La ciudad italiana de Milán lanzó un manual que apunta al desarrollo urbano sostenible y espera cambiar la vida de los 1,4 millones de habitantes de la región. De esta manera buscarán producir una especie de caja de herramientas aplicable a diversas situaciones.
Con el foco puesto en la movilidad, la obra pública, el cuidado del medio ambiente, la resiliencia y las construcciones residenciales, el documento de 112 páginas buscará mejorar la calidad de vida de los milaneses generando diversos mecanismos de respuesta aplicables desde la gobernanza.
Para el desarrollo del mismo estuvieron trabajando en la redacción los diversos técnicos municipales con la articulación empresarial del emprendimiento del ex alcalde de New York Michael Bloomberg, quien preside la Asociación Bloomberg encargada de impulsar temas de movilidad sostenible.
El comienzo de dicho texto expone los propósitos del proyecto que define que: “Las líneas de desarrollo establecidas tienen como objetivo identificar herramientas para la regeneración urbana orientada a la inclusión social y la salubridad, la innovación y la sostenibilidad, para la belleza y la contemporaneidad, a través de una pluralidad de intervenciones capaces de promover la calidad urbana, edificio y espacio público”.
De esta manera, el objetivo es claro, lograr mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y a su vez disponer de una ciudad embellecida. De esta manera buscarán modernizar, además, lugares como parques, plazas y estacionamientos, dando un aire más “verde” a la ciudad.
Por otra parte, con la ayuda ciudadana, esperan que este proyecto infiera directamente en la contaminación ambiental y se logre, además de las medidas que lo reduzcan, una concientización mayor sobre la importancia de cuidar los recursos y reducir los contaminantes.
“Desde hace diez años Milán ha empezado a realizar un giro en sus políticas urbanas a favor de la sustentabilidad, la caminata, la bicicleta, la reducción de la contaminación del aire, temas en que han sido claves grupos de ciudadanos”, aseguró Giovanni Vecchio, investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable.
El hombre además, dejó bien en claro que uno de los principales objetivos del proyecto es lograr mejorar la vista de la ciudad por medio de lo que se calificaría como una “ciudad bella”. “Milán es la ciudad más moderna e innovadora de Italia. Y, en muchos casos, esta innovación termina generando una ciudad que es funcional, pero que no cuida a sus habitantes, no cuida sus espacios”, aseguró el hombre.
“Lo que plantea este manual es la relevancia de no solo tener espacios modernos y funcionales, sino también espacios bellos, ordenados, bien mantenidos, que las personas puedan percibir como espacios de calidad. Me parece interesante, porque lo que es bello en las zonas históricas es diferente a lo que es bello en las zonas modernas o de viviendas sociales. Pero la belleza sí puede ser un hilo conductor”, dijo.
Planes estratégicos de la ciudad
Claro que no escribieron un documento de 112 páginas para simplemente embellecer la ciudad, sino que hay otras temáticas que urgen a los dirigentes. De esta manera, desde el municipio milanés han establecido este nuevo manual para lograr mejorar las condiciones de la ciudad con respecto al medio ambiente.
De hecho, fue el propio Vecchio quien aseguró que “hay heridas que se quieren subsanar por medio de este manual” y se dispuso a detallarlas. “Milán es una de las ciudades más contaminadas de Europa. Tenemos más de 500 vehículos por cada mil habitantes, en comparación con Chile, donde hay en promedio 270 por cada mil habitantes y solo en algunas comunas de más altos ingresos tenemos valores parecidos a los de Milán”.
De esta manera, desde el gobierno se disponen a reducir el impacto que generan los autos a la contaminación de aire, según lo explicó el propio especialista: “En Milán el auto ha estado dominando el espacio con efectos muy negativos para la calidad de vida, el medioambiente y la salud”.
De esta manera buscarán desarrollar, con la ayuda de Bloomberg, distintos dispositivos que impulsen la llegada de la electromovilidad y de una autonomía completamente alternativa sin generar emisiones de carbono.
Todo esto lleva a poner el foco en uno de los puntos más álgidos del documento, que tras hablar de la belleza de la ciudad y la importancia de lograr una movilidad sin emisiones, también se refiere a distintos ejes de cambio climático.
El primero, ya anunciado en párrafos anteriores, se refiere a la movilidad sustentable, mientras que los otros tres ejes están relacionados al ecosistema, calidad del paisaje urbano e inclusión y activación social.
“Algunos tienen que ver directamente con el cambio climático, como la promoción de la caminata y del transporte público y la reducción del uso del auto. Pero, también, está el tema de los materiales: de qué están hechas nuestras calles; materiales que hagan fácil absorber las lluvias, y eso es un problema en Milán, donde llueve mucho. O materiales que hacen que aumente la temperatura superficial y el calor que percibimos. La presencia de árboles es clave en ese sentido”.
De esta manera buscarán lograr un híbrido entre decisiones políticas y la utilización de diversos productos, servicios y materiales que se encuentren dentro del marco de la sustentabilidad y otorguen a una ciudad histórica como Milán un nuevo rumbo. ¿Podrán lograrlo?