La Autoritat Portuària de Barcelona se propuso descarbonizar el puerto hasta llegar a ser neutro en 2050 y con el objetivo intermedio de reducir a la mitad la emisión de CO2 para 2030.
Esta iniciativa va en línea con las acciones acordadas con otros once puertos del mundo y miembros de la World Ports Climate Action Program (WPCAP), en la cual estas entidades se comprometieron a reducir las emisiones de CO2 del transporte marítimo y los puertos y a mejorar la calidad del aire.
Entre los proyectos planteados para ir camino a la neutralidad de emisiones, se encuentran la electrificación de los muelles, la promoción de combustibles cero emisiones y la utilización de energías renovables.
En cuanto a la electrificación de los muelles, se calcula que permitirá reducir un 51% las emisiones de óxido de nitrógeno y un 25% las de partículas en suspensión para el 2030. Ya que prevé que los barcos puedan conectarse a la red eléctrica una vez amarrados y que eviten mantenerse con el motor encendido y expulsando emisiones nocivas al aire.
Por otra parte, gracias a la instalación de paneles fotovoltaicos en techos de sus edificios, el puerto podrá producir 120 GWh (Watts por hora) y hay proyectos para aprovechar la energía sobrante.
Además, hace unos años el puerto puso especial atención a reforzar la estructura del ferrocarril que utiliza como transporte de mercaderías y que no genera emisiones. Por eso se anunció la construcción de nuevas terminales y la mejora de las actuales.
Este objetivo de reducción de emisiones, se alinea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 13, donde la ONU propone adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático.