Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Desde el Gobierno porteño buscan impulsar el esquema de Triple Impacto en la región, por eso por medio de esta Ley se comprometen a impulsar la Economía Circular en articulación con el sector privado y la sociedad civil.

Conseguir un planeta más limpio y saludable no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Tampoco es cuestión de sólo  pensar en un futuro o  en planes a largo plazo sin ejecución. Se trata de tomar acción. Y eso es lo que hicieron desde el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde han promulgado la Ley de Economía Circular de la Ciudad

Esta medida, que data de noviembre de 2021 y contó con el apoyo de la Cámara de Triple Impacto Argentina (CATIA), demuestra un impulso de la clase política por articular los distintos sectores de la sociedad, incluyendo las entidades privadas y la sociedad civil, en pos de una visión ambiental concreta. 

Es sabido que desde la llegada de la Revolución Industrial se potenció un nuevo perfil de desarrollo urbano y de consumo lineal. En ese marco,  el exponencial crecimiento de las ciudades se ha traducido en mayores convertido en una problemáticas primero sociales y después ambientales. Es que con un 55% de la población mundial viviendo en zonas urbanas, la necesidad de más y mejores políticas y regulaciones se vuelve vital. 

En el caso de América Latina la circunstancia es varias veces peor ya que un 81% de las personas viven en estos espacios, mientras que en Argentina esta cifra incluso alcanza el 92%

Uno de los principales desafíos de la ciudadanía para contrarrestar los efectos negativos del surgimiento de las ciudades es la gestión de los residuos. Sin embargo eso no solamente significa reciclar, sino una visión más integral que consolide un ecosistema que recupere estos materiales y los vuelva a insertar en la cadena productiva como materia prima. 

Importancia de una ley que incentive la Economía Circular 

Fomentar la Economía Circular no solo significa reciclar o dar a conocer este concepto. En palabras de Luis Lehmann, especialista en la materia, a Utopía Urbana se trata de un “nuevo paradigma en la gestión de los recursos que intenta primero, a partir del diseño evitar que existan residuos y que estos materiales se queden dentro del proceso productivo la mayor parte del tiempo posible alargandola posibilidad de generar valor”. 

De la mano de ello, se vuelve vital promover un ecosistema que permita que los proyectos de triple impacto basados en este tipo de medidas ambientales sean rentables y redituables

Para ello, además de divulgar y   capacitar, se requiere empezar a legislar medidas que favorezcan la aparición y sustento de todos estos nuevos emprendimientos. En este contexto, desde el Gobierno Porteño han planteado la Ley de Economía Circular. 

La intención de este proyecto es generar un compromiso para diseñar políticas públicas que implementen conceptos con una nueva visión ambiental en línea con la Nueva Agenda 2030. 

La Ley de Economía Circular promueve la inclusión de los principios de la economía circular en el diseño e implementación de políticas públicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en cumplimiento con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la agenda de Carbono Neutral 2050.

De esta manera esperan poder impactar en la generación de empleos verdes, la reducción  de los residuos, la prolongación de la vida útil de las materias primas y una posterior reducción de la explotación de los recursos naturales. 

Por otra parte, uno de los objetivos colaterales de esta generación de políticas es el incremento de una demanda colectiva por productos alternativos o de origen natural, modificando levemente las reglas del mercado.

Cómo lo hará

Por medio de este plan de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se busca tener injerencia dentro de todas las etapas de la cadena productiva. Por eso no solo se busca poder trabajar sobre los materiales ya generados, sino que se intenta también fomentar el ecodiseño y los materiales alternativos para evitar futuros plásticos en el cesto de la basura. 

Para ello desarrollarán diversas capacitaciones destinadas a todas las distintas fases de la cadena de valor dentro de la oferta de bienes, productos o servicios. Esto se refiere a la extracción de la materia prima como así también a la comercialización y posterior consumo. 

Para ello han realizado un diagnóstico inicial que permite hacer de “radiografía de la escena de triple impacto” en el ámbito local para identificar las áreas donde es necesario trabajar con mayor prioridad. Estos análisis se mantendrán de manera periódica para poder evaluar de manera constante. 

El desafío que ofrece esta iniciativa es poder articular los distintos ministerios para que todos en conjunto tengan una perspectiva ambiental y de triple impacto sin la necesidad de que sea tarea exclusiva por ejemplo de Ambiente. 

En ese contexto se realizará un informe anual detallando la realidad del sector ya sea en relación al impacto que genera, la cantidad de material recuperado o la cantidad de empresas que han surgido durante los últimos meses como así también la necesidad de financiar prioritariamente a proyectos de reciclaje por encima de los de energías alternativas o viceversa. Por otra parte, gracias a los incentivos económicos del gobierno algunas empresas han consolidado una importante posición que ofrece la alternativa de contratar y generar empleos en el sector verde, algo que aporte un valor agregado indiscutible a la ciudad.

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