Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

El reconocido urbanista argentino, Daniel Caporale, radicado en Brasil desde hace 8 años, destacó la necesidad de establecer comunidades y una articulación entre el sector rural y el sector urbano. Además, aseguró que el modelo productivo capitalista generó una asimetría brutal en la sociedad.

En un nuevo capítulo de entrevistas de Utopía Urbana, dialogamos con Daniel Caporale, urbanista argentino radicado en Brasil desde hace 8 años. Allí, además de especializarse en ciudades y el desarrollo de políticas sustentables es Director de SG Urbanismo Inteligente. Desde su lugar reconoce la necesidad de formar comunidades en los grandes centros urbanos y lograr una articulación entre el sector rural y lo urbano, pero por sobre todas las cosas destaca la necesidad de recuperar costumbres éticas por sobre las decisiones técnicas.   

Es en ese sentido que Caporale cree que “estamos viviendo en un mundo de un egoísmo atomizado. Estas últimas reuniones internacionales sobre el cambio climático y el COP 26 nos demuestran que hay mucha resistencia a cambiar los modelos productivos basados en el petróleo de emitir menos gases porque es un modelo que fue funcional durante 200 años”. 

Sin embargo, lejos está de conformarse con este costumbrismo capitalista, por eso, con su equipo de trabajo creen que es necesaria, además de la labor urbanística y el consejo a los gobiernos de las ciudades, hacer “docencia para que quienes nos quieren contratar entiendan que el camino es por otro lado”, admite en relación a los pedidos de aquellos que buscan destruir los paisajes o simplemente priorizar el capital económico por sobre el capital humano. “Si no es asi no tomamos el trabajo”

«El siglo XX (…) dejó al siglo 21 un problema muy grande urbano que es el nacimiento de las periferias pobres».

-¿Cuál es su visión general de los desafíos urbanos en América Latina?

En ese punto y sobre la base de todas las experiencias que trabajé en todos estos años, hay algunos desafíos muy grandes en América Latina. Siempre se dice que el siglo XX, a través de su modelo productivista y consumista de desarrollo por medio de polos metropolitanos, dejó al siglo XXI un problema muy grande urbano que es el nacimiento de las periferias pobres

Las grandes periferias generadas a partir de modelos económicos de desarrollo asimétrico, donde algunas ciudades se puede considerar que tienen niveles del primer mundo y otras como las periferias podemos colocarlas en el cuarto o quinto mundo. El vaciamiento de los espacios rurales, que en otras épocas eran considerados como modelos de producción de pequeños productores a través de este modelo latifundista y de commodities, destruyó nuestro territorio rural. 

Vació los espacios rurales y pobló las áreas urbanas de grandes metrópolis con periferias muy pobres y por lo tanto asimétricas social y económicamente. Este es el gran desafío en general. 

Las grandes preciosidades de nuestra área son los rurales por el valor productivo y paisajístico ambiental. El desafío de todo urbanista no está tanto en la ciudad sino en la interfaz entre estas dos. La manera de resolver los problemas de la ciudad está justamente en ese punto de intersección donde se concentran las pensiones urbanas. 

-¿Cuál es el principal objetivo a desarrollar en el sector rural y cómo se articula con lo urbano?

No es solo una cuestión de internet y tecnología. Sino como moderar esos espacios. Decimos que hay que llevar urbanidad a la ruralidad y ruralidad a la urbanidad. Por un lado significa moderar los proyectos en términos de la microregión. No ver a la ciudad como una isla, sino como una localidad instalada en una microregión relacionada con otras ciudades y rurales. 

Llevar la urbanidad a la ruralidad es que tengan calidad urbana. Entre ellos internet, servicios médicos, servicios educativos, espacios de encuentro para que se puedan encontrar un sábado o domingo que descansan y todo lo que es equipamientos o servicios. Sin crear nuevos centros urbanos fortalecer los espacios rurales y por otro lado que las ciudades puedan recibir la calidad de la ruralidad. Penetrar las ciudades con corredores verdes y espacios naturales para que el habitante urbano sienta eso y no se tenga que ir al medio del campo para ver algo de verde. En América Latina hemos vaciado los territorios rurales, entonces no es solo en nuestro caso una solución tecnológica de llevar internet, sino también ver como modelamos estos espacios rurales que permitan que esas personas puedan vivir de forma digna, que los jóvenes se quieran quedar. 

-¿Cuáles son los principales desafíos urbanos de las ciudades de Latinoamérica? ¿Hay particularidades por región/país y o tamaño?

Hoy la ciudad lamentablemente en términos generales es un espacio de disputa social porque existen tensiones como por ejemplo las villas de emergencia. Existe una invasión que se llama la gentrificacion, es decir las áreas centrales de gran valor patrimonial se están abandonando porque las personas buscan lugar de calidad entonces son ocupados por las personas que viven en la periferia cambiando hasta el paisaje humano de la ciudad. 

Este problema de migración de la periferización y tensión entre lo urbano y rural crea asimetrías sociales y económicas profundas que se ven en la sociedad. Un urbanista cuando ve una ciudad sabe cómo es la sociedad. 

Las ciudades latinoamericanas nos evidencian esta gran asimetría que es un proceso histórico de desigualdad y de un mal manejo de la moderación del territorio. En vez de generar ciudades más democráticas y equitativas de salud, de espacios, hemos hecho todo lo contrario. Por ejemplo los countries son el mayor ejemplo de la anti ciudad. De negar lo que era la ciudad histórica que nace como un lugar de encuentro, irse lejos, crear su propio gueto, de ricos, y después de manera paradójica demandar a la ciudad todo lo que ese gueto precisa para vivir. Luz, agua, gas, servicios municipales. Por un lado niego la ciudad pero le demando lo que me tiene que dar. Esta es una situación que genera la segregación de una sociedad y eso es lo peor de qué le puede pasar a una sociedad porque deja de ser una sociedad. 

En un barrio cerrado cada uno vive encerrado en su mansión y no le interesa el vínculo o la comunicación inclusive con los ricos que viven ahí. Es común entrar a un barrio cerrado con paisajes fantásticos, canchas de tenis, voley pero siempre están vacíos. El sentido de comunidad está por encima de las cosas y tiene que ver con lo que entendemos de comunidad. Tiene que ver con el modelo asimétrico económico y productivo que abre una brecha mayor en América Latina y sobre todo en Argentina. Cada vez que voy me da un shock grandísimo, porque la tensión energética que se siente en la sociedad, segundo por las transformaciones negativas de los paisajes urbanos y rurales. El producto de esta situacion social económica. Es un gran desafío a resolver en el mundo y más todavía con la pandemia. Estamos frente a un escenario desconcertante que implica  no apenas respuestas técnicas sino un cambio y búsqueda de nuevas respuestas éticas. Lo que hay que abordar son nuevas respuestas éticas para después  encontrar respuestas técnicas. 

«Si se sigue priorizando el interés privado por encima del interés común, no solo la sociedad, sino el planeta va a encontrar respuestas»

-¿Crees que la economía empresarial tiene que dar un giro hacia la sustentabilidad y la inclusión social o crees que deben mantenerse al margen acorde a sus ganancias? ¿Deben hacer un sacrificio en ese sentido?

Es el gran desafío de este siglo y del siglo XXII también. Porque estamos transitando un nuevo escenario pero esto recién comenzó. Podemos decir que el siglo XXI comenzó con la pandemia porque los primeros veinte años fueron una réplica del modelo anterior. Esto nos dice que tenemos que pensar en el siglo XXII. En ese sentido las empresas, los modelos de pensamiento tarde o temprano van a tener que ir cambiando porque sino esto tiene un final trágico. Si se sigue priorizando el interés privado por encima del interés común, no solo la sociedad, sino el planeta va a encontrar respuestas y cada vez que el planeta tierra respondió de manera drástica lo que desaparecieron fueron las especies. Lo que está en riesgo es la especie humana. 

Estamos viviendo en un mundo de un egoísmo atomizado. Estas últimas reuniones internacionales sobre el cambio climático y el COP 26 nos demuestran que hay mucha resistencia a cambiar los modelos productivos basados en el petróleo de emitir menos gases porque es un modelo que fue funcional durante 200 años y las grandes empresas y capitales no quieren cambiar esto. Es un camino que tarde o temprano se va a tener que dar porque las comunidades lo exigen. 

Estamos en un estado bastante crítico. las sociedades deben empezar a actuar desde otro lado de las sociedad organizadas. La presión se tiene que hacer desde otro lado. Hay que tener respuestas para dar vueltas este modelo y volvemos a la moderación del territorio en las ciudades. Es allí donde se resuelven las cosas, en el territorio. 

Todo esto, Caporale lo construye desde SG Urbanismo, la organización que formó ocho años atrás “con el fin de tomar posición y construir conceptos de sustentabilidad y vida holística, capacitando a nuevos líderes y gerentes del cambio de paradigma (profesionales, emprendedores, educadores, funcionarios y directores públicos, organizaciones intermediarias y ambientales), siempre en beneficio del interés común”, sin embargo…¿De qué se trata todo esto? 

«Tenemos que cambiar nuestros patrones de comportamiento de trabajo, personales, productivos, sociales y hasta de consumo familiar»

-¿Cómo surgió SG Urbanismo y cuál es su propósito? ¿Cómo son sus líneas de acción? ¿Qué tipo de proyectos han realizado?

Tenemos una ética de trabajo. Si nos piden ir en contra de eso primero tratamos de hacer docencia para que quienes nos quieren contratar entiendan que el camino es por otro lado. Si no es así no tomamos el trabajo. Muchas veces se habla de estas cosas y todos estamos de acuerdo pero cuando actuamos terminamos siendo unos hipócritas porque terminamos siendo funcionales al modelo que criticamos. Por ejemplo la movilidad individual: todos tenemos un auto y lo usamos y generamos combustión. El auto es el principal conductor del calentamiento global por la emisión de carbono. Es un modelo que tiene un fin. Nadie dice que no tengamos que tener un auto, pero no para usarlo todos los días. 

Las ciudades deberían tener vías de movilidad alternativas. Nosotros tenemos que cambiar nuestros patrones de comportamiento de trabajo, personales, productivos, sociales y hasta de consumo familiar. Terminamos consumiendo lo que después genera una cantidad de residuos que invaden la ciudad. En vez de ir al supermercado ser más consciente y elegir productos más inteligentes desde el punto de vista de cómo fueron producidos, del tipo de residuos que después pueden generar. Si fuéramos más inteligentes exigiría a los productores a producir de otra manera. 

Desde SG urbanismo hasta ahora estamos evaluando que en vez de inteligente sea urbanismo ético, desde nuestra organización trabajamos sobre un eje formativo. Construimos nuestro concepto con un eje proyectual filantrópico de generar encuentros y debates. Esto es lo que nos va generando una legitimación en el territorio y en la gente que comienza a creer en esto y por eso nos llaman para repensar su ciudad, crear nuevos espacio  de territorio inspirados en ese sentido. 

Pero ese es el desafío, lo que uno asume y por suerte estamos contentos porque las ciudades van reconociendo ese posicionamiento. Es el camino a seguir. No es un pensamiento rígido y dogmático, se va revisando en función a las realidades. Cada proyecto urbano tiene sus particularidades y ajustes y eso es lo interesante. 

-Entre los proyectos desarrollados, ¿Cuáles remarcaría por su relevancia y/o impacto concreto? 

Los últimos trabajos que hicimos en los últimos cuatro o cinco años son trabajos de gran valor significativo. Uno va mejorando y revisando. Los últimos siempre parecen los mejores. La nueva planificación de Gramado nos parece que fue una agenda estratégica para el desarrollo sustentable y un plan de movilidad para las ciudades que son un proyecto a destacar. La ciudad de Nueva Petrópolis, una ciudad con el mismo eje turístico, fue otra de las ciudades que destacamos. Monte Verde en Mina Gerais, una ciudad de montaña de valor turístico que nos parece de un valor interesante que nos tocó trabajar con muy buenos resultados y hoy estamos trabajando en otro ejemplo interesante, la ciudad de Ivoti, de colonización germánica, estando en el medio del proceso con resultados muy interesantes.

En el medio de esto hay también varios proyectos de alcance urbanístico que tienen este mismo espíritu como, por ejemplo, el concepto que relacionamos de emprendimientos multipropósitos de definiciones en claves autosuficientes. Son proyectos de impacto urbanístico. En todo este tiempo de proyectos entendemos a este abanico como el desarrollo de los proyectos en multiescala, ya sea micro regional a urbana o a la escala de emprendimiento de alcance urbanístico. Vamos y venimos porque esto tiene que ser pensado en términos globales, proyectado en términos microregionales y actuado en términos locales que se nos permite. 

Trabajamos sobre un eje formativo y conceptual. Estamos trabajando en un proyecto de formación académica para trabajar todos estos conceptos a través de una nueva maestría en la región. La diversidad ayuda a formar, trabajar en concreto y también generar espacios de debate y reflexión.

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