Los últimos estudios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han devuelto un ápice de esperanza en medio de la crisis ambiental y climática. Se trata de los últimos estudios realizados por el organismo que aseguraron que la capa de ozono se está cerrando lentamente y completará ese ciclo para el año 2066.
Según enunciaron en la evaluación científica realizada cada cuatro años y presentada en Denver (Estados Unidos), la capa de ozono o “escudo protector” se está “sanando” lentamente, lo que significa un gran avance después del informe anterior, donde por primera vez observaron este leve proceso de recuperación.
Esto enciende las alarmas de la comunidad internacional en un buen sentido, ya que esta delgada diferencia que está ocurriendo en la atmósfera, va de la mano con todas las políticas públicas y acciones privadas por avanzar hacia la descarbonización de la industria.
Desde el informe explicaron que recién para el año 2066 se podría volver a un nivel similar al del 1980, época desde cuando se aceleró la fiebre capitalista y de consumo desmedido que eclosionan los recursos naturales. Justamente el 2066 sería un momento esperado dentro del rango previsto por los especialistas entre el 2049 y el 2077, para el que se espera esta reparación gradual.
En ese sentido, mucho dependerá de la acción humana si se anticipa la fecha final de este proceso o si se extiende hacia una reparación más tardía. Como sea, es urgente la descarbonización, como así también la transición hacia ciudades sustentables.
IMPORTANCIA DE LA CAPA DE OZONO
La capa de ozono es determinante para la Tierra, ya que permite todas las funciones esenciales de la vida, desde mantener los niveles de humedad y filtrar la radiación ultravioleta (UV) hasta permitir la respiración de las personas y todos los seres vivos.
Tal como afirman desde National Geographic, la capa de ozono es “un fino escudo protector de nuestro planeta que se encuentra en la parte superior de la atmósfera, aproximadamente entre 10 y 40 kilómetros por encima de la superficie terrestre. Allí se condensa prácticamente el 90% de todo el ozono atmosférico y gracias a esta concentración, la radiación solar se atenúa y llega en unas condiciones que permiten la vida en la Tierra tal y como la conocemos en la actualidad”.
Hoy en día el planeta puede identificarse con distintos tipos de climas con sus respectivas floras y faunas, pero su porvenir está intímamente ligado a la capa de ozono. Desde el Desierto de Atacama hasta las Cataratas del Iguazú, pasando por todas las ciudades, el campo y cualquier espacio recóndito del mundo depende de la acción de la capa de ozono.
Tal es así que para la Organización Meteorológica Mundial (OMM), «Sin la capa de ozono, los seres humanos estarían expuestos a la radiación ultravioleta 70 veces más que la exposición actual, y más personas padecerían quemaduras de sol, cáncer de piel y problemas oculares».
UNA SANACIÓN HISTÓRICA
Mucho se había especulado en la antigüedad con la posibilidad de que la capa de ozono se recupera por sí mismo y ni siquiera los más optimistas anticipan una evolución de esta magnitud: “En la estratósfera superior y en el agujero de ozono vemos que las cosas mejoran considerablemente”, explicaron.
Si bien es cierto que en la actualidad se ha comenzado a popularizar la acción climática y ambiental, los científicos anunciaron que se ha comenzado a notar una mejoría desde ya hace 35 años, luego de que en 1987 se firmara el Protocolo de Montreal, donde gobiernos, científicos y la industria se comprometieron a trabajar juntos para eliminar el uso de los clorofluorocarburos (CFCs)
Desde aquel entonces, se dejaron de producir elementos químicos y corrosivos a la capa de ozono, como por ejemplo algunos desodorantes, aerosoles, pinturas y combustiones.
Si bien se estima que se cerrará de manera completa como máximo para fines de 2077, la realidad es que también se irá cerrando por zonas, siendo las que se encuentran sobre los meridianos las más beneficiadas y los árticos los últimos en completarse. Esto permite pensar que, si se siguen impulsando nuevas medidas de acción, la “normalidad de la capa de ozono”, se conseguirá en 2045. Esto responde a las funcionalidades de protección que ocupa la zona atmosférica.
“Hace décadas, la gente podía ir a una tienda y comprar una lata de refrigerantes que devoran el ozono, lo perforan y contaminan la atmósfera. Ahora, no solo las sustancias están prohibidas, sino que ya no se encuentran tanto en los hogares o automóviles de las personas, sino que se reemplazan por productos químicos más limpios”, explicaron desde ONU. De esta manera, queda demostrado una vez más que la acción ambiental sostenida en el tiempo da sus frutos lenta y paulatinamente pero con un rumbo cierto: el restablecimiento de los ecosistemas naturales. ¿Y vos qué haces para ayudar a cerrar la capa de ozono?
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