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El Programa Argentino Carbono Neutro (PACN) busca articular a las principales empresas del sector primario y agroindustrial en mesas de trabajo, para evaluar y comparar medidas para disminuir la cantidad de emisiones de la cadena sectorial. Natalia Redolfi, responsable del PACN nos da detalles.

Avanzar hacia una transición sustentable que permita cambiar la matriz productiva del país depende del esfuerzo de todos los actores de la cadena. Desde el Programa Argentino de Carbono Neutro (PACN) lo saben y ya han empezado a trabajar para reducir las emisiones del sector productivo nacional. 

Surgido de la iniciativa de las siete principales bolsas de cereales y de comercio del país como son Buenos Aires, Santa Fe, Rosario, Chaco, Entre Ríos, Córdoba y Bahía Blanca, la iniciativa es financiada por empresas y busca generar herramientas de cálculo y planes de acción para disminuir la huella de carbono de los productos analizados. 

Para ello buscan articular el trabajo y la capacitación bajo estándares internacionales que, a su vez, permiten mejorar la competitividad argentina en el mercado mundial. 

Natalia Redolfi, coordinadora técnica del PACN y Consultora independiente en Sustentabilidad dialogó con Utopía Urbana y expresó: El Programa Argentino de Carbono Neutro es una iniciativa que surge del sector privado para el propio sector privado. Las únicas organizaciones que pueden ser miembros son empresas privadas o asociaciones gremiales o cámaras o entidades gremiales que tengan que ver con el sector productivo”. 

Además, expresó que se trata de un espacio que busca fortalecer al sector productivo industrial en sí más allá de las particularidades, buscando que tanto los pequeños agentes como las grandes empresas se vinculen hacia la sustentabilidad. Y eso no solo se traduce en la producción en sí, sino también de la logística que esto incluye. 

“Es muy interesante y necesario que se siga dando esta charla y esta dinámica en empresas que son competidoras comercialmente hablando pero que desde lo técnico se unen para trabajar en conjunto y levantar el desempeño de toda la cadena”.

Conoce más del trabajo en esta entrevista exclusiva: 

-¿De qué se trata el Programa Argentino Carbono Neutro (PACN) y cómo influye en el sector productivo del país?

El programa surge de las siete principales bolsas de cereales y comercio del país, están Rosario, Santa Fe, Chaco, Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires y Bahía Blanca. Lo que empiezan a notar tanto las bolsas como los principales exportadores del país fue que el incremento de las demandas de información, principalmente en lo que refiere a las huellas de carbono en el mercado. 

En este sentido se identifica la necesidad de promocionar internamente la urgencia de poner al sector primario y al sector agroindustrial en autos y en preparación para empezar a generar esta información que le permita tener la capacidad de responder a esta demanda con antelación a la situación potencial utilización de valores por defecto. 

Esto es valores de fuentes internacionales o valores que se promedian a nivel internacional y esta manera se estima que determinada actividad o producto debería emitir tanta cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Ahora bien, cuando  el sector empresarial argentino analiza la huella de carbono de los datos reales surgen muchas diferencias y mucha disparidad entre el valor de emisiones que se establece por defecto y el valor real. La generación proactiva de esta información nos permite evitar situaciones de utilización de información por defecto desventajosa, sostener a la producción argentina con sus prácticas agronómicas en los mercados internacionales que requieren información y, a la vez, identificar líneas de base ambiental para avanzar en la mejora de desempeño. 

“Buscamos tener un modelo que no sea sólo teórico sino también representativo de los sistemas productivos locales”

De ahí que surge el Programa Argentino de Carbono Neutro (PACN) que es una iniciativa que surge del sector privado para el propio sector privado. Las únicas organizaciones que pueden ser miembros son empresas privadas o asociaciones gremiales o cámaras o entidades gremiales que tengan que ver con el sector productivo. 

En una mesa buscamos generar un ambiente de trabajo donde una cadena productiva se ponga a analizar las entradas y salidas de emisiones y secuestro de carbono de un ciclo de vida. Esto sería mirar actividades, procesos productivos, insumos y outputs desde la cuna y considerando el puerto de salida que es la exportación del producto y ver como son para determinados productos o unidades funcionales las fuentes de emisión y las posibilidades de captura que puedes tener. En base a esto se desarrolla un calculador para analizar estos productos. 

Lo que hacemos es que las empresas que adhieren al programa participen facilitando información y validando los modelos construidos con  los equipos de trabajo y de esta manera buscamos tener un modelo que no sea sólo teórico sino también representativo de los sistemas productivos locales. 

“Los tipos de empresas son del nivel primario como también del sector industrial”

Tenemos alrededor de 15 empresas por mesa, una o dos se presentan como caso testigo y facilitan información y después otras empresas lo que hacen es validar este modelo y ver si aplica a las empresas o si es necesario hacerle ajustes. Lo que buscamos es generar algo que no sea teórico y que pueda ser práctico que sea alineado a la práctica productiva pero también a estándares aceptados internacionalmente para acompañar que la generación de esta información sea certificable y por lo tanto tenga mayor robustez en el mercado. 

Los tipos de empresas son del nivel primario como también del sector industrial. Trabajan desde lo colaborativo y también financian el programa para pagar a los grupos consultores que se contratan. 

-¿Qué trabajos realizaron hasta el día de hoy? 

Tenemos desarrollados hasta hoy la Mesa de oleaginosas que fue la primera, la Mesa de maíz y sorgo, la Mesa de trigo y actualmente tenemos en desarrollo la Mesa del sector lácteo. Cada mesa está conformada por las distintas empresas y selecciona qué productos analiza. Por lo cual una mesa se lanza y alcanza a una cantidad acotada de productos pero no llega al fin de los productos porque la verdad es que el sector agroindustrial tiene un nivel de producción muy amplio. Por ejemplo, la Mesa de trigo hizo un análisis de lo que es una tonelada de trigo, una bolsa de harina de trigo y un paquete de fideos secos, aunque existen muchos más productos que se pueden estudiar si el sector tiene interés. Es preciso destacar que no se promueve un dato promedio para la producción argentina pero sí el cálculo de las producciones específicas. Este calculador se acompaña con su manual de cálculo y de buenas prácticas ambientales que permita mejorar ese perfil de emisiones. 

Dentro del trabajo realizado por el PACN, no solamente han logrado articular los esfuerzos de las distintas empresas del sector, sino que también han logrado encaminar una línea de acción que permite tomar medidas de manera más simple en un futuro en base a las experiencias previas y así lograr un balance del carbono utilizado. 

-¿Qué es el manual de buenas prácticas ambientales?

Cada mesa genera un manual de buenas prácticas ambientales que busca que cuando un productor o un actor productivo establezca su propio balance de carbono y vea en qué situación se encuentra en relación a las emisiones de GEI, evalúe donde puede empezar a trabajar. Una vez que tiene sus propios resultados e identifique  las principales fuentes de emisiones, pueda tomar el manual de Buenas Prácticas Ambientales y ver qué medidas puede seleccionar para aplicar a ese producto.

En función de cómo internalice ese calculador podrá analizar que si incorpora cierta actividad puede tener ciertos resultados y evaluarlos y compararlos con las distintas prácticas establecidas en el manual. Así podría evaluar el impacto ambiental de determinados cambios de prácticas o inversiones. 

La particularidad de los calculadores es que una vez emitidos se hacen públicos para el sector y pueden ser requeridos por cualquier actor productivo de esa cadena. Las empresas miembro las comunican a sus proveedores para empezar a trabajar en función de esta información y empezar a trabajar en el conocimiento de la huella por producto que es lo que promovemos desde el programa. 

En este espacio  se da un lindo trabajo en lo que es la construcción de los manuales, la discusión por parte de las empresas miembro y también por la gratuidad de los manuales a los actores productivos. A través de la participación en iniciativas, conferencias destacamos justamente que son bienes gratuitos que se entregan bajo solicitud de cada actor productivo para aplicarlos de manera autónoma e independiente. Los productores al conocer de sus prácticas productivas cuando llegan a utilizar el calculador entienden de lo que se está hablando porque se está hablando de su propio proceso productivo. 

-¿Tienen algún tipo de acuerdo con organismos gubernamentales? 

Si bien el programa es una iniciativa privada para privados tenemos acuerdos con otras organizaciones porque entendemos que lo que se refiere al carbono se tiene que trabajar colaborativamente por lo que tenemos acuerdos con la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional en lo que refiere a la capacitación a través de las bases de las plataformas de la agencia y otros beneficios para las empresas miembro como por ejemplo publicar la membresía en el PACN en la plataforma ExportArgentina como atributo de agregacón de valor ambiental. 

“Creemos que es necesario articular con otras entidades gubernamentales porque la realidad es que hay sectores que son muy pequeños y no tienen la capacidad financiera para desarrollarlo”

Acompañamos a la Agencia en lo que son las ferias internacionales comerciales donde tenemos un espacio para promocionar el programa. Por el momento es el único acuerdo que tenemos con entidades gubernamentales.. 

Contamos con otros acuerdos con entidades no gubernamentales con las cuales nos aliamos para unificar criterios, aunar esfuerzos en pos de la mejora del desempeño ambiental de los procesos agroindustriales del país.

El programa es un espacio para privados porque necesitamos que el sector ayude a evaluar cómo se produce y finalmente es el sector el que está financiando esta herramienta para después poder hacerlo disponible. 

Este es el mecanismo que tenemos hoy, creemos que es necesario articular con otras entidades gubernamentales y no gubernamentales porque la realidad es que hay sectores que son muy pequeños y no tienen la capacidad financiera para desarrollarlo si bien tienen mucho interés e identifican la necesidad de los mercados internacionales de generar esta información. El programa es una iniciativa sin fines de lucro y por tanto buscamos para estos sectores oportunidades de financiamiento. 

-Más allá de la reducción de la huella de carbono estas prácticas también generan una mayor competitividad de la industria nacional, ¿Verdad?

Claramente. La mejora del perfil de carbono de los productos es un indicador de desempeño porque en lo que se está trabajando ciertamente es en la mejora de la productividad, en la eficiencia de los recursos, en la minimización de los residuos y otras salidas no productivas, vas abordando procesos productivos con una mirada en la optimización de la performance de los mismos y eso conlleva  a una reducción de las emisiones que es el atributo que están midiendo con la intención de lograr mejor eficiencia en las cadenas productivas. 

Esto abarca a los eslabones primarios e industriales pero también en lo que se refiere a la logística, que no debe ser perdida de vista y no solo en esas instancias sino también empoderar de alguna manera a los dos eslabones, tanto al primario como el industrial en lo que es la estrategia y la mirada de conveniencia en la selección de los insumos. Porque no solo son los procesos que se desarrollan tranqueras adentro, sino también es donde compran qué compran y qué información están pidiendo de los insumos que compran. 

“Es muy interesante y necesario que se siga dando esta charla y esta dinámica en empresas que son competidoras comercialmente hablando pero que desde lo técnico se unen para trabajar en conjunto y levantar el desempeño de toda la cadena”

De hecho en las mesas hay muchas empresas que no son productoras sino que proveen insumos a éstas. Hoy estamos desarrollando un par de mesas más como la de cebada, la de papa o algodón y en estas mesas incluso se están adhiriendo empresas que son proveedores de maquinaria agrícola. Ya se dan cuenta que todos aportan y todos tienen un peso e información para contar ya sea desde la mejora de su perfil de consumo como de sus productos. 

Acá hay una cuestión comercial y ambiental y siempre estamos compartiendo buenas prácticas. Todos haciendo las cosas de la mejor manera posible tenemos menos desperdicios y más productividad y consecuentemente una mejora del perfil de emisiones. 

-¿En qué planes a futuro se encuentran trabajando desde el Programa?

El norte que tenemos es seguir trabajando en la generación de estos espacios. Entendemos que con trigo, maíz, sorgo y oleaginosas no se acaban los sectores productivos exportadores y que esas propias mesas podrían generar análisis de otros productos. Nuestro principal desafío es seguir sosteniendo esta transferencia de capacidades que se da en estos espacios de trabajo. Estas mesas duran entre 7 y 8 meses de trabajo donde hay una puesta en común muy fuerte de competidores. Es muy interesante y necesario que se siga dando esta charla y esta dinámica en empresas que son competidoras comercialmente hablando pero que desde lo técnico se unen para trabajar en conjunto y levantar el desempeño de toda la cadena. Eso es muy interesante y la apuesta está hecha en seguir generando estos espacios.

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