Mucho se ha hablado en el último tiempo de la necesidad de descarbonizar el transporte urbano, ya sea de transporte de pasajeros como de mercancía, por su alto aporte de contaminantes al aire que respiran los seres humanos a diario. Y esta transición debe ser integral, alcanzando también al transporte aéreo y marítimo.
Hablando en términos concretos, los barcos emiten un porcentaje cercano al 4% de las emisiones anuales de CO2 y más de un 30% de las emisiones de nitrógeno. Además uno de los combustibles más presentes en este tipo de vehículos como el fuel oil pesado que contiene altas cantidades de azufre, cenizas, metales pesados y otros residuos tóxicos más que peligrosos para la vida humana y animal.
Si bien las políticas más agresivas están puestas de lleno en el transporte de carretera, los barcos son altamente más contaminantes. La comparación es que, cada 15 barcos grandes, se emiten tantos Gases de Efecto Invernadero (GEI) como unos 760 millones de automóviles.
Por esta misma razón, desde la empresa sueca Candela Boats, han ideado una alternativa eléctrica que, si bien aún no está habilitada, significa un gran avance en la descarbonización del transporte marítimo.
Se trata del modelo p-8 Voyager que busca convertirse en una opción sustentable para aquellos barcos que consumen mucho combustible pesado y lo depositan en el fondo de mares, ríos y lagunas. Claro que aún no se busca reemplazar los cruceros, pero sí para barcos turísticos, comerciales y taxis marítimos de corta distancia.
Este increíble y revolucionario barco mide unos 8,5 metros y será utilizado en la turística ciudad de Venecia (Italia), lugar donde los embarcaciones pequeñas de todo tipo son moneda corriente en el paisaje urbano de la ciudad y está diseñado para transportar pequeños grupos de gente y reducir el impacto ambiental de los modelos a gasoil.
Sin embargo no se trata del único modelo y hasta hay empresas que buscan instalar motores eléctricos a aquellos que funcionan a combustión. Las estadísticas indican que durante los últimos años ha avanzado notoriamente las ventas de este tipo de botes, ya sea que funcionan a batería o mediante paneles solares.
En particular, este modelo plantea un método de hidroala que elimina casi todas las estelas y evita el aluvión de olas generadas por los propios barcos en ciudades como Venecia un reconocido ambiente marino.
Entre las ventajas que se le atribuyen a este tipo de modelos eléctricos están, por un lado, la de ser más sostenible gracias a la utilización de energías verdes y renovables, dejando de lado los combustibles fósiles. Por otro lado, si bien la inversión inicial resulta más costosa, el precio de su utilización termina siendo mucho más económico.
Asimismo, el mantenimiento de los motores eléctricos resulta mucho más sencillo y al ser más pequeños y livianos no necesitan de embrague, por lo que es mucho más simple conducirlos. En última instancia, pero una de las que más se celebra en Venecia, es lo silencioso que resulta el motor en marcha, dada la cercanía de las avenidas acuáticas a la ciudadanía general.
Tal es la aceptación en estas culturas acuáticas y portuarias, que desde la empresa sueca han presentado un proyecto para la construcción de un ferry capaz de trasladar a unas 30 personas. Algo que sin dudas sería algo histórico para el transporte marítimo. ¿Te gustaría viajar en uno de estos botes?