Durante los últimos años es cada vez más normal oír hablar de municipios o pequeñas localidades que orientan su gestión hacia las políticas públicas sustentables o de desarrollo inteligente. Lo hacen siguiendo intentando capitalizar las enseñanzas del camino que ciudades de mayor dimensión han transitado.
Por un lado con una nueva impronta desde lo ambiental, con medidas diversas en la gestión de los residuos, la implementación de paneles solares en las plazas y hasta en planes locales de acción climática, que permitan a las ciudades reducir su huella de carbono y agregar valor agregado a la vida en el lugar y a la experiencia de sus ciudadanos. Por otro lado, avanzando hacia una lógica inteligente, eficientizando la gestión pública y los trámites, aplicando tecnologías para mejorar la seguridad o para mejorar la participación ciudadana, como ejemplos.
En esta oportunidad, es la ciudad de Funes, distante a 15km de Rosario en la provincia de Santa Fe, quien ha empezado a elaborar una estrategia propia en la transición hacia una ciudad inteligente. Esta pequeña ciudad, conocida como el “jardín de la provincia”, busca mejorar las condiciones de vida de sus casi 25 mil habitantes, a partir de aprovechar las mejoras tecnológicas y digitales para garantizar una mejor seguridad.
Durante la última semana, el propio intendente de la ciudad, Roly Santacroce, anunció el estreno de un sistema inteligente de videovigilancia de última tecnología que permite reconocer patentes y rostros en todos los ingresos a la ciudad.
Gracias a este sistema moderno y a una gran inversión por parte del municipio, el software permite reconocer personas y sus vehículos y realizar el seguimiento a su traslado. Además está conectado directamente a la base de datos de la justicia y si coincide con algún vehículo con orden de detención se activa un sistema de alerta a la autoridad competente. Lo mismo ocurre con el reconocimiento facial.
Para instalar este nuevo proyecto fue necesario incorporar infraestructura a la ciudad, ya que el cableado de fibra óptica no era suficiente para llevar adelante este software tecnológico. Por eso instalaron unos 16 kms de cables en la zona para poder poner en funcionamiento el sistema.
“Al inicio de nuestra gestión el área de seguridad solo contaba con 9 cámaras, de muy baja resolución y sin vehículos propios. La seguridad es un derecho humano fundamental, por eso se invierte siguiendo un plan de acción estratégico, logrando tener actualmente una Central de Monitoreo modelo, con 120 cámaras funcionando, y proyectando instalar 100 más”, expresó Santacroce.
También es necesario para este proyecto la construcción de una sede Central de Monitoreo, algo que se ha comenzado a utilizar durante el último tiempo en las ciudades para tener un mayor control sobre la seguridad de los espacios públicos, pero también para recabar información sobre los movimientos en la ciudad.
Esta central funcionará con un número de teléfono al que se podrá contactar en caso de emergencia, allí los oficiales revisarán las cámaras y se reportarán en menos de 3 minutos al lugar de los hechos gracias a las coordenadas que pueden sacar de la vigilancia activa.
Este sistema de vigilancia se ha implementado en grandes ciudades, como el caso de Madrid, Buenos Aires y Estocolmo. Allí, incluso han habido robots que se encargan de esta vigilancia y de dar la alerta, algo que no se justifica en una ciudad pequeña como Funes.
Estas medidas corresponden a una iniciativa municipal para poder modernizar la ciudad, pero también de mejorar la calidad de vida de las personas al recibir una mejor asistencia que mejore la seguridad de los espacios públicos santafesinos. ¿En tu ciudad hay centros de monitoreo?