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En un contexto de debate sobre el Reglamento MiCA, que busca regular el universo cripto en Europa, la Unión Europea aprobó una regla que exige mayor información identitaria a las partes que realizan transacciones con criptomonedas.

El boom de transacciones con criptomonedas en el mundo y especialmente en Europa, está generando un tenso debate en el seno de la Unión Europea. La organización está intentando acompañar este proceso y regular el uso de las criptomonedas en su espacio común, sin frenar las inversiones y el desarrollo económico que implican.

Con esa intención, a fines de marzo, el Parlamento Europeo dio luz verde a la propuesta de Reglamento MiCA (Markets in Crypto Assets, por sus siglas en inglés) que busca regular y armonizar la utilización de las criptomonedas, generando un paraguas legal para todos los países europeos, que tendrían mayor aval para diseñar leyes nacionales más específicas.

Además el proyecto de reglamento europeo prevé un procedimiento simplificado para reconocer a los proveedores autorizados según la normativa propia de los distintos países. Es decir que se fomenta la promulgación de una regulación nacional en cada estado. 

De esta manera, los proveedores de criptomonedas que contaran con una autorización nacional podrían seguir prestando sus servicios habilitados oficialmente por MiCA.

Por otra parte y en este contexto de discusión, recientemente el Parlamento Europeo (UE) votó a favor de una normativa que plantea una revisión del Reglamento de Transferencia de Fondos (TFR) actual para ampliar su alcance e incluir información identitaria sobre las partes que realizan transacciones con criptomonedas, eliminando el anonimato, que es uno de los activos de estas operaciones.

En consecuencia, la regla exigiría que las plataformas comerciales que facilitan esas transferencias verifiquen la información de identificación de los usuarios, para permitir la transacción.

Además, la regulación busca incluir las transacciones con activos digitales de billeteras sin custodia (que no pertenecen a ninguna plataforma) a los controles anti lavado de dinero. De esta forma, se le aplicarían los mismos requisitos contra el lavado de dinero que se aplican a pagos convencionales superiores a €1.000.

A partir de esta aprobación, la normativa pasará a una votación plenaria que incluye a todo el Parlamento o directamente a un debate entre el Parlamento, la Comisión Europea y el Consejo Europeo.

Críticas a la limitación del anonimato

La normativa del Reglamento de Transferencia de Fondos generó bastante polémica en el ecosistema cripto, que recibió esta noticia como un intento de la UE de socavar una de las ventajas que buscan muchos usuarios al realizar transacciones con criptomonedas, el anonimato.

Por otra parte, una de las principales críticas de corte técnico es que, para los proveedores oficiales de servicios de criptomonedas, podría ser muy difícil la verificación de identidad de una contraparte que utilice una billetera no custodiada, es decir una billetera descentralizada en donde la plataforma no custodia los fondos del usuario.

Otra consecuencia más dramática de la puesta en vigencia de estas medidas podría ser el cierre de las empresas más pequeñas del sector y la concentración en grandes empresas con más estructura y fondos.

De concretarse estos cambios, los poseedores de criptomonedas que tienen sus fondos en exchanges oficiales serían alcanzados por la regulación y deberían salir de este tipo de plataformas si quisieran continuar en el anonimato.

Mientras que quienes ya utilizan la tecnología descentralizada con transacciones P2P para almacenar criptomonedas, no sufrirían ninguna limitación con la nueva norma. 

Por eso se podría suponer que las principales perdedoras serían las empresas de criptomonedas que funcionan como exchanges oficiales en Europa porque podrían perder muchos usuarios que buscan otros sitios donde comprar cripto sin tener que brindar su identidad en el proceso.

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