Santander es una ciudad situada en el norte de España, capital de la comunidad autónoma de Cantabria. Su alcaldesa impulsa un Plan estratégico 2023-2030 cuyos pilares son el desarrollo sostenible, la cohesión social y los recursos naturales, alineado a los ODS y la Agenda 2030. Espera que a través del mismo se logre una urbe integrada, equitativa y solidaria, en la que todos los ciudadanos se sientan felices y seguros. En esta entrevista, la propia alcaldesa nos da detalles de la estrategia y de las principales acciones en curso. Se destacan temas como la movilidad sostenible, la transformación urbana con una mayor naturalización del entorno, la participación ciudadana y la búsqueda de convertirse en un gran centro cultural, entre otros.
Santander es una ciudad de oportunidades y vamos a aprovecharlas todas para que, lo que ahora imaginamos, sea pronto una realidad”.
Entrevistamos a Gema Igual, Alcaldesa de Santander (España). Algunos anticipos de sus ideas:
- “Lo que queremos es que el peatón recupere cada vez más espacio urbano para su disfrute, por eso hemos peatonalizado y semi-peatonalizado numerosas calles de la ciudad”.
- “Estamos trabajando en ponérselo más fácil a los ciudadanos para que cada vez sean más los que opten por un tipo de transporte más sostenible que el vehículo privado para desplazarse por la ciudad”
- “Está claro que las administraciones por sí solas, y menos aún los ayuntamientos, no pueden afrontar grandes y significativos proyectos, que sirvan de motor de cambio de las ciudades sin la colaboración privada”.
- “El Ayuntamiento de Santander ha trabajado intensamente para reducir las desigualdades”
Aquí detalles de la entrevista:
Mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Santander siempre ha sido uno de sus principales objetivos. ¿Cómo ha cambiado el entorno social y urbano de la ciudad tras la pandemia?
Evidentemente, la sociedad y el mundo entero han cambiado por la pandemia, y, por lo tanto, el entorno social y urbano también. En este sentido, cabe destacar que el Ayuntamiento de Santander ha trabajado intensamente para reducir las desigualdades, para que ningún ciudadano se quedase atrás y para la recuperación emocional de las familias. Por eso duplicamos el fondo de Emergencia Social hasta llegar a los 2,5 millones de euros, reforzamos nuestro centro de acogida, triplicamos los convenios con el tercer social, desarrollamos programas para el bienestar social y emocional de los niños, de los mayores y de los colectivos más vulnerables.

En cuanto al entorno urbano, hemos apretado el acelerador de la transformación que iniciamos hace años en movilidad sostenible. De esta forma, hemos conseguido implantar una red de carriles bici de 33 kilómetros, cerrando el anillo ciclista de 20 km de longitud y que bordea toda la ciudad, disponible para el ocio, el deporte o la movilidad cotidiana; hemos aprobado una ordenanza para subvencionar la compra de bicicletas eléctricas con € 350; hemos instalado aparcamientos cerrados y videovigilados para bicicletas en diferentes puntos de la ciudad; hemos instalado un tótem con conteo de bicis en el carril bici de El Sardinero y continuamos señalizando calles ciclables para hacer más segura la circulación de bicicletas por la calzada.
Y hemos rehabilitado el Túnel del Tren de Pombo, una nueva conexión peatonal que une la ciudad en dos barrios en apariencia distantes, como Tetuán y el Sardinero, y genera un nuevo itinerario que esperamos que va a reducir el número de vehículos que se desplacen entre estos dos puntos, especialmente entre quienes se dirijan a las playas en verano, que creemos que van a utilizar, en gran medida, este túnel.
Lo que queremos es que el peatón recupere cada vez más espacio urbano para su disfrute, por eso hemos peatonalizado y semipeatonalizado numerosas calles de la ciudad.
En cuanto al transporte urbano, seguimos con el ambicioso plan para la renovación de la flota del TUS, con la incorporación de nuevos autobuses híbridos y eléctricos (dos ya en funcionamiento en la línea central); y estamos tramitando para conceder ayudas al sector del taxi para la renovación de sus vehículos por otros más ecológicos.
Y, respecto a la movilidad vertical, hemos inaugurado esta legislatura nuevos itinerarios peatonales, como el ascensor de Jesús de Monasterio o las escaleras mecánicas en Enrique Gran y Valdenoja, con lo que son ya 15 los itinerarios mecánicos que han mejorado la vida de miles de santanderinos, que han supuesto una inversión municipal de más de 27 millones de euros y que utilizan 8 millones de usuarios cada año.
También estamos trabajando en una mayor naturalización del entorno, con la incorporación de 1.800 árboles y zonas verdes con cada actuación de mejora urbana en las calles, y la importancia aún más relevante, como consecuencia de la pandemia, de generar más espacios al aire libre para el uso ciudadano.
¿Ha cambiado mucho el concepto de cómo utilizan los ciudadanos y los visitantes la ciudad?
Está cambiando poco a poco. Sí que es cierto que los cambios que tienen que ver con el transporte y, sobre todo, con la arraigada dependencia del coche en una ciudad como Santander, son difíciles de manifestar en poco tiempo. Modificar estos hábitos requiere mucho tiempo, concienciación y sensibilización, pero poco a poco sí que se está notando -sobre todo entre la población más joven-, el incremento de los desplazamientos en bicicleta, en transporte público y a pie.
Por ello, lo que tenemos que hacer desde las instituciones, y en eso el Ayuntamiento de Santander sí que puede ponerse como ejemplo, es facilitárselo. ¿Cómo? Con más carriles bici, con mayor seguridad en las sendas ciclables, con los aparcamientos videovigilados, con ayudas para la compra de bicicletas eléctricas, con un tráfico más calmado gracias a que somos ciudad 30, etc. Y en eso estamos trabajando, en ponérselo más fácil a los ciudadanos para que cada vez sean más los que opten por un tipo de transporte más sostenible que el vehículo privado para desplazarse por la ciudad.
Englobar el desarrollo sostenible, la cohesión social y los recursos naturales supone un gran reto para cualquier ciudad. ¿Cómo se comporta Santander en este sentido?
Santander está trabajando ahora mismo en su plan estratégico 2023-2030 que contempla precisamente entre sus ejes esas tres cuestiones fundamentales para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Hay que tener en cuenta que desde el inicio de la legislatura llevamos organizando nuestras políticas y acciones municipales en torno a los ODS, lo que ha permitido a la ciudad destacar en cinco de ellos (energía asequible y no contaminante; acción por el clima; vida submarina; paz, justicia e instituciones sólidas, y alianzas para lograr los objetivos).

Como ejemplos claves de esos tres elementos sobre los que me pregunta puedo destacar, la renovación del sistema de luminarias de la ciudad a Led, que han supuesto el 80 % del ahorro en la factura y menor emisión de CO2 asociada, los certificados de las Playas de Santander que las hacen referencia en el uso sostenible de océanos y mares; el Plan de Infancia y Adolescencia o el Tercer Plan de Juventud; y el Plan de Movilidad Sostenible.
Después de pelear arduamente junto con otros municipios para que los remanentes se quedaran en las ciudades que los habían generado, consiguió que Santander conservara los 60 millones de euros que con tanto trabajo se habían ahorrado. ¿Cuál va a ser ahora su destino?
Su destino se decidió al año pasado y gran parte de ello ya ha repercutido en los santanderinos, dado que gracias a ese dinero fruto de una buena gestión económica pudimos poner en marcha el segundo plan ‘Santander a punto’ de apoyo social, reactivación económica y adaptación al nuevo espacio urbano para la ciudad.
Estas fortalezas económicas han hecho que el Ayuntamiento de Santander haya podido encarar la recuperación social y económica del municipio, ocupándonos de los colectivos más vulnerables con ayudas que cubren sus necesidades básicas; reforzando el tercer sector duplicando la partida de subvenciones; bajando impuestos a todos los ciudadanos, que se han ahorrado 22 millones de euros desde el inicio de legislatura, posibilitando que contemos con el IBI más bajo de las capitales de provincia españolas y el mínimo permitido por ley; respaldando a las empresas, y, por ende, al mantenimiento del empleo con ayudas directas que suman más de 14 millones de euros; dinamizando el comercio, la hostelería y el turismo con bonos de descuento que han supuesto una inyección económica de 7 millones de euros, etc.
Lo que defendimos ante el Gobierno de Pedro Sánchez y el PSOE, que fueron los que quisieron quitar los ahorros a los santanderinos, es que ese dinero debía destinarse a ellos porque era suyo – y así lo hemos hecho y lo estamos haciendo-. Lo que pretendían era absolutamente injustificable, como ha quedado demostrado, y el Gobierno socialista ha quedado en evidencia ante los más de 8.000 alcaldes españoles.
¿Cree que la colaboración público-privada es vital para el desarrollo de las ciudades? ¿En qué proyectos trabajan?
Absolutamente vital e imprescindible. Nosotros apostamos por ello ya desde el año 2010, cuando elaboramos un plan estratégico que tenía como ejes principales la cultura y la innovación. Logramos un impulso fundamental al consolidar la gran apuesta que habíamos llevado a cabo desde hacía años, recogiendo los frutos de un modelo de ciudad en los que la colaboración público-privada es uno de los pilares básicos para avanzar hacia una ciudad moderna, cosmopolita y sostenible.
Está claro que las administraciones por sí solas, y menos aún los ayuntamientos, no pueden afrontar grandes y significativos proyectos, que sirvan de motor de cambio de las ciudades sin la colaboración privada.
Y les voy a poner ejemplos concretos: Uno de nuestros objetivos en un horizonte cercano es convertir Santander en el gran centro de la Cultura del Norte de España. Pues bien, si no fuese por la familia Botín, la Fundación Botín con el Centro Botín y ahora con Ana Botín, con la Fundación Santander, que está rehabilitando el edificio principal con una inversión superior a los 85 millones de euros para transformarlo en el Espacio Pereda, no podríamos contar con esos dos centros punteros de la vida cultural nacional e internacional.
Pero también el Archivo Lafuente, la extraordinaria colección Lafuente propiedad de un empresario de Cantabria que ha reunido una colección impresionante cuya compra ha autorizado el Ministerio de Cultura con destino al Reina Sofía, y que se expondrá en Santander en una sede asociada que se habilitará en la antigua sede del Banco de España. El Ayuntamiento rehabilitará este edificio para este fin, generando así una nueva dotación cultural de primer orden, situada a pocos metros del Centro Botín y del Espacio Pereda a los que me acabo de referir.
Por lo tanto, cómo no voy a defender y a estar al lado de esos empresarios que invierten en la ciudad o que la defienden, y además con todos los puestos de trabajo que crean.
Pero es que queremos apostar por las oportunidades de negocio que tiene Santander, porque es el momento de atraer a las empresas, de generar nuevos nichos de mercado, de consolidar los existentes y de conseguir que la ciudad eclosione hacia ese futuro donde no existen límites.
¿Es Santander una Smart City?
Lleva siendo una Smart City desde hace más de una década y, desde el inicio de esta legislatura, estamos desarrollando el proyecto Smart Citizen, que es poner a disposición de los ciudadanos toda la tecnología que integra la ciudad inteligente. Centrar la acción municipal en los santanderinos, incrementar la participación ciudadana y facilitarles todos los trámites. Ofrecerles una tarjeta que simplifique y unifique los servicios municipales, aumentar sus posibilidades de ocio ofertándoles las actividades que más se adapten a sus gustos, etc. En resumen, que toda la actividad municipal gire en torno al ciudadano.
¿Cómo sería el Santander que imagina y por el que trabaja?
Trabajo por un Santander cohesionado, sostenible, equitativo, solidario, donde los ciudadanos se sientan felices y seguros. Un Santander en el que haya empleo para todos, en el que los ciudadanos proyecten su proyecto de vida y tengan todas sus necesidades cubiertas, desde las sociales y económicas a las culturales o deportivas. Deseo que todos los santanderinos disfruten de su ciudad y que se sientan orgullosos de ella. Que tengan ese sentimiento de pertenencia que les implique cuidarla y respetarla como se merece. Que los santanderinos sigan disfrutando de una convivencia pacífica y respetuosa con los demás. Que se reduzcan las desigualdades, que Santander sea un ejemplo y una referencia en el mundo como ciudad a la vanguardia de la actividad cultural, tecnológica y sostenible. Que la ciudad siga avanzando como motor económico de la región y que consigamos atraer más empresas y más ciudadanos que se unan a los santanderinos actuales para crecer, avanzar y contar con más peso a nivel nacional. Santander es una ciudad de oportunidades y vamos a aprovecharlas todas para que, lo que ahora imaginamos, sea pronto una realidad.
Si nos centramos únicamente en el ámbito de la cultura, muchos de los proyectos en los que se ha venido trabajando durante años ya son realidad, como es el caso del Centro Botín, el plan director de la Catedral o el espacio expositivo de la Fundación Enaire, y otros -entre los que se encuentran el centro asociado al Museo Reina Sofía-Archivo Lafuente, la ampliación del Museo de Arte de Santander (MAS) o el Espacio Pereda-, los podemos acariciar con la punta de los dedos.
Lo que veíamos lejos ya está aquí, por lo que yo voy a seguir persiguiendo los sueños que tengo para mi ciudad y mis ciudadanos, convencida de que, con mucho trabajo, imaginación, creatividad y una pizca de suerte podremos conseguir el Santander por el que trabajamos día tras día.
Nota: * CityMotion es una publicación impresa y online orientada al desarrollo de las ciudades, con sede central en España. Utopía Urbana y CityMotion han firmado un acuerdo de colaboración para el intercambio de información relacionada con el desarrollo de las ciudades en el mundo.