuentra actualmente Mendoza. ¿Podrá conseguirlo?

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