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Anna Sueangam-iamm, Miss Tailandia 2022 decidió presentarse al examen preliminar de Miss Universo con un vestido hecho con tapitas recicladas de gaseosa y cerveza. Su intención de concientizar esconde un homenaje a sus padres recicladores. Ganó el premio Impact Wayv. Conoce detalles aquí

No caben dudas que las acciones ambientales y la concientización acerca de la utilización de los recursos ha permeado en todo tipo de actores y sectores de la sociedad. Desde el uso de vehículos eléctricos hasta el impulso de la Economía Circular a escala global como ejemplos, todas las iniciativas cumplen un rol fundamental. 

Lo sabe muy bien Anna Sueangam-iam, la Miss Tailandia 2022, quien rompió con los estereotipos de la belleza y se presentó a las rondas preliminares de selección de Miss Universo con un vestido realizado a base de materiales reciclados.

Se trata de un vestido diseñado por la modista Manirat que fue realizado con tapas de aluminio de latas de gaseosa y cerveza y Swarovski, un cristal hecho a base de silicio, parecido al vidrio y, por consiguiente al diamante, 

Este material permitió titular al vestido como “Vestido de Diamante Precioso Oculto”, una prenda que además de una conciencia ambiental esconde también una historia de clase por parte de la modelo. 

MENSAJES SUBLIMINALES

El concurso de Miss Universo se terminó llevando a cabo días pasados y lo ganó R’Bonney Gabriel, de Estados Unidos, pero una de las verdaderas protagonistas del certamen de belleza fue Anna Sueangam-iam, Miss Tailandia, con el vestido que lució en los momentos preliminares y su historia de vida. Incluso gracias a ello recibió una distinción con el premio Impacto Wayv.

Es que esta iniciativa de la profesional de la moda escondía un homenaje que muy pocos conocieron al momento de la presentación. Con esta prenda la mujer decidió rendirle tributo a sus humildes orígenes, donde se crió rodeada del trabajo de sus padres, grandes recicladores de la ciudad que siempre buscaban darle un nuevo espacio a los materiales desechados. 

Para llevar adelante esta iniciativa que se viralizó con el paso del tiempo la mujer tuvo que ser eje de distintas críticas de la comunidad de la moda y de sus propios compañeros de vida. 

Ya desde el colegio la titulaban como la  “chica basura”, algo que se replicó ante la comunidad en general al momento de presentar su nuevo vestido. 

Incluso desde la crítica de la moda tuvo que enfrentarse a comentarios prejuiciosos que indicaban que con ese look sólo podría ganar el premio de la “reina de la belleza de la basura”

Sin embargo, consciente de la intención que escondía,  la mujer continuó con su vestido de diamantes escondidos y pudo demostrarle al mundo la importancia de aprovechar los recursos una vez finalizada su vida útil. 

La sensación de su paseo por el camión recolector de residuos de sus padres ahora se mezcla con el de la pasarela, donde entendió que es todo cuestión de perspectiva, poder transformar la basura que terminaría en mares, ríos y plazas en un vestido de primer nivel utilizado en una competición internacional. 

Desde la organización de Miss Tailandia es la primera vez que buscan poder transformar la realidad de la moda en el país y por eso escribieron con orgullo en su cuenta de instagram: “Anna usó un vestido reciclado único creado por MANIRAT. Está hecho de lengüetas de aluminio usadas de latas de bebidas y Swarovski combinados, en forma de un vestido halter largo hasta el suelo con una abertura frontal. En una mirada más cercana, podemos ver el marco encadenado con lengüetas incrustadas con diamantes que forman el cuerpo de tela”

Un entorno que muchas veces suele ser juzgado por las apariencias parece también convertirse en un espacio de resiliencia para una de las industrias más contaminantes a nivel mundial: la textil. 

Se estima que en la actualidad esta industria es responsable del 10% de las emisiones globales. Otro dato que puede llamar la atención indica que, por ejemplo, para la confección de un jean se requieren unos 7.500 litros de agua a lo largo de  todo el proceso productivo, equivalente a lo que consume una persona en siete años. 

De esta consciencia es que surgió el concepto de upcycling, que proviene de las palabras en inglés Upgrade (mejorar) y Recycling (reciclar). La diferencia que tiene esta innovadora medida con respecto al simple reciclaje es que permite el paso de la moda a la creación de prendas. Ya que no es que simplemente se recicla, sino que también se le da un valor agregado a la nueva creación. “No debes quedarte atrapado en el entorno turbio en el que naciste, cree que tienes el poder de cambiar tu propia vida para mejor”, expresó la modelo en sus redes, y vaya que sí logró transformar su intención. ¿Usarías este vestido?

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