Desde la Fundación para el Desarrollo Sostenible (FDS) continúan con el ciclo de webinars denominado “Mujeres liderando la Economía Circular y la Sustentabilidad”, que se extiende entre el 12 de julio y el 18 de octubre
A través del mismo buscan articular los distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al trabajo realizado por diversas mujeres líderes de la industria mundial. En esta ocasión, en relación al eje de la educación, se hizo presente Carmen Rosa Castilla Rivas, Coordinadora de intercambios internacionales España- Suecia.
Monica Vaher, impulsora de la FDS y moderadora del webinar junto a su colega y presidente de la Fundación Elga Velázquez, recibieron a la invitada y a su exposición.
Nacida y criada en Perú, fue en el año 1991 que dejó el continente escapando de la crisis y se encontró con Suecia, un país de costumbres con importantes diferencias respecto a las conocidas lo que, además de llevarle un largo proceso de adaptación, también le significó un importante aprendizaje.
Si bien sus orígenes en la rama educativa se dieron como profesora de matemáticas, la llegada a Suecia la llevó a revalidar sus estudios para ejercer, donde decidió especializarse en la lengua española, desde hace más de veinte años se dedica a este tipo de estudios.
Sin embargo, no fue solo la disciplina lo que cambió Castilla Rivas, ya que también cambiaron sus métodos de enseñanza y la forma de ver el sistema educativo, en un contexto totalmente distinto al ya conocido en el caso de América Latina. “La educación es un derecho y una obligación y si comparo los distintos países latinoamericanos vemos que no es algo que sea así porque hay que pagar útiles escolares, transporte y hasta en algunos casos una licencia curricular”, lamentó la especialista.
En contrapartida, expresó algunos de los cambios más destacables de lo que se encontró en el continente europeo: “Aquí en Suecia, por ejemplo, es absolutamente gratuita porque los chicos no tienen que comprar absolutamente nada y esto debido a los grandes impuestos que se pagan con lo que se soluciona esto sobre todo en el nivel primario”.
En el sistema educativo sueco, los estudiantes son expuestos a diversos estímulos en pos de fomentar un desarrollo cultural que sea inherente a las características del ciudadano sueco. “Queremos que los estudiantes sepan trabajar en equipo, el sueco no es individualista, porque esa es la única manera de lograr cosas”, remarcó Rosa, quien actualmente es profesora del Instituto Nacka Gymnasium en el país nórdico
Además de expresar que la educación debe estar orientada en base a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), considera que es de vital importancia poder desarrollar la igualdad de género y la integracion social para evitar situaciones de discriminación y traumas desde las edades formativas.
Proyecto Atlas como diversificador cultural
Además de integrar los saberes por medio de la educación, la especialista busca fortalecer el intercambio cultural y de realidades entre los distintos estudiantes, para eso creó el Proyecto Atlas, que “incentiva el intercambio de los estudiantes con los países de menos recursos, como algunos de Latinoamerica o Africa”.
Además, en esa linea, la especialista aseguró: “El objetivo principal es alcanzar o contribuir con un granito de arena hacia la perspectiva de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 para luchar contra la pobreza y generar una igualdad de género por medio del desarrollo sostenible”.
“El equipo hace la fuerza por eso hay que juntarse con individuos de otras ciudades del mundo y ofrecer a los estudiantes la capacidad de tener una mayor madurez, por eso buscamos ponerlos de un momento a otro en otra sociedad distinta para ver si son capaces de tomar sus propias responsabilidades e iniciativas porque es muy importante ver qué sucede cuando uno está afuera de casa”, explicó Castilla Rivas
Este tipo de programas son totalmente gratuitos para los estudiantes y sus familias, ya que están costeados por los propios impuestos ciudadanos. De esta manera, para conocer por ejemplo en detalle la Segunda Guerra Mundial, los estudiantes pueden viajar a Alemania y conocer los museos Nazis y los monumentos históricos para tener una mejor representación.
Educación como motor de búsqueda
Cambiar el paradigma educativo donde los estudiantes sean quienes lleven adelante su propia elección sin desviar sus esfuerzos en conocimiento que no le es del todo útil. Para ello, una vez terminado el nivel inicial, que se termina con 16 años, los estudiantes pueden elegir si quieren continuar con el bachillerato para continuar una carrera universitaria o si quieren dedicar su vida a otro tipo de oficios.
“La educación durante el lapso de 16 a 18 años no es obligatoria. Allí se divide entre quienes quieren dedicarse al estudio en el extranjero, a las ciencias sociales o a las ciencias exactas. También está la parte técnica, por si alguien quiere estudiar carreras relacionadas a la tecnología o incluso al sonido”, explicó la especialista.
La intención de la educadora peruana radicada en el exterior es poder preparar a los alumnos para vivir y actuar en una sociedad solidaria y democrática enseñándoles a ser personas críticas y eso no necesariamente está relacionado con una carrera universitaria.
“Hay otras carreras que no necesariamente hay que seguirlas en la universidad, sino que con los años ya estudiados se puede hacer estudios complementarios para hacer una carrera corta”. Este es el caso de los que quieran ser albañiles, electricistas o estudiar todo lo relacionado a los oficios. También hay otro programa para chicos con discapacidad y sus estudios especiales y otro programa que está destinado a que los chicos que no pudieron completar los estudios lo realicen fuera de término.
“Todos los educadores y educadoras tenemos un rol muy importante dentro de la sociedad y es el de formar a ese hombre y joven del futuro que va a tomar las riendas del país, que puede ser un líder y hasta ser parte del gobierno. Si las formamos en la responsabilidad, en la mentalidad de trabajar en equipo y pensamos a futuro no solo a tratar para el momento de esa generación se puede dejar un legado.”, concluyó la especialista.