Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

La ciudad es un modelo a la hora de resolver problemas en relación a la gran densidad poblacional. Gracias a los Corredores de Desarrollo Orientado al Transporte (DOD) han logrado reducir el impacto de la superpoblación que generan peores condiciones de vida y espacios más pequeños.

Una de las problemáticas que más ha preocupado a funcionarios y dirigentes de todo el mundo es el alto ritmo con el que se expande la raza humana. No importa el clima, no importa el espacio, la capacidad reproductiva por naturaleza es algo que, en tiempos modernos significa un problema para las ciudades que ya no pueden albergar a más personas. 

Hay países como China, que incluso han establecido impuestos a la procreación para lograr reducir la aglomeración de gente en los centros urbanos que durante los últimos años no han tenido más remedio que “apilar” a las personas en rascacielos. 

Uno de estos casos, o mejor dicho, el más emblemático a nivel mundial es el caso de la reconocida ciudad china de Hong Kong que cuenta con la densidad poblacional más alta del planeta y ha empezado a preocupar incluso a las autoridades internacionales. 

Según el estudio de Urbanópolis, un portal dedicado a trabajar el desarrollo urbano, la pequeña ciudadestado cuenta con unos  7,5 millones de habitantes en la actualidad y un promedio de un millón de personas nuevas en su territorio cada 10 años. 

La realidad que cuentan desde el informe es que este proceso urbano comenzó a surgir en la década de los 50 y los 60 cuando millones de chinos empezaron a escapar del comunismo que pregonaba el país llegando a un territorio como Hong Kong, que contaba con condiciones diferenciales. Por otro lado, este proceso incentivó además, la migración local del campo a la ciudad buscando mejores condiciones de vida. 

Para entender mejor este movimiento urbano que se generó durante esta época cabe destacar que para 1951 la ciudad tenía más de 2 millones de habitantes, mientras que diez años después alcanzó los 3 millones. Es decir, una década significó un crecimiento de un millón de personas por década, algo que se ha venido manteniendo hasta la actualidad. 

Y aunque parezca que estos números no son tanto en comparación con la cantidad  de habitantes de grandes ciudades como Tokio, Shangai o bien referencias más próximas como San Pablo o México, la realidad es que la densidad varía desde los 500 personas por km2 hasta distritos con más de 130 mil personas por km2, como el caso de Mongkok, considerado el distrito más denso del mundo por el Record Guiness.  

Esto la ha convertido en una ciudad reconocida a nivel mundial por los altos índices de hiper densificación que han obligado a que las personas se amontonen en grandes rascacielos. Aunque ese es tema de otro cantar. 

Según Urbanópolis “los rascacielos constituyen el paisaje del país asiático siendo el país con más edificios de este tipo en todo el mundo con casi 2 mil edificios que sobrepasan los 2 mil metros de altura. El doble de ciudades como Nueva York”. 

Para los especialistas, si bien esta medida se debe al poco territorio que hay disponible, también toman un rol fundamental los arquitectos y empresas privadas que “transforman los espacios públicos y básicos para la población en oportunidades para sacar provecho, convirtiéndose esto en uno de los principales problemas de Hong Kong”, revelaron en el informe. 

Además, desde Urbanopolis explicaron: “El panorama residencial de Hong Kong es famoso por sus precios desorbitantes y sus pequeños departamentos que llevan a una baja calidad de vida de los habitantes. De hecho, es normal pagar unos US$ 550 mil por un apartamento de tan solo 40 m2. Con este dinero se podría comprar un departamento de más de 90m2 en Vancouver y hasta un castillo en Italia”, explicaron.

Como sobrevivir a la hiperdensidad

O te adaptas o te mueres es uno de los lemas que mejor se aplica a casos urbanos como el de Hong Kong. Pese a que la hiperdensidad hace que se perciba a la ciudad desde una perspectiva negativa, los funcionarios chinos han logrado desarrollar diversas estrategias inteligentes y sustentables para reducir el impacto de la sobrepoblación.

Para ello han elaborado un sistema de transporte inteligente conocido como los Corredores de Desarrollo Orientado al Transporte (DOD), que tienen como objetivo el “ahorro de energía, infraestructura y tiempo mejorando la calidad de vida de los usuarios y aumentando el impacto económico en estos corredores”, explicaron desde Urbanópolis. 

De hecho, según datos oficiales de la oficina de transporte de Hong Kong, el 70% de las personas viven relativamente cerca de una estación de tren. Es que claro, la incapacidad de tener a la gente dividida en espacios personales ha puesto en jaque la distinción entre lo público y lo privado, llevando a que las personas transiten lo urbano sin tanta privacidad. 

Las imágenes de una ciudad china con calles repletas de personas son una consecuencia de la hiperdensidad poblacional, pero también son una respuesta a la misma. La solución al problema de la falta de espacio es que los usuarios se encuentren en constante movimiento. 

Esto se traduce en números, ya que los DOD, que cuentan con 10 líneas, logran un promedio de 5 millones de usuarios diarios de transporte convirtiéndose en “el soporte de la vida de Hong Kong”. 

Su dinámica de calles saturadas, edificios altos y departamentos más chicos tiene como implicaciones positivas a espacios urbanos más  activos con mejor interacción social, alta accesibilidad y proximidad, además de un estilo de vida eficiente y ahorro energético”

Sin embargo también existe una rama negativa para todo esto: “El hacinamiento, falta de espacio publico, privacidad, contaminación atmosférica y exceso de ruido es un modelo de desarrollo de las buenas prácticas urbanas es un modelo poco deseado”. 

Cabe destacar que solo existe 1,4 m2 per cápita de espacio para recreación, comprobando que  las ciudades compactas de alta densidad se perciben negativamente como congestionadas, contaminadas y carentes de espacios verdes y urbanos de buena calidad. 

“Hong Kong representa un caso ejemplar donde la complejidad lleva a la creación de espacios híbridos, que no son públicos ni privados y que representan un espacio distintivo de la configuración de la ciudad. Los límites entre el espacio público y privado desaparecen bajo esta configuración”, concluyeron desde Urbanópolis. 

Si bien la ciudad china ha logrado resolver de manera inteligente la hiperdensidad, está claro que no se trata de un modelo a seguir, sino de un modelo eficaz a la hora de resolver los problemas habitacionales a los que se somete el mundo. ¿Te imaginás vivir y que siempre haya alguien escuchando?

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