Federico prende la cámara y se acomoda con prisa, visiblemente cansado por una jornada laboral que arrancó temprano: “es que estamos definiendo el Presupuesto Participativo, que no se hacía desde 2014, y lleva tiempo y dedicación” explica.
Federico Mamonde es sólido, sin vueltas ni medias tintas. Esa solidez le imprime actualmente a la Dirección de Modernización e Información Estratégica del Municipio de General Pueyrredón, donde se desempeña como director.
Desde esa dirección y junto con la Dirección de Gobierno Abierto, se diseñan y despliegan políticas relacionadas a la transparencia pública, la participación ciudadana, la rendición de cuentas y la innovación, los 4 ejes que delimitan los distintos proyectos de la estrategia municipal de gobierno abierto.
A partir de esta estrategia y contemplada por los ejes de gobierno, se está desarrollando la Plataforma de Participación, que busca generar un ecosistema de participación ciudadana que vaya creciendo en servicios y oportunidades, como el proyecto de que el Concejo Deliberante trate las normas en la plataforma con intervención de los ciudadanos.
Otra iniciativa de participación es el voluntariado, que creció mucho con la asistencia a personas mayores en la pandemia y tiene otras opciones de ayuda social.
Los ciudadanos también fueron parte del programa Conexión MTP, que fue desarrollado en Mar del Plata, la ciudad cabecera del partido de General Pueyrredón, para instalar wifi en espacios públicos seleccionados por la comunidad.
La estrategia municipal de gobierno abierto viene creciendo y ampliándose año a año en General Pueyrredón y ya se transformó en una política de estado, que cada vez adquiere mayor solidez institucional y legislativa.
Una herramienta para la continuidad en las políticas de gobierno abierto son las ordenanzas municipales, que regulan las tareas del estado, una de ellas es la aprobada para el presupuesto participativo: “aprobamos una ordenanza que obliga al municipio a hacer el presupuesto participativo todos los años, ahora tiene mucha más fuerza e institucionalidad” describe Federico y agrega: “también aprobamos la ordenanza de acceso a la información pública en un evento con mesas de trabajo de vecinos, donde la confeccionamos con ellos”.
Estos avances, entre otros, se ven representados en los altos puestos que el municipio viene obteniendo en el Índice de Datos Abiertos de Ciudades de Argentina de la Fundación Conocimiento Abierto en los últimos años, que la ubican como referente nacional en la materia.
– ¿De dónde toman los datos y qué desafíos tuvieron y tienen para obtenerlos, gestionarlos y difundir su uso?
Como nuestra dirección forma parte del Sistema Estadístico Nacional trabajamos mucho con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Dirección Provincial de Estadística de la Provincia de Buenos Aires para conseguir datos y relevar información. También nos vinculamos con la Fundación de Conocimiento Abierto y otros actores.
Ya contábamos con un know how importante y con la ayuda de estas instituciones la verdad que estamos bastante bien con la apertura de datos.
Si bien la pandemia no afectó tanto al área porque las bases de datos son todas digitales, sí afectó a nuestras fuentes de información, que enfocaron su trabajo a las cuestiones de la pandemia exclusivamente y tenían todos sus recursos puestos en eso. Entonces en algunos momentos la información nos llegó tarde y costó más su relevo, lo que afectó a nuestras bases de datos.
“El monstruo dentro de los datos no está y la transparencia es necesaria”
Lo que dificulta un poco la obtención de datos es que cada vez que vamos a un lugar a pedir información es una situación crítica para la institución porque se sienten controlados. Les decimos que ellos son los dueños de los datos y los que determinan el nivel de apertura que tendremos. Después ellos mismos van aprendiendo que la apertura de información es necesaria y no tiene ningún tipo de riesgo.Tienen que capacitarse y entender que el monstruo dentro de los datos no está y la transparencia es necesaria.
Todavía los gobiernos, las economías y las personas se están adaptando a este nuevo ecosistema de datos rápidos y completos. El uso de los datos es un tema que habría que promocionar un poco más pero estamos comprometidos con fomentarlo y promoverlo, incluso en nuestras áreas. Y lo que necesitamos es que esa información pública tenga valor y sustentabilidad.
– ¿Creés que la gente tiene interés en participar del debate público y la toma de decisiones? ¿Cómo se estimula el interés?
Yo en esto soy muy cerrado, creo que falta educación cívica para entender la importancia de la transparencia, la participación, la innovación, de ser parte de las decisiones y las políticas. Esa educación la traen consigo las nuevas generaciones pero los mayores todavía no la tienen.
Desde esta dirección creemos que la mejor forma de educar en estos temas es con políticas públicas, con talleres y capacitaciones a la gente y a nuestras mismas áreas municipales. Como nuestro Programa Punto Digital, que promueve la alfabetización e inclusión digital de la comunidad.
“La mejor forma de educar en estos temas es con políticas públicas”
No nos olvidemos que los clientes del Estado son los vecinos, la comunidad. La palabra que importa es la del vecino. Si no satisfacemos al vecino estamos mal, errados de camino.
Y cuando de la palabra del vecino se trata, un laboratorio de innovación pública es un recurso cada vez más difundido para generar un espacio de intercambio y desarrollo de ideas entre el gobierno y los ciudadanos.
En el municipio de General Pueyrredón, el laboratorio de innovación se proyecta para dentro de 6 años, con pasos intermedios establecidos para avanzar en ese sentido. Como el objetivo de hilar 2 años consecutivos de presupuesto participativo y el de ampliar los servicios de la plataforma de participación ciudadana, entre otros. Ya que según Federico “hay que dar bastantes pasos para educar y acostumbrar a la gente para que empiece a hacer suyo ese espacio”.