Uno de los desafíos más importantes de la última década es sin dudas la transición hacia un mundo sustentable y volcado a las energías alternativas. Sin embargo, tal como se planteó en los Acuerdos Climáticos de París en 2015 y de Glasgow en 2021, esta no es una realidad que se encuentre al alcance económico de aquellos países que se encuentran en vías de desarrollo.
En este marco, Sudamérica se ubica entre las regiones con más dificultad para afrontar la transición y dónde mayor impacto ambiental se espera como consecuencia del cambio climático. No solamente por las catástrofes naturales que puedan darse allí, sino por la falta de capital para adoptar algunas medidas y tecnologías que permitan la reducción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI).
En ese mismo sentido, esta problemática afecta en mayor o menor medida a las capacidades de gestionar en el sector público, pero también en las empresas y pequeños emprendimientos, que no solo deben combatir contra una economía sumergida en crisis, sino también simultáneamente promover un nuevo enfoque sostenible en la población y dinamizar la incorporación tecnológica y digital que la acompañe.
Allí es donde aparece la necesidad de innovar. Es decir, encontrar soluciones creativas, prácticas y accesibles para la resolución de diversas problemáticas sociales y ambientales en una época donde las mismas están crecientemente interrelacionadas.
En América Latina los gobiernos nacionales y subnacionales han empezado a girar hacia allí, conscientes de sus limitaciones han impulsado diferentes herramientas y secretarías de innovación y han invitado a los ciudadanos a formar parte de ellas por medio de los laboratorios urbanos y políticas de Gobierno Abierto.
De esto también se ha hecho eco el sector privado, como es el caso de la Agencia de Innovación Social “Protagonistas” de Uruguay. Su directora, Fabiana Muñoz dialogó con Utopía Urbana y enfatizó sobre la necesidad de apuntar hacia este tipo de medidas para encontrar soluciones a los factores que originan problemas para las personas.
Resulta imposible, para la especialista, pensar al compromiso social y al ambiental como algo separado: “Es parte de nuestra cultura, que funciona por ensayo y error. Muchos de los errores que se han cometido se han hecho por desconocimiento” y continuó: “Ningún ser consciente provocaría un daño a otro a sabiendas, depende de su nivel de consciencia, de su evolución como ser humano”.
Bajo el lema de “Conciencia ambiental en acción”, la empresa social busca impulsar la coordinación de Alianzas para el Desarrollo Sostenible por medio de la investigación, desarrollo y gestión de nuevos modelos de negocio basados en el triple impacto: Ecológico, Social y Económico.
Para Muñoz fue este propio compromiso social el que, tal como nos cuenta en primera persona, la llevó a “implicarme en los problemas de las personas, en los factores que lo originan y a buscar soluciones. Al principio comenzó como una actividad voluntaria, sin ponerle el nombre de Agencia de Innovación Social, y en el transcurso me dí cuenta que estaba incorporando los criterios de Innovación Social y Desarrollo Sostenible/Sustentabilidad, así fui modificando, perfeccionando”.
Consciente de la necesidad de combinar la innovación social al progreso ambiental de las comunidades, la intención de la Agencia es “contribuir a la autosustentabilidad de las comunidades emergentes, es decir a los diferentes colectivos de personas que están transitando situaciones de vulnerabilidad”.
Según expresó Muñóz, uno de los proyectos más importantes se tienen en cuenta desde la Agencia, es la articulación con un espacio cultural para niños: “Estamos trabajando en la puesta en valor del lugar acondicionamiento del terreno y la huerta, de las construcciones existentes, proyectando reformas, mantenimiento, ampliación. También diseñando un programa de becas para que puedan colaborar empresas y personas de la comunidad”.
En esta carrera han empezado algunas medidas promovidas por Protagonistas como el camino de la Ruta Sostenible en pos de alentar a empresas y tomar las vías de la innovación y concentrarse en el desarrollo ambiental y transformarlas en lo que desde la agencia denominan “Empresas con propósito”.
Para ello se requiere, tal como adelantó en un comienzo, que los CEO, Directores Ejecutivos pero también los empleados de las empresas y corporaciones de la región sean conscientes de la situación ambiental del continente para entender que sus actividades ya sean productivas, administrativas o de logística, tienen un impacto importante en la economía de las regiones, pero también en su medio ambiente.
Con el foco puesto en dar a conocer y profundizar sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Protagonistas articula con distintas empresas y organizaciones en pos de lograr un progreso ambiental y económico en la región. De momento, la etapa que atraviesan desde la Agencia es la de poder impulsar más que nada diversas campañas de concientización.
Si bien la intención de trabajar en este tipo de problemáticas incluye diversos planes de acción en el territorio, la pandemia le ha puesto una pausa a todo. No solamente por la dificultad de trabajar en las condiciones económicas de la post pandemia, sino por los cambias en la agenda que la misma ha provocado.
Muñoz cree necesario que todas estas empresas ellas inscriban sus políticas empresariales en la agenda de la Innovación Social y busquen un “conjunto de soluciones que contribuyan al Desarrollo Sostenible aportando nuevas o mejores respuestas a los problemas sociales y ambientales”
En ese mismo sentido ella se encargó de asegurar que desde Protagonistas buscan incluir el concepto de sustentabilidad en las industrias y empresas para comprender la necesidad de preservar los recursos del presente para no comprometer las necesidades del futuro.
Además, explicó: “El término sustentabilidad tuvo diferentes transformaciones a lo largo del tiempo hasta llegar al concepto moderno basado en el desarrollo de los sistemas socioecológicos para lograr una nueva configuración en las tres dimensiones centrales del desarrollo sustentable: la económica, la social y la ambiental”.
En un contexto de dificultad económica, Uruguay, principalmente el Departamento de Maldonado, donde funciona la Agencia de Innovación Social, no está exento a las condiciones regionales. Muñoz expresó en ese sentido: “Hay grandes diferencias entre las clases sociales, pobreza estructural, donde por generaciones completas lo único que se conoce es la pobreza”.
Desde la Agencia buscan impulsar este tipo de medidas por el resto del país y ayudar a Uruguay y a Sudamérica a avanzar en la transición hacia un nuevo paradigma sustentable sin dejar de lado el crecimiento económico. Conscientes de las limitaciones del continente, saben que es necesario tomar medidas prácticas e innovadoras. ¿Qué te parece esta propuesta?