El receso legislativo argentino terminó y los recintos ya empiezan a gestionar el curso del 2022. Desde el Poder Ejecutivo ya se pusieron en marcha y presentaron el proyecto de Ley de Promoción de Electromovilidad que busca impulsar la utilización creciente y sostenida de vehículos que funcionen gracias a energías alternativas o verdes.
Esta iniciativa ya tuvo ingreso para su tratamiento en la Cámara de Diputados y será tratado durante las sesiones extraordinarias del Congreso convocadas por el Gobierno nacional que tendrán lugar a partir del 1 de febrero.
Este proyecto marca un precedente en la gestión sustentable relacionada a la electromovilidad desde una mirada nacional. De hecho, según reza el escrito buscan “promover la utilización creciente y sostenida de vehículos propulsados por fuentes de potencia no convencionales de producción nacional para una movilidad sustentable».
Está claro que esto no se trata de algo que sucederá de un momento a otro, pero sin dudas es el camino a recorrer para poder establecer políticas alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se establecen en la región. No se trataría de un golpe de alto impacto en la temática, sino más bien el origen del destino de nuevas medidas a tomar para lograr la transición sustentable.
Objetivos del proyecto
De esta manera, el Poder Ejecutivo busca plantear el interés nacional en cuanto al “diseño, investigación, innovación, desarrollo, producción, comercialización, conversión y utilización de vehículos propulsados por fuentes de potencia no convencionales producidos en el territorio nacional específicamente destinados a la movilidad sustentable”.
Esto incluiría «tanto los (vehículos) existentes al momento de su sanción como aquellos que se produzcan en el futuro y, en particular, el fomento de inversiones en cuanto ello permita el desarrollo creciente y sostenido de una oferta nacional de vehículos de movilidad sustentable; así como la creación de instituciones de apoyo, a los fines de estos objetivos».
Para ello no solo buscan lograr generar inversiones de todo tipo en esta temática, sino también establecer algunos incentivos que permitan el acceso a la electromovilidad por medio de beneficios tributarios y franquicias en el pago de tasas y contribuciones con sujeción a lo que al efecto dispongan las jurisdicciones locales.
También, se proponen incentivos a las inversiones para el incremento productivo de proyectos existentes y a las inversiones en nuevos proyectos destinados a la producción de bienes de la movilidad sustentable. Según el proyecto, el Ministerio de Transporte establecerá instrumentos factibles para alcanzar el objetivo de reconversión de flotas.
De ser aprobado este proyecto, sin dudas la movilidad sustentable y eléctrica pasarán a ser una intención nacional que buscará ser beneficiada para estimular su llegada.
De qué se trata el proyecto
Tal como lo anuncian en el cuerpo del proyecto, “Argentina debe hacer su aporte a la lucha global contra el cambio climático y transformarla en una oportunidad para el desarrollo productivo”.
Esto está basado en las diversas razones que desde el Poder Ejecutivo ven como indispensables para este tipo de leyes como las ambientales, económicas y estratégicas para desarrollar la movilidad sustentable.
Para lograr una mejora en el país hay ciertas medidas o incentivos por medio de aranceles a tener en cuenta en la discusión:
-Incentivos a la demanda (exenciones impositivas, bono verde sobre precio de vehículo)
-Incentivos a la oferta (beneficios fiscales para inversiones en proyectos de movilidad sustentables)
-Creación del FODEMS (Fondo Fiduciario de la Movilidad Sustentable) y de la Agencia Nacional de Movilidad Sustentable
-Renovación de flota de buses urbanos y flota de la Administración Pública Nacional (APN), así como instrumentos y acciones de la misma en materia de movilidad sustentable
Aporte de la medida al país
Dentro de lo destacable que se sumaría a las medidas dispuesta por Nación, se encuentra la adecuación a la nueva agenda ambiental global y potencialidad para acercarse al cumplimiento de los compromisos asumidos por Argentina según su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, según sus siglas en inglés), que alientan la transición hacia un desarrollo integral y sostenible
Por otro lado, la posibilidad de ampliar su capacidad productiva a nivel automotriz y de movilidad, aggiornando a los nuevas categorías como la micromovilidad y potenciando el conocimiento existente. En base a eso, le daría potencialidad para convertirse en un hub de electromovilidad a nivel regional.
En un último eslabón, pero no menos importante, se buscará propiciar la articulación del sistema científico y tecnológico con el sector productivo y comercial e impulsar la generación de fuentes de empleo con alto valor agregado
En consecuencia, en medio de la necesidad de expandir la temática en el continente, desde el Ejecutivo ven con buenos ojos la potencial llegada de industrias e inversiones que permitan establecer apuntalar el desarrollo en el país con visión regional.
Por eso lo ven como una “oportunidad de producir externalidades y difundir nuevas tecnologías: baterías para otras aplicaciones, nuevos materiales livianos, gestión de transporte con big data, inteligencia artificial, etc”.
Ejes de la discusión del proyecto de Ley
Según estimaciones preliminares del proyecto, el alcance y avances de algunos beneficios esperados con la Ley hacia el año 2030, permitiría entre otras cuestiones:
-La creación de 12.500 puestos en terminales automotrices, 6 mil en empresas autopartistas y 2.500 en empresas de baterías
-Inversiones por US$ 8.300 millones y exportaciones adicionales por US$ 5.000 millones
-A nivel ambiental, ahorro acumulado de 10,7 Millones de toneladas de CO2 equivalente.
Habrá que esperar hasta mediados de febrero para ver la evolución de este proyecto y su eventual aprobación, reglamentación y puesta en marcha en lo que resta del año.