Entre las grandes megatendencias mundiales de los últimos años, el proceso de digitalización es sin dudas una de las más importantes. Y si bien alteró la dinámica de la población en general y del sector privado, en el ámbito del sector público también se vienen observando cambios significativos.
Es que con la transición a una gestión digital en los distintos gobiernos del mundo se fue dando lugar a un nuevo paradigma de la burocracia estatal. Está modernización permite una mayor eficiencia, transparencia y relacionamiento con el ciudadano, entre otros aspectos. Un ejemplo de ello es que con el desarrollo de nuevos sistemas de digitalización de los procesos, se logra que la gente tenga que moverse lo menos posible de sus casas para mantenerse al día con las obligaciones cívicas, tal como se propone con con el caso de Estonia (el país más digital del mundo).
En esta oportunidad dialogamos con el especialista Gustavo Giorgetti, Fundador de ThinkNet que ha desarrollado varias soluciones inteligentes impulsando el principio estonio del Once Only en Argentina
Giorgetti, quien supo clonar el modelo de la nación digital de mayor referencia internacional para aplicarlo en la incipiente era digital argentina, viajó en 2007 al país báltico para traer una serie de ideas que faciliten la gestión administrativa y ya logró hacerlo en provincias como Neuquén y próximamente en Mendoza, Catamarca y Chaco.
En la exclusiva, el experto aseguró que no se trata pura y exclusivamente de la llegada de los dispositivos tecnológicos, sino de la capacidad de innovar y crear nuevos procesos digitales.
“En el país hay mucho esfuerzo individual, pero no se puede avanzar más porque justamente lo que ocurre es que tienen que pedirle al ciudadano muchos datos porque no sabe de dónde sacarlos”, anticipó.
¿Cuál es la realidad de Argentina? ¿De qué se trata este modelo? ¿Podrán los latinoamericanos realizar los trámites desde sus hogares?
Conoce más en esta entrevista a Gustavo Giorgetti.
-¿Por qué la innovación es determinante en un mundo complejo como el actual? ¿Cuáles son los parámetros con los que deben moverse los gobiernos en materia de innovación pública?
Es importante y clave porque cambia el status quo no por una mejoría pequeña, sino que disruptivamente hace que un problema deje de serlo porque la innovación lo ve de otra manera, lo soluciona de otra manera, por supuesto generando otros problemas menos problemáticos. Es un cambio cualitativo disruptivo y es lo que hay que buscar, porque mejorar de forma continua no nos va a salvar, no llegamos a cumplir ni con los ODS ni con nada.
Argentina se está moviendo muy bien con el tema cripto o blockchain porque la necesidad o el estatus económico hace que este tipo de innovaciones tecnológicas produzcan disrupción. De todas maneras, hay un problema con la digitalización, la transformación digital que no termina siendo porque justamente en lugar de innovar se está digitalizando lo que se estaba haciendo en el mundo analógico. Por más que pongas tecnología, no es innovadora en sí misma, son componentes que depende de cómo los uses o aproveches vas a lograr que gente usando esto logre resultados totalmente diferentes.
Hay una vieja ley de Conway que dice que mientras las organizaciones no cambien las formas de comunicarse por más que agreguen tecnología no van a mejorar. Los procesos cambian mejorando la forma de comunicarnos, no solo agregando tecnología, y eso es lo que estamos buscando con estos procesos de comunicación, mejorar los sistemas. Ahí aparece la innovación como parte fundamental del proceso.
-El proceso de digitalización es una de las tendencias más significativas de los últimos años. ¿Qué nos puede decir del caso de Estonia, el país más digital del mundo? O bien de otros casos como Finlandia?
El caso de Estonia es un caso de innovación usando tecnología, no es una innovación tecnológica. No tiene ninguna tecnología que no se pueda comprar en cualquier lugar de Latinoamérica. El problema no es la tecnología, sino que hago con esta tecnología, como la utilizo, como la aplico y cambio estas formas de comunicarnos. En toda la digitalización del planeta lo que se hace es digitalizar los documentos en papel con procesos digitales. Pero Estonia no tiene procesos de documentos digitales, no existe un software que lleve doc digitales como sucede en casi todo el mundo.
Ellos hablan en clave de datos, no le importan los documentos, le importan los datos. No necesitan que se lleve un certificado porque no les importa el papel. No importa si estás en Estados Unidos o Argentina tenés que hacer cola física o digital. En Estonia hablan directamente con el organismo emisor y evitan hablar con el ciudadano y así se hacen invisibles. Cambia la forma de interactuar. Estas diferencias no son percibidas normalmente. Es el problema de cómo se visualiza la nueva democracia, es cumplir con los requisitos comunicándonos de otra manera. Es el mismo nivel de control , los mismos derechos , que obtengo al demostrar el cumplimiento de los requisitos.
“No es un problema de tecnología, sino de cómo la usan”
Para el ciudadano es el Estado quien tiene que otorgar esos derechos. En el 2007 estuvimos en un viaje de estudio en Estonia y me llamó mucho la atención porque ya en aquella época no tenía el concepto del trámite o documento. No tenía tecnología de la que tenemos hoy, era el año 2007, usaban el famoso DOS, con las pantallas verdes y el clipper para desarrollar. Estoy hablando de esto cuando el 60% de los aplicativos estaban hecho de esa forma. No es un problema de tecnología, sino de cómo la usan.
Ellos empezaron por la interoperabilidad, conectar lo que ya existía y no solamente mejorarlo, cambiaron la ruta de transformación. Lo que tenés que digitalizar es el proceso del ciudadano, el camino que él hace en la calle. Ese cambio de paradigma lo percibimos y en 2008 en Neuquén justo había un cambio de gestión y conté las historias de lo que había visto en Estonia y conté las diferencias con lo que había visto en Bélgica y España.
Lo que percibí fue que había una forma diferente. No soy el que innovó, yo descubrí como Estonia innovó usando la misma tecnología. Neuquén aceptó este desafío y empezamos una ruta larga. Neuquén hoy tiene un ecosistema no con los beneficios de Estonia porque eso lleva muchos años, pero si hay un proceso de transformación de lo que va pasando. Los casos de uso, las cosas emergentes. Este paradigma los toma en el estado actual y lo deja en el modelo estonia. Se hizo en Neuquén durante muchos años, y el año pasado se logró hacer en Catamarca y Chaco en tiempo récord y ahora está arrancando en Mendoza.
“En el fondo la innovación de Estonia es como haberle puesto seguridad a internet. Sabemos que no es segura y puede haber de todo pasando ahí, entonces arriba de eso le ponen un componente llamado X-Road y resuelven el problema de la inseguridad de internet. Esto viabiliza desplegar sistemas distribuidos impensados en otros entornos”
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires también está haciendo lo mismo y Nación está trabajando para que el software que habían desarrollado para interopersea compatible con X-Road. Con este modelo la seguridad se puede poner en cualquier actor y nivelar la seguridad de internet.
En el fondo la innovación de Estonia es como haberle puesto seguridad a internet. Sabemos que no es segura y puede haber de todo pasando ahí, entonces arriba de eso le ponen un componente llamado X-Road y resuelven el problema de la inseguridad de internet. Esto viabiliza desplegar sistemas distribuidos impensados en otros entornos.
-¿Qué adaptaciones han sido necesarias para aplicar algunos de los conceptos de Estonia en casos en los que trabajó, cómo Neuquén?
Tecnológicamente hicimos un clon porque Estonia lo tenía como herramienta propia del país y no se podía conseguir. En 2017 lo liberaron como código abierto porque lo empieza usar Finlandia. Hoy en Neuquén parte está funcionando con el viejo código y todo lo nuevo que se hizo a partir del 2017 ya está utilizando este viabilizador tecnológico de la seguridad en internet. Es toda una plataforma, hay países como Ecuador y Colombia también lo están usando al X-road pero no innovaron sobre ese viabilizador.
“El principio del Once Only, que cambia la forma de comunicarme con el Estado. Si el Estado sabe algo de mí no me lo tiene que pedir”
La transformación digital que se hace porque existe esta seguridad es seguir tres principios: uno es el Once Only, que cambia la forma de comunicarme con el Estado. Si el Estado sabe algo de mí no me lo tiene que pedir. En Neuquén funciona desde el 2012. En la ley dice que si están dadas las condiciones tecnológicas ningún organismo le puede pedir al ciudadano un dato que otro ya tenga.
Para cumplir con ese principio tengo que cambiar la forma de comunicarse, no le puedo pedir al ciudadano las cosas, entonces tengo que cambiar las formas. El 80 % de la mejora en la transparencia y en la forma que se simplifican los trámites es con este principio.
El segundo principio para que esto impacte es el principio de procesos proactivos, que es atender los eventos de vida del ciudadano, qué son los puntos donde para poder pasar ese estadio se tienen que hacer muchas cosas. Como por ejemplo cuando nace un bebé en Estonia el médico lo único que tiene que hacer desde su plataforma, sin comprar ningún sistema, debe mandar ciertos mensajes pautados al área de registro civil. Con este padre y con esta madre nació este bebé.
El niño nunca va a pisar el registro civil porque los padres ya tienen identidad digital y nadie puede contradecir eso y esto genera un documento digital al bebé y por otro lado aparecen una serie de acciones que hace el registro civil, como informar a las obras sociales del nuevo ciudadano.
Si los dos padres tienen la misma obra social la obra social va a darle de alta automáticamente, pero también se van a enterar las escuelas, entonces aquellas que estén en el radio donde viven los padres le van a preguntar si piensan seguir viviendo ahí dentro de cuatro años para reservar esa plaza. Allá todo pasa tranquilo porque no hay sobresaltos ya que utilizan al máximo la información. Cada uno sabe lo que tiene que saber para poder actuar eficazmente. El padre solo elige si o no, porque la oferta de los derechos que el estado le da vienen proactivamente hacia él. Pero eso también pasa con comprar una casa o inscribir una empresa, algo que se hace en 18 minutos mientras acá tardamos un año. Nosotros padecemos una fricción que nos lleva a que no hagamos muchas inversiones y desarrollos.
Yo podría desarrollar una interfase para algún tipo de necesidad humana que hable con distintas organizaciones aunque no se pongan de acuerdo para hacerlas trabajar todas juntas. Puedo hacer un portal para el jubilado donde le facilitó la vida para que pueda manejar la cuenta del banco, el Anses, en vez de entrar hoy a varios portales podría ser uno solo. Manejar esos portales es complejo para cualquier persona que quiera hacer las cosas bien. Si un desarrollador me hace un app que simplifique mi vida con respecto a mis necesidades entonces lo voy a usar. Estonia no hace mucho portales de gobierno porque se los hacen los privados entonces ni siquiera gastan en hacerlos.
“La única cosa que podría pedir un trámite es una declaración jurada que tiene información que no existe en los organismos públicos”
Este X-road va dejando un registro inmodificable de todos los intercambios que se hicieron en el ecosistema. Hay una ley que le da valor de no repudio a estos intercambios, que un sistema pregunte a otro sin intervención humana significa que esa respuesta tiene valor legal. La Ley 3290 en Neuquén establece el valor legal de no repudio a estas plataformas. Catamarca está con un borrador de ley.
Digitalizar los documentos sería el GDE (Sistema de Gestión Documental Electrónica), el TAD (Trámites a Distancia)sería un portal donde yo interactúo con el Estado y Mi Argentina vendría a tratar de ser un integrador. Pero no es lo mismo usar esas tres herramientas con estos principios que sin estos principios. Donde no aceptar un DNI digital es un problema normativo de un lugar. Pero un TAG que te pide que escanees es porque sigue comunicándose con vos. Si aplicara ese principio lo que te pide que escanees lo iría a buscar a otro organismo. Lo que te pide ya está en otro lado. La única cosa que podría pedir un trámite es una declaración jurada que contiene información que no existe en los organismos públicos.
-¿Cuál es el grado de avance en Argentina?. ¿Qué provincias y municipios están a la vanguardia y cuáles son los pilares de esos casos?
Estonia busca difundir este modelo porque un estonio no tiene que hacer nada en Estonia pero si sale de allí tiene que sacar un carnet de conducir internacional. Pero allá en Estonia está solo en el mundo digital. El estonio que sale de Estonia padece al resto del mundo. Hay un momento que no hay forma de mejorar y el paradigma internacional no va a mejorar si no logra interactuar con otros. La interoperabilidad es el primer paso para, sin gastar de más, lograr este desarrollo.
“En el país hay mucho esfuerzo individual, pero no se puede avanzar más porque justamente lo que ocurre es que tiene que pedirle al ciudadano las cosas porque no sabe de dónde sacarlas”
En el país hay mucho esfuerzo individual, pero no se puede avanzar más porque justamente lo que ocurre es que tiene que pedirle al ciudadano las cosas porque no sabe de dónde sacarlas. No hay interoperabilidad. La prioridad esta ahí, para después “hablar” más fácil con el ciudadano.
Por suerte, y por el efecto de Neuquén, ahora estamos trabajando con el CoFeFuP Consejo Federal de la Función Pública que ha tomado esto como un proyecto federal y empieza a movilizarse a distintos niveles en las diferentes provincias.
“Hay ciudades que se tildan de inteligentes pero hay una monocultura de plataforma o mucha tecnología inseguras, porque todos tienen su propia seguridad y ahí no podés avanzar”
Hoy, distintas razones políticas y de cambio hacen que de golpe aparezcan casos como Chaco, Catamarca, allí encontramos tecnólogos maravillosos. Es un proceso explosivo, a partir de que se dan los resultados, es una red abierta entonces el efecto red actúa en toda su plenitud. Cuantos más se sumen mejor y eso cambió muchos paradigmas hasta de la industria informática. En Neuquén acuñamos el término favelas digitales, hay ciudades que se tildan de inteligentes pero hay una monocultura de plataforma o mucha tecnología inseguras porque todos tienen su propia seguridad y ahí no podes avanzar. Acá hemos hecho en 2014 el referencial IRAM que es el código de desarrollo digital de una ciudad. El estado tiene que poner las reglas de juego para la “convivencia digital”, porque sino cada vez que entra otro competidor empieza todo de nuevo. No todo debe estar hecho por el mismo desarrollador.
Hay reglas que hacen que los desarrollos tecnológicos se apoyen entre si y el desarrollo inteligente es más rápido. Hay parte legal, parte tecnológica y parte normativa de como construir ahí arriba y cuando vas comprendiendo todo eso los nuevos sistemas son más fáciles de hacer que los viejos. La cantidad de información que necesita un sistema que no produce es altísima.
¿Qué futuro avizora en la temática para los próximos 5 años?
Yo veo que es un caso bastante interesante el de Argentina porque es un país federal. Estonia está hablando con Finlandia pero son países unitarios, chiquitos de pocas personas. Los países grandes como México o Brasil, tienen un solo estado que tiene este enfoque y no se hasta donde usan este paradigma. Brasil tiene 2 estados.
Pero los países grandes necesitan un modelo distribuido de múltiples sistemas federados para replicar en la tecnología lo que el poder constitucional le da al estado. Los procesos digitales muchas veces concentran el poder que en el mundo real está distribuido. Si hay una base centralizada hay una colisión de poder que genera una resistencia entre lo que el poder real da y lo que se permite.
En Argentina en 4 o 5 años el 60% de las provincias van a estar federadas con un ecosistema individual cada una y Nación va a estar colaborando con esto, por lo que el efecto dominó va a hacer que sea un país que sirva de ejemplo para el continente.